Especiales Semana

El Magdalena con las puertas abiertas

En su primer año de gestión, el gobernador del Magdalena hace un corte de cuentas y habla de la política de recuperación de la región después de la larga crisis.

23 de enero de 2005

EL MAGDALENA HA EStado golpeado por la pobreza, la corrupción y el conflicto armado. Sin embargo es uno de los departamentos con mayor potencial turístico del país. Actualmente está haciendo sus esfuerzos para incluirse en los grandes proyectos nacionales y aumentar su capacidad productiva. Trino Luna, gobernador del departamento, habla de lo que se ha hecho para darle reconocimiento al Magdalena y de lo que falta hacer.



SEMANA: ¿Un año después, cuál es el balance que hace de su gestión?

TRINO LUNA.: El Magdalena estaba desarticulado de la política nacional y de la política regional, así que el primer logro fue articular a todas las autoridades departamentales y a la fuerza pública. Se unificaron criterios con los senadores, representantes a la Cámara, diputados, concejales, alcaldes, líderes comunitarios, líderes sindicales, sectores sociales, sectores de productividad, y nos metimos todos en el cuento de jugarle al departamento del Magdalena. A partir de eso hicimos una estrategia política para que el departamento dejara de ser el segundo más pobre del país y se convirtiera en uno competitivo. Logramos que entrara en las juntas nacionales de Planeación, en las juntas nacionales de Regalías y en la junta de Cormagdalena. Senadores como Luis Vives está en la comisión de crédito público; Sergio Diazgranados, en la comisión tercera; Alfonso Campo, en la comisión cuarta; Flor Gneco, presidente, en la comisión séptima; Jota Vives, presidente de la Dirección Nacional Liberal, cada uno jugando un rol en favor del departamento del Magdalena. También logramos que volviera a haber presencia de la institución -llámese Ejército, Policía- que genera condiciones de seguridad.

SEMANA: Su gobernación ha estado enfocada en dos temas: competitividad y seguridad. ¿Cómo se han hecho y cuáles han sido los resultados?

T.L.: En materia de seguridad, el departamento estaba desmembrado, la gente no podía transitar por las carreteras, no podía producir en el campo, o sentía que la ciudad era manejada por quienes estaban por fuera del marco legal o el constitucional; por eso aprovechamos conocer muy de fondo el tema de la política de la seguridad ciudadana del presidente Uribe y empezamos a generar una serie de medidas con base en esa política de seguridad. Ahora tenemos el batallón de alta montaña como respuesta a la inseguridad que se vivió por décadas en la Sierra Nevada. Como no teníamos una fuerza pública especializada, buscamos una base de entrenamiento para entrenar el elemento humano que teníamos acá en la lucha antiguerrillera.

SEMANA: ¿Cómo inciden estas medidas en la productividad de la región?

T.L.: La inseguridad baja los índices de exportación bananera, porque los cultivadores no pueden ir a producir a su finca. Baja también en el sector palmero porque los palmeros no invierten tranquilamente. Y así, en todos los sectores productivos. Por eso, las medidas de seguridad que hemos tomado han aumentado la productividad en todo nivel. Sumado a esto estamos entrando a la industrialización. Con los puertos creamos condiciones para que la Compañía Nacional Tabacalera monte una planta en Santa Marta por 75 millones de dólares que generará 500 empleos directos.

Los resultados también se ven en el turismo. Hay muchos turistas que llegan hasta acá por carretera y necesitan seguridad. Acabamos de tener más de 400.000 turistas en Santa Marta.

SEMANA: ¿Qué metas tiene que alcanzar el departamento?

T.L.: Debemos pasar del turismo de chancleta al turismo de dólares y divisas. Para eso tenemos que especializar al operador turístico de Santa Marta y del departamento. Este renglón está sumido en una crisis porque no hemos entendido que su fortaleza es el ecoturismo, las playas, nuestros siete parques naturales, la cuenca hidrográfica más importante que puede tener cualquier región del mundo. Tiene 36 espejos de agua, la Sierra Nevada de Santa Marta, que son 17.000 kilómetros en una formación montañosa a 45 kilómetros del mar, con todos los climas. Eso nos hace falta entenderlo.