El inquisidor

El procurador Alejandro Ordóñez se ha convertido en el ‘coco’ de  gobernantes corruptos y de funcionarios que saquean el erario. Entre sus ‘víctimas’ están el alcalde de Bogotá Samuel Moreno, a quien suspendió en el marco de la investigación por su presunta participación en el carrusel de la contratación, y el exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias, a quien inhabilitó por 16 años por su responsabilidad en el mal manejo del programa Agro Ingreso Seguro. También inhabilitó al contralor distrital Miguel Ángel Moralesrussi y al representante Germán Olano, y abrió un proceso de responsabilidad disciplinaria contra el senador Iván Moreno, hermano del alcalde. A lo largo del año destituyó o inhabilitó a 11 gobernadores y 169 alcaldes, entre otros servidores públicos. Y no le tembló el pulso para defender banderas ideológicas, como su oposición al aborto o a que un periodista gay adoptara a dos niños en Bienestar Familiar, entre otras. Más allá de las críticas o las simpatías que despierta la actuación de uno de los funcionarios más poderosos y polémicos del país, el procurador fue, sin duda, uno de los protagonistas del año.