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El reino de un solo pibe

El barrio Pescaíto en Santa Marta ha dado al fútbol colombiano leyendas como 'el Pibe' Valderrama y una camada innumerable de talentosos deportistas que son el espejo de miles de niños y jóvenes que llegan día a día a seguir los pasos de sus ídolos.

23 de enero de 2005

JHON ELKIN MARTÍNEZ es un delantero de 16 años que caminó unas 26 cuadras desde su casa del barrio Corea, en el sur de Santa Marta, para probar suerte en la cancha de La Castellana. Algunos amigos le contaron que ese día realizarían pruebas para enrolar a algunos en un equipo profesional. Se levantó a las 5 de la mañana y al filo de las siete ya tenía listos sus guayos para la prueba. En esta época de enero son varios los entrenadores de equipos y clubes profesionales que llegan a esta zona deprimida del norte de la capital del Magdalena a la caza del sucesor del 'Pibe' Valderrama. Es Pescaíto, y en La Castellana miles de samarios sueñan con un balón de fútbol como única alternativa para salir de la pobreza.

Reynaldo Ureche Granados, uno de los entrenadores de divisiones menores del Unión Magdalena, ha pasado gran parte de sus 30 años de carrera deportiva en las graderías de La Castellana. "La cancha siempre se mantenía ocupada; por eso los niños se metían en un peladero que quedaba contiguo y en donde terminó construyéndose el estadio del barrio", recuerda.

Allí cuentan que el balón es el centro de todas las cosas, lo primero que les regalan a los niños en sus cumpleaños o en Navidad. Desde que existe la cancha los niños, sus padres y familias tienen su vida signada en torno a los partidos de La Castellana. "Antes el fútbol no se miraba por la plata sino por convertirse en ídolos. Ahora los papás ven el billete. Si un niño empieza a patear ya lo quieren vender al Santos del Brasil", dice.

La cancha se organizó en 1971 con una donación de 100.000 pesos que hizo Coldeportes. Desde allí la ha manejado una corporación que está medio disuelta por problemas políticos y que actualmente dirige una junta de acción comunal del barrio. Édinson González Palacios creó su escuela de fútbol en 1978, en la que entrenan 112 niños en todas las categorías. Dice que la pasión por el fútbol se lleva en las venas; "desde que tienen 3 ó 4 años ya patean un balón".

Todos quieren imitar a alguien, ya sea al 'Pibe' Valderrama o a Jorge Bolaños. Por eso dicen que en la actualidad hay más de 100 jóvenes probando suerte en varios clubes profesionales. A muchos de ellos los envían sus propios padres, que financian el viaje con la expectativa de que se puedan convertir en jugadores profesionales. "Ese es un problema -recalca González Palacios- porque si no se amañan los devuelven y así tengan talento, muchos se frustran".

La historia de La Castellana es sinónimo de fútbol. El primer ídolo del barrio fue el 'Loco' Arango. De allí vendrían los Pérez, los González Palacio, los Bolaños, Jaime de Luque, 'Pipa' de Ávila, Eduardo Retat, los Valderrama y en especial, 'el Pibe', el ídolo de Pescaíto, un ícono que todos quieren imitar. Como Jhon Elkin, quien tuvo que salir de la práctica porque se golpeó un tobillo y ahora espera que se le pase un poco el dolor para volver a la cancha en busca de una nueva oportunidad de convertirse en el nuevo rey del barrio.