Especiales Semana

ENRIQUE SANTOS Y RAFAEL SANTOS

DIRECTORES DEL TIEMPO<BR>NOVIEMBRE 10 DE 1999 5:00 P.M. PARQUE SIMON BOLIVAR BOGOTA

3 de enero de 2000

¿Por que fueron personajes del año? Porque tomaron las riendas de El Tiempo y han logrado
consolidar la modernización del principal diario del país. Al frente del periódico, Rafael y Enrique han cambiado
de manera notable el estilo del editorial hacia uno más refrescante, que asume posiciones más audaces, toma
más riesgos, y se juega a fondo con un lenguaje más fresco que pretende llegar a audiencias más jóvenes.
Pero a la vez, tanto Rafael como Enrique han logrado derrotar a quienes creían que una dirección bipartita era
una garantía de conflicto permanente. La personalidad del primero le otorga al periódico estabilidad, mesura y
sentido de propósito en la vida nacional. Enrique le imprime fuerza periodística, capacidad inquisitiva y
permanente innovación. Ambos buscan -siguen buscando- cómo reemplazar el vacío que dejaron como
columnistas con nuevas plumas.
Que les espera A los directores de El Tiempo les espera un año de renovada competencia de El Espectador,
con la llegada del nuevo director, Carlos Lleras de la Fuente. Hasta ahora no ha pasado mayor cosa en ese
frente pero el nuevo director del diario del Grupo Santo Domingo busca recuperar el lugar que ese diario tenía
en el debate político del país. Les espera además la consolidación del proceso de reestructuración y
modernización de la Casa Editorial El Tiempo, proceso liderado por Luis Fernando Santos. Por último, tienen
por delante la consolidación del cambio de las llamadas 'plumas y fuentes' de las páginas editoriales así como
el reto que significa para un diario el que un miembro de la familia -Juan Manuel Santos- sea un fuerte
contendor en la carrera liberal por la candidatura a la Presidencia.
Su momento más bajo Quizás el vacío que dejó la desaparición de la columna 'Contraescape' de Enrique
Santos Calderón, que se hizo evidente con el enorme volumen de correspondencia que recibió el diario por
parte de los fans de Enrique.
Puntos a favor
- Los dos son amplios conocedores del oficio
- Sus fortalezas se complementan
- Entre los dos reúnen todo el poder de la familia
Puntos en contra
El perfil bajo que han adoptado, no obstante que sin duda les permite eliminar posibles fuentes de fricción
entre los dos.
Lo que pocos saben Mientras que Enrique no puede dejar de pasar una semana sin jugar golf u oír vallenatos
viejos ("dejo de producir" dice), Rafael es un comprador compulsivo de arte, ropa y buen vino.