Especiales Semana

EN LA CUERDA FLOJA

12 de diciembre de 1994

EN LA CUERDA FLOJA
En la presentación en traje de baño el público definió un primer grupo de candidatas opcionadas al título.

UNA MUJER DE color puso a temblar los cimientos del Concurso Nacional de la Belleza. Damaris Dediego Torres, la candidata de Chocó, se llevó el mejor puntaje en la primera presentación en vestido de baño. El martes pasado ella estaba a las puertas de convertirse en la primera reina de color que tendría el país. Los siete minutos que duró su desfile en los jardines del Centro de Convenciones fueron suficientes para que se convirtiera en la gran favorita. Ese día Damaris dejó abierta una polémica que todavía ronda por los pasillos reales: ¿Los colombianos están preparados para aceptar a una mujer de color como Señorita Colombia? Los expertos en belleza consideraron que las directivas del certamen no están preparadas para aceptar una reina negra. "Esta es una sociedad muy cerrada y no creo que permitan la elección de una mujer de color", afirmó un cartagenero. Pero el dilema también tiene que ver con algunas de las firmas patrocinadoras, las que son de la teoría de que una mujer de color no vende igual que una blanca.

Lo cierto es que el desfile en traje de baño, patrocinado por Catalina, se ha convertido en el mejor termómetro para conocer cuáles son las posibilidades de cada candidata. Por eso, cuando éstas abandonaron su cuartel en el Hotel Hilton, en muchas de las habitaciones quedaron las estampas del Divino Niño alumbradas con veladoras y las chaperonas pegadas a las camándulas y con el credo en la boca.

En los acuabuses, que se desplazan a paso de tortuga por la bahía, las candidatas iban en silencio. Los nervios estaban de punta, y una de ellas fue Damaris Dediego, quien sufrió un pequeño desmayo y hubo necesidad de recurrir a los primeros auxilios para poder llegar sin novedad a puerto.

Y por fin llegó la hora de la verdad. Fueron dos horas durante las cuales las candidatas mostraron porqué debían ser tenidas en cuenta para la recta final. Al final hubo ganadoras, perdedoras y premios de consolación. Además de la candidata chocoana, cinco más se ubicaron entre el grupo de las super favoritas:

- Tatiana Castro Abuchaibe, candidata del Cesar, modelo, estudiante de arquitectura y campeona en olimpiadas de matemáticas, demostró que tenía con qué llevarse la corona.


- Juliana López Piñeros, candidata del Valle y, junto con Chocó, la más alta del concurso -1.83 de estatura-, se llevó el título de las mejores piernas del concurso

- Yovana Soraya Grisales, candidata de Santander, una trigueña con una figura al estilo Susana Caldas, logró un alto puntaje en la pasarela.


Un segundo grupo de favoritas que dejaron abierta la posibilidad de meterse en la gran final fueron:

- La candidata de Bolívar Rossana de la Espriella, una excelente anfitriona, quien se ganó el titulo de la más simpática.

- La candidata de Caldas, Catalina Londoño, también logró un puesto entre las favoritas de la gran final. Su rostro fue el más hermoso del concurso, pero su 1.70 de altura la pusieron entre las más bajitas.

- La candidata de La Guajira, Jazmin Sánchez, con paso lento pero seguro, fue logrando los puntos suficientes para ubicarse en un privilegiado lugar. Fue declarada la candidata con más personalidad.

- La bogotana Marta Margarita Reyes dejó en claro que, cuando de bailar se trata, ella era la mejor.


Sin lugar a dudas la gran perdedora en este primer desfile fue la antioqueña, María Alejandra Restrepo Mesa, una de las últimas en definir su participación. Pero, a pesar de que no logró un buen puntaje en su primera aparición, nunca se descartó para la final. Otra de las participantes que se vino abajo fue Margarita Rosa Dumar, de Córdova, quien en los primeros días estuvo en el sonajero de las favoritas, pero después del desfile en vestido de baño sus acciones perdieron valor.


EL SUEÑO TRUNCO

La vanidad dio al traste con la ilusión de Ginary Coronado de ser reina. Una liposucción de última hora sacó del ring a la candidata del Vichada.

DOS DIAS ANtes de emprender el viaje hacia Cartagena, Ginary Patricia Coronado, candidata del Vichada ingresó al quirófano de una clínica en Bogotá para que el cirujano plástico Omar Pacheco le practicara una liposucción. La operación, que duró menos de dos horas, consistió en extraerle grasa del abdomen y luego inyectarla en sus piernas. Por la cirugía la candidata pagó 1'200.000 pesos. "El médico sabía que yo iba a participar en el reinado y me dijo que no me preocupara, que la recuperación sería rápida y que no iba a tener problema alguno", dijo días después Ginary Coronado en su lecho de enferma en el hospital de Bocagrande en Cartagena.

Los primeros días en La Heroica transcurrieron sin ningún problema. La candidata del Vichada asistió a dos desfiles, a la grabación del himno nacional y a los ensayos del baile de coronación. Pero el lunes en la noche la situación se complicó. "El tobillo de la pierna derecha comenzó a supurar y tenía llagas en las piernas" dijo a SEMANA un vocero de la junta directiva del reinado.

De inmediato se dispuso su traslado al hospital, donde el médico de turno diagnosticó una infección como consecuencia de la liposucción que se había practicado. El dictamen médico no era el mejor pues el facultativo temía por una septicemia, es decir, que la infección en el tobillo podía invadir los órganos vitales y ocasionar la muerte de la candidata.

"El problema se presentó porque en uno de los ensayos una de mis compañeras me tropezó sin culpa y el tobillo se me inflamó. Como estaba recién operada las cosas se complicaron", agregó Ginary Patricia Coronado. Pero para ese entonces la polémica sobre las cirugías plásticas estaba al rojo vivo. Nadie entendió cómo el doctor Omar Pacheco le permitió participar en el reinado cuando la paciente estaba en plena etapa de convalecencia.

Y mientras la joven representante del Vichada se recuperaba en el hospital y guardaba la ilusión de continuar participando en el concurso, las directivas del reinado tomaron la decisión de retirarla para evitar más contratiempos. "Le lloré a doña Tera para que me dejara continuar, pero no quiso. Yo siempre había soñado con ser reina y por culpa de una liposucción quedé por fuera", dijo Ginary Coronado. Ahora su familia estudia la posibilidad de demandar al cirujano Pacheco por daños y perjuicios.