Especiales Semana

"Formar profesionales de calidad, adaptables y éticos"

El rector de la Universidad de los Andes, Carlos Angulo, conversó con SEMANA sobre los retos de la universidad colombiana ante la globalización.

29 de agosto de 2004

SEMANA: ¿Cómo cree que afecte el Tratado de Libre Comercio la educación universitaria?

Carlos Angulo: Nos lleva a continuar con el mejoramiento de la calidad. Si ofrecemos programas de calidad, las universidades no tenemos por qué preocuparnos con la oferta extranjera en el país.

SEMANA: ¿No puede haber competencia desleal?

C.A.: Hay que exigir que los programas extranjeros que se ofrecen en el país sean los mismos que estas universidades ofrecen en sus países, y no versiones para países subdesarrollados Y todos deben cumplir las exigencias que se hacen a los programas nacionales. Otra cosa son los convenios con universidades para fortalecer nuestra oferta. Así podemos traer a los mejores profesores del mundo o que nuestros alumnos cursen un semestre en el exterior.

SEMANA: ¿Cómo ve el proceso de acreditación del gobierno?

C.A.: La acreditación es un eslabón en la cadena de la calidad. Evalúa si los procesos de enseñanza que brinda una universidad son buenos. Ha jalonado mejorías importantes, por ejemplo cualificar los profesores. Los Andes tiene hoy 75 profesores en formación en el exterior. Pero el gobierno está impulsando otras dos estrategias: que evaluemos el nivel de los estudiantes que se están graduando con los exámenes de calidad de la educación superior (Ecaes) y que hagamos un seguimiento, a través del Observatorio Laboral, para ver cómo les va a los egresados. Así evaluaremos la pertinencia de los perfiles profesionales que estamos sacando.

SEMANA: ¿Cómo formar profesionales para un mundo global?

C.A.: La competencia más importante hoy es la de la adaptabilidad. En pregrado hay que ofrecer programas compactos para exponer a los estudiantes a los principios de cada área. Buscamos además que aprendan a aprender. Es que la educación sigue a lo largo de la vida y los profesionales tendrán que adaptarse a los desarrollos tecnológicos y del conocimiento que varían hoy con gran velocidad.

SEMANA: ¿Y cómo formar profesionales que se adapten a ese mundo cambiante y diverso?

C.A.: Aquí tenemos la formación básica y permitimos que los estudiantes tomen muchas electivas en ciencias sociales, básicas, artes y humanidades. Un ingeniero puede tener clases de arte, historia o antropología, y eso le da una posibilidad más alta de adaptación.

SEMANA: ¿Qué pasa si esos jóvenes terminan yéndose del país?

C.A.: Es indispensable no sólo la buena formación académica, sino también en valores éticos y sociales. Estos últimos los hemos trabajado por ejemplo enviando nuestros estudiantes a proyectos como los colegios del Distrito que manejamos en concesión. Esa experiencia los forma en el terreno social y ético. Y los compromete con el país.

SEMANA: Se publicó un 'ranking' de las 500 mejores universidades y no figuraban las colombianas. ¿Por qué?

C.A.: Este ranking tuvo dos criterios: investigaciones y programas de posgrado, y Colombia está rezagada en ese aspecto. Mientras los países desarrollados invierten más del 5 por ciento del PIB en investigación y en Chile y Brasil, alrededor del 2,5 por ciento, Colombia invierte 0,5 por ciento. Aunque esta universidad tiene una de las plantas de profesores más calificada, hemos logrado solo un 39 por ciento con Ph.D. Y de los 12.000 estudiantes apenas hay 30 en doctorados en ingeniería, física o biología.

SEMANA: La educación de calidad es costosa, y en Colombia hay un acceso limitado a la universidad por falta de recursos...

C.A.: Ampliar el acceso, manteniendo la buena calidad, es el gran reto de la universidad privada. Esta universidad tiene varias formas de enfrentarlo, aunque falta mucho. Hoy 4.500 estudiantes tienen apoyo financiero y hay unos 200 becados, entre ellos los 10 bachilleres con mejor Icfes de los colegios del Distrito y los cinco mejores de los colegios en concesión.

SEMANA: ¿Cómo pueden las universidades con más recursos y mayor calidad, como Los Andes, contribuir al desarrollo de las que tienen más dificultades?

C.A.: En los últimos dos años Los Andes ha apoyado a universidades como Coruniversitaria de Ibagué, la Tecnológica de Bolívar, la Autónoma de Manizales y la Uniminuto de Bogotá, con iniciativas como abrirle las puertas a sus profesores en programas de posgrado.