Especiales Semana

El empresario del siglo

Muchos consideran a Steve Jobs el más notable hombre de negocios de la época, capaz de levantarse de la ruina y modificar el mapa de la industria tecnológica.

8 de octubre de 2011

El deceso de Steve Jobs se produjo en la cima de su carrera, justo cuando tocaba el cielo con las manos. En los últimos seis meses de vida había coronado los éxitos más resonantes de su historia como empresario: Apple fue reconocida como la compañía más valiosa del mundo y dispone de 80.000 millones de dólares en caja, un verdadero récord en el mundo de los negocios. El reporte del último trimestre fiscal, divulgado en julio pasado, fue particularmente notable: cada mes, esta compañía vende diez millones de teléfonos, tres millones de tabletas iPad y 1,3 millones de computadores Mac. Tiene ventas trimestrales de 28.570 millones de dólares, crecimiento del 142 por ciento en las ventas de iPhone y de 183 por ciento en las de iPad. Nada mal para una empresa que estuvo alguna vez al borde de la quiebra y para un empresario que empezó su negocio en un garaje cuando tenía 20 años.

Los primeros momentos tras la aparición del computador Apple II, en 1977, fueron gloriosos. En poco tiempo, la pequeña Apple Inc. pasó de dos a 4.000 empleados y su valor creció hasta los 2.000 millones de dólares. Pero el éxito no duró mucho. Competidores brillantes, como Bill Gates, se apoderaron del mercado con propuestas menos innovadoras pero más prácticas, y vendría un periodo largo de dificultades financieras. La presencia de Apple en el mercado apenas alcanzaba el 2 por ciento y su único mérito era una innovación que no dejaba réditos. Jobs se ufanaba entonces de la propuesta creativa de su compañía, claramente diferenciada de la competencia, pero en el mundo de los negocios lo que vale es la facturación, y en eso le iba bastante mal. Al punto que en 1986 fue prácticamente sacado a sombrerazos de la empresa que él había fundado, en un esfuerzo de los socios por mantenerse a flote.

Jobs regresaría años después, en 1997, para reinventar la compañía. Y las cosas marcharon distinto esta vez. Con paso lento pero seguro, Apple comenzó un ciclo de crecimiento que continúa hasta nuestros días y su éxito empresarial es objeto de estudio por parte de escuelas de negocios y teóricos de la gerencia moderna. ¿Cómo logra esta empresa los reconocidos niveles de innovación que la hacen tan famosa? El liderazgo de Jobs parece ser la clave. No era un científico ni un ingeniero y no inventó nada directamente, pero tenía una asombrosa capacidad para llevar a sus equipos al techo de su creatividad. Un visionario fuera de lo común, que veía oportunidades de negocio en donde los demás solo veían problemas, dotado de una terquedad a prueba de balas que le permitió mantenerse aferrado a sus metas aun en los momentos más oscuros. Perfeccionista y creativo como pocos, Jobs supervisaba personalmente el desarrollo de los productos y ejercía un liderazgo algo extraño, mezcla de admiración reverencial y temor entre los subalternos por su estilo tiránico. Sus rasgos personales marcaron el perfil corporativo, y el éxito de la compañía estaba atado a su éxito personal. Cuando Jobs enfermaba, el valor de las acciones de Apple caía dramáticamente, y cada vez que se retiraba de la empresa, el fantasma del fracaso rondaba en los pasillos.

La era post-Steve

Es por eso que la pregunta obligada entre analistas es si podrá Apple sostener el ritmo de crecimiento e innovación que tuvo bajo la conducción del fundador. ¿Cómo será la compañía en la era post-Steve?

Tim Cook es el nuevo hombre fuerte de Apple y tiene la menuda tarea de calzar los zapatos de Jobs. Antes de morir, el fundador dejó listos y lanzados oficialmente sus nuevos productos: iPhone 4S, iPad 2, iCloud, los nuevos MacBook con procesadores Core i7 y el sistema operativo Lion, así que no hay novedades a la vista, al menos en los próximos meses. Pero la nueva Apple está obligada a dar golpes cada año, y Cook tendrá que tomar decisiones importantes como descontinuar o no la producción del emblemático reproductor musical iPod -que ya no se vende mucho debido a la aparición de sus hermanos mayores: el iPhone y el iPad- y conducir a la compañía hacia nuevos negocios. Se rumora que planea entrar en la televisión, y tiene el reto de competir en el naciente negocio de la computación en la nube, en el que Apple está apenas por entrar.