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¿En qué confían los colombianos?

Creen mucho en su familia y en ellos mismos, pero son muy desconfiados con los otros, con las instituciones públicas y con el futuro del país y de sus hijos. Estas son algunas de las conclusiones de la gran encuesta sobre la confianza en Colombia, contratada por SEMANA.

21 de junio de 2009

SEMANA contrató con Ipsos-Napoleón Franco una gran encuesta para saber cuál es el estado actual de la confianza de los colombianos, conocer en qué y en quiénes confían y determinar si el país está atravesando por una crisis en este tema. Fueron encuestadas 550 personas en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. De ellas, el 40 por ciento se definió como una persona confiada y 60 por ciento como lo contrario. Por ciudades, los más confiados fueron los de Barranquilla y los menos, los capitalinos.

Los colombianos creen más en sus padres (87 por ciento), sus hermanos (82 por ciento), su pareja (74 por ciento) y, por supuesto, en sus hijos. Quienes reciben menos confianza son los políticos en general (11 por ciento) y los abogados (12 por ciento).

De igual manera, al opinar sobre sus conciudadanos, el 54 por ciento de los encuestados consideró que son muy confiados o algo confiados, mientras que otro 25 por ciento cree que son algo desconfiados y 21 por ciento lo son mucho.

Pero a pesar de esta percepción general, cuando a los entrevistados se les preguntó qué tan confiables se consideraban ellos mismos, el 69 por ciento respondió que mucho, 27 por ciento medianamente confiable y sólo 4 por ciento se calificó como una persona poco creíble.

Esta brecha en las percepciones, en la que por un lado las personas se sienten muy confiadas en ellas mismas y en sus familiares cercanos, pero muy desconfiadas frente a las otras personas y en especial frente a quienes trabajan en lo público, dejan en evidencia, según Javier Restrepo, director de investigaciones de Ipsos-Napoleón Franco, la fractura que hay entre lo privado y lo público. "Esa misma división se ve al analizar la cultura ciudadana, pues las personas creen que tienen mejores valores, que se comportan bien, que cumplen la ley, que son buenos ciudadanos, pero al ver al otro, desconfían, piensan que va a actuar de una manera distinta e incluso llegan a violar las normas, bajo el pretexto de que los otros no las van a cumplir o no las cumplen". En últimas, nace ese sentimiento colombiano de que "hay que desconfiar", y que es necesario romper para que el país pueda progresar de una manera más fluida.

Otro aspecto importante de la encuesta es la percepción que los colombianos tienen en las instituciones y personas. Confían más en las clínicas y hospitales privados, con 66 por ciento; el 60 por ciento lo hace en las Fuerzas Armadas; el 58 por ciento en las ONG sociales o ambientales; el 56 por ciento en la Iglesia católica, el 56 por ciento en la empresa privada, y el 55 por ciento en la Presidencia.

El 44 por ciento de los encuestados confía en el gobierno. Al comparar ese resultado con el Latinobarómetro 2008, estudio que se hace en 17 países con más de 19.000 encuestados, se observa que Colombia está entre los países de la región con mayor confianza en el Ejecutivo, sólo superada por Paraguay, Uruguay, Venezuela, Chile, El Salvador y Ecuador. Por el contrario, los colombianos son los que menos confían en el Congreso. Sólo Perú, con 12 por ciento; Panamá, 18 por ciento, y Guatemala, con 22 por ciento, superan a los colombianos en su desconfianza hacia esa rama del poder.

Los colombianos, junto a los guatemaltecos, ecuatorianos y peruanos, son los que menos confían en los bancos. Por el contrario, Colombia es de los países que más confían en sus empresas privadas.

Influenciados por la crisis económica y los nubarrones que se han cernido sobre el país, los colombianos son pesimistas frente al futuro. Cuando se les preguntó sobre el futuro, el 16 por ciento dijo estar muy preocupado, un 51 por ciento algo preocupado y un 30 por ciento confiado. Sólo un 3 por ciento dijo estar muy confiado. Y al responder sobre la situación personal y familiar, la mitad dijo estar entre confiado y muy confiado, y la otra mitad entre algo preocupado y muy preocupado.

Uno de los datos más relevantes de la encuesta es el futuro de los niños. Frente a la pregunta de si creían que los niños colombianos iban a estar mejor o peor cuando crecieran, el 70 por ciento dijo que iban a estar peor que ahora y el 30 por ciento lo contrario.

Sobre creencias científicas y populares, el 93 por ciento cree que fumar es malo para la salud, 92 por ciento reconoce los peligros de conducir por encima de los límites de velocidad permitidos y el 90 por ciento los de consumir alcohol y drogas.

La mayoría de los encuestados cree en los ángeles, en la medicina alternativa como la homeopatía y la bioenergética, y sólo el 56 por ciento cree en la vida después de la muerte.

En lo que menos cree es en adivinar el futuro en la taza de chocolate o la ceniza del cigarrillo, la lectura de cartas, la carta astral y el horóscopo. El 27 por ciento de los encuestados creen en las brujas, los fantasmas y las regresiones.

Finalmente, los encuestados creen en muchas marcas comerciales, entre la cuales están Alpina, Avianca, Sony, Adidas, Postobón, Nike, Nestlé, EPM, Nokia y Mazda.