Especiales Semana

El mejor accesorio

5 de agosto de 2002

El maquillaje es parte importante de la rutina de belleza de la mayoría de las mujeres. Desde la más temprana adolescencia las niñas anhelan poder usar los mismos productos que usan sus madres para embellecerse, y esa es una tendencia que continúa a lo largo de la vida. Por eso no es raro ver mujeres excesivamente maquilladas o con la cara completamente lavada a cualquier edad, desconociendo los innumerables beneficios de un maquillaje correctamente aplicado.

Si bien el mercado ofrece toda clase de opciones, de distintos precios y colores, muchas personas se 'casan' con los mismos productos a lo largo de su vida. Y aunque la mayoría de las veces la marca de maquillaje elegida obedece a un gusto en el que no influyen las diversas circunstancias que afectan a la mujer moderna hay cosas, como la edad, que deben tenerse siempre en cuenta a la hora de escoger.

Las mujeres de 20 a 30 años tienen a su favor una piel en la flor de la juventud, literalmente libre de arrugas y manchas. Sin embargo muchas insisten en esconder el rostro bajo gruesas capas de base y correctores, desaprovechando la frescura y luminosidad que caracterizan las pieles jóvenes. Esta es la época ideal para experimentar con colores y estilos, pero siempre buscando lograr un maquillaje suave y casi imperceptible.

De los 30 a los 40 años las cosas cambian un poco. Al empezar a ser evidente el paso del tiempo es necesario usar productos que eviten la pérdida de humedad de la piel y disimulen las pequeñas arrugas que comienzan a aparecer. En esta época de la vida usualmente se ha adquirido un estilo propio, que es necesario cultivar y seguir puliendo para aprovechar los mejores rasgos y características de cada cual.

La década de los 40 es crucial para la mayoría de las mujeres, pues de alguna manera significa la entrada definitiva a la madurez. La rutina de belleza demanda un poco más de tiempo y el maquillaje se vuelve mucho más sutil para evitar parecer recargada.

A los 50 es recomendable recurrir a los productos extrahumectantes, como bases y labiales cremosos, que embellecen a tiempo que disimulan el paso de los años.

De los 60 años en adelante, a pesar de lo que muchos creen, el maquillaje no debe desaparecer. Es importante no perder la vanidad y cultivar el cuidado propio y la feminidad, aunque sin exagerar. El exceso puede ser fatal para un rostro maduro pues resalta aún más las ya inevitables arrugas.

Sin embargo, a cualquier edad, se pueden lucir los colores de moda. Sólo hay que adaptarlos un poco a las circunstancias y al estilo propio.

Para esta temporada se imponen los colores cálidos y frescos, acordes con el verano reinante y la actitud descomplicada de las vacaciones. Lo ideal es lograr un maquillaje transparente, con una base que cubra las pequeñas imperfecciones pero deje apreciar el tono natural de la piel.

Para los ojos se puede escoger entre colores como lila, fucsia, aguamarina y rosa coral, en el caso de las pieles con pigmentaciones rojizas, o amarillo oro, verde dorado y melón para cutis de tonalidades amarillas. Las combinaciones e intensidades en el color son las que marcan la diferencia entre el día y la noche.

Los rubores dejan de ser exclusivamente rojos y rosados y se introducen en la gama de las frutas tropicales, con colores como el melón y el durazno, que realzan con un toque más sutil.

Los labios siguen siendo un punto focal en el rostro de cualquier mujer. La tendencia se inclina a los colores suaves y llenos de brillo, que dan la sensación permanente de humedad.

Definitivamente lo ideal es acomodar las tendencias de la moda al estilo de cada cual, resaltando los mejores rasgos y disimulando los menos atractivos pero, sobre todo, haciendo del maquillaje el mejor aliado de toda mujer.