Especiales Semana

El mundo a sus pies

Ha cantado en más países y ha vendido más discos en este siglo que cualquier otro artista nacional. El futuro está en sus manos.

Manolo Bellon
11 de diciembre de 1980

Shakira tiene una gran ventaja sobre grandes artistas de décadas pasadas: canales musicales de televisión, secciones en los noticieros nacionales e internacionales dedicados al mundo del espectáculo y toda una serie de herramientas promocionales que antes no existían. El mercadeo, promoción y producción han evolucionado mucho. Pero no es culpa de Shakira y otros artistas que en esta época exista la multimedia. El único reclamo entonces sería que los medios de hoy en día han olvidado a nuestros clásicos artistas. Mientras en todo el mundo se veneran y se recuerdan los pioneros e innovadores, nosotros en forma bastante típica olvidamos el pasado. Es como si, digamos, de 1980 para atrás no existiera nada. De pronto unos nombres, unas curiosidades jurásicas, pero nada que tenga que ver con lo de hoy.

Primeros pasos inciertos

Han pasado unos 13 años desde que esta niña, apenas entrando en la adolescencia, con todas las redondeces de la infancia todavía muy presentes, empezó a realizar lo que veía como el sueño de su vida. A sus 13 años la barranquillera empezó a interpretar profesionalmente canciones que ella misma escribía y que reflejaban la realidad de su juvenil vida. Pero su voz contrastaba con su figura menuda y su infantil cuerpo. Una voz potente que pese a estar aún en proceso de desarrollo era mucho más madura y adulta que ella misma.

Los primeros pasos inciertos dieron lugar a discos que contaron con acogida y simpatía de los medios y en menor grado del público. Sí, era tierno ver a esta chiquilla con ínfulas de superestrella pero que no hallaba todavía el camino al éxito que soñaba.

Hubo un momento a mediados de los años 90, cuando frustrada con la poca respuesta a sus discos y canciones, a las bajas ventas y aparente desinterés en sus producciones, contempló seriamente dejar sus sueños e ilusiones en el baúl de los recuerdos.

La niña de los pies descalzos

En 1995 hizo un último intento para ver si definitivamente la cosa funcionaba. Y sí. Pies descalzos (con canciones como Estoy aquí y Antología) bajo la dirección y producción de Luis Fernando Ochoa le imprimen un sonido diferente a las canciones de Shakira. Más pop, más ligero, rítmico y... la radio se volcó a tocar los temas. La gente también se lanzó a comprarlo. Shakira alcanza el éxito. Pero no sólo en Colombia. En cuestión de meses hasta el poderoso mercado brasileño tan reacio a los artistas que no cantan en inglés y portugués- se rinde ante el encanto y la magia de la menuda costeña.

Ahora el éxito esquivo durante años empieza a acompañarla. No sin sacrificios y lecciones. En un concierto en su natal Barranquilla mueren unas jóvenes en medio de la multitud desordenada que no pueden ingresar al escenario. Esto pesa sobre ella y de nuevo tiene la idea de abandonarlo todo. Uno no canta para que sus admiradores mueran en el intento por escucharla.

Empieza a estudiar inglés animada por Patricia Téllez, su representante de la época. Le hace leer libros y revistas en inglés durante sus constantes vuelos y la obliga a hablar el idioma para alcanzar un nivel adecuado para cuando llegue el momento de ser lanzada en Estados Unidos con miras a conquistar todos los mercados no hispanoparlantes.

A sus numerosos discos de oro y platino, certificaciones entregadas por ventas alcanzadas -que varía de país en país- se suman los premios musicales que recibe una y otra vez, reconociendo su popularidad.

Esa pequeña, dulce niña, se ha transformado. Ahora es aún una mujer pequeña pero seductora, con todo el sex appeal que el mundo multimedia exige de sus artistas. Cascadas de cabello, a veces negro, a veces rojo o rubio, una mirada matadora, un cuerpo que sobre el escenario insinúa una muy vital y coqueta mujer que se contorsiona y pone a las mujeres a soñar y envidiar y a los hombres a soñar y desear. Canta con una voz que puede ser seductora, un trueno, consentida, suplicante, exigente, en todo caso siempre femenina.

La conquista de Estados Unidos

Sony Music, su casa disquera, decide prepararla para la conquista de los mercados angloparlantes, hace que haya un cambio en su manejo. Asume como manager un norteamericano experimentado y con amplio recorrido en el mercado estadounidense. Su contrato deja de ser de la Sony Music Colombia y firma con el sello internacional.

Empieza a funcionar la máquina multimillonaria de la industria. Aquella que está detrás de virtualmente todos los grandes fenómenos artísticos de la música. Hay que decirlo sin pena, sin ruborizarnos. Desde Elvis Presley, Rolling Stones, Julio Iglesias, hasta Metallica, Alanis Morissette, Juanes y Aterciopelados, todos han sido el resultado en mayor o menor grado de esa maquinaria.

En cuestión de meses los discos de Shakira venden millones en Estados Unidos, Europa, Japón, Turquía, América Latina o donde quiera que se lancen. Esa casi tímida chiquilla de Barranquilla se convierte en un símbolo sexual que en una sacudida de sus caderas de ascendencia árabe enloquece a los públicos. La seductora mirada de esos ojos negros nos ha visto desde las portadas de casi todas las revistas del mundo.

Sus reciente gira, 'Tour de la Mangosta', llenó escenarios reservados para las grandes figuras de la canción del mundo. Llena salas para 5.000 ó 10.000 personas y estadios de 30.000 ó 50.000. Ha cantado en países que para la mayoría de los colombianos son apenas nombres en un Atlas: Japón, Turquía, Finlandia, Rusia, desfilan por la agenda de Shakira como cualquier Chía, Sabanalarga, Chinácota o Santander de Quilichao.

En resumen, sin querer especular con lo que le puede brindar el futuro a esta compositora, coreógrafa, bailarina, guitarrista, cantante, arreglista y productora, ella ha vendido más discos en este siglo que cualquier otro artista colombiano. Ha figurado en más portadas de revistas, ha tenido más canciones en los listados de éxitos de cualquier país, ha recibido más galardones, ha hecho más conciertos en los que ha sido vista por más personas que los demás. Y ha cantado con la leyenda Steve Tyler, líder del roquero grupo Aerosmith. Y así podríamos seguir.

Con todo el respeto para todos los demás grandes, pasados y presentes que han aportado su granito o granote de arena, para la grandeza de nuestra expresión artística, Shakira (junto con Lucho Bermúdez) son lo más representativo y notable de nuestra historia y geografía musical.