Especiales Semana

Fortalecer para competir

En un país en el que las Pyme deben vivir entre unos 40 impuestos, condiciones adversas y pocas iniciativas públicas, se hace necesario un cambio para ponerlas a tono con la dura competencia que se avecina.

26 de mayo de 2003

Una investigación que en las próximas semanas revelará Fundes, una iniciativa internacional pionera en 10 países de América Latina en Pyme, identificó 17 barreras que afectan el desarrollo y crecimiento de sus negocios. Estas se dividen en dos grupos: unas del entorno país y realidad en la que trabajan y otra relacionada con la gestión interna de las empresas.

En cuanto a los factores externos, la mayoría de empresarios encuestados estableció como barreras para su desarrollo la inestabilidad económica y de seguridad del país, que no les permiten desarrollar su actividad ni hacer proyecciones de mediano y largo plazo, así como en la poca asistencia y pobre direccionamiento del gobierno.

Pero sin dudas la mayor barrera que encuentran es el sistema tributario, pues una empresa que está en Bogotá, por ejemplo, debe moverse en un margen de 30 impuestos nacionales y 18 distritales que, además de ser onerosos, son complejos, sobre todo a la hora de saber cuáles son bimestrales, semestrales, anuales y anticipados.

Esto, que a la postre termina siendo un obstáculo para cualquier empresa pequeña, se complica en muchos casos por la falta de recursos. "En un país donde el crédito a las Pyme apenas está despegando de nuevo (ver nota siguiente) y hay pocos recursos de capital de riesgo para recurrir, los empresarios tienen que ir a proveedores informales (agiotistas) o a recursos propios, algo que se dificulta si se piensa que por cada peso de utilidad que consigan, inmediatamente 35 centavos pertenecen al Estado", dice Rubén Darío Salazar, director de Fundes.

Por eso la mayoría de expertos y empresarios consultados por SEMANA dicen que el Estado y el país deben pensar seriamente en la posibilidad de establecer un sistema tributario de transición, menos oneroso y más simple, para las micro y las Pyme. Esta sería una forma importante de dinamizar la economía y promover la pequeña propiedad.

Ahora bien, además de estas barreras externas, las dificultades internas son igual de preocupantes. En su mayoría están referidas a una infraestructura inadecuada y vieja, poca innovación de productos, falta de control de procesos, de mejora de calidad, de innovación y de poco desarrollo de mercadeo.

Esta perspectiva la comparte Christian Briker, director de Visión, un programa de acompañamiento de las Pyme de la Universidad de la Sabana. De acuerdo con los estudios del programa se ha llegado a la conclusión de que el principal problema de estas empresas es de gestión, "pues no venden lo que deben vender porque no lo saben hacer. No creo que el problema se deba a una contracción del mercado sino a que las Pyme no tienen planes de mercado, venden lo que creen que hacen y producen lo que quieren sus clientes, pero no lo que ellos quieren".

Para franquear estas barreras se requieren un gobierno y una clase política y empresarial más activa. Una buena idea es la que el presidente de Acopi, Juan Alfredo Pinto, le propuso la semana pasada en una carta al presidente Alvaro Uribe. En ésta le plantea la necesidad de crear un gran pacto que genere una verdadera política de desarrollo productivo y de competitividad, basada en la imperiosa necesidad de fortalecer y mejorar la capacidad productiva de la industria colombiana en general, y de las Pyme en particular. Esto incluiría definir unas metas claras, recursos para innovar y desarrollar tecnologías y productos, modernizar el parque industrial, crear estrategias de comercialización, capacitar a un número importante de empresarios, traer recursos para nuevos proyectos e internacionalizar la industria.

Exportar sí, pero?

Precisamente una buena parte de los esfuerzos se han centrado en las exportaciones pero la tarea debe ser la internacionalización, es decir, poner la industria y las Pyme a nivel competitivo de cualquier empresa de la región para defender, primero su mercado natural y después sí salir a conquistar mercados.

Natalia Jiménez, directora de Expopyme, cree que internacionalizar las Pyme no significa sólo exportar sus productos a uno o más mercados, "significa poder competir con calidad, precio, producto, servicio? frente a un puñado de consumidores agresivos que no sólo están en el mercado local sino también en los mercados internacionales esperando encontrar un espacio para desarrollar su estrategia comercial. Es prepararse para la competencia que se avecina".

Una muestra de esto puede ser lo ocurrido con Venezuela. Un grueso de las empresas que el gobierno preparó para exportar tenían a ese país como comprador pero, una vez llegaron los inconvenientes, se transformó en su mayor problema. Las ventas cayeron en 15 millones de dólares y los 30 que pensaban vender el resto del año son inciertas. Frente a esto, y a la falta de liquidez, han tenido que superar fuertes escollos financieros y buscar nuevos mercados.

Pero así la política del gobierno esté en las exportaciones la mayoría de empresas ni quiere ni tiene dentro de sus planes exportar de acuerdo con datos reveladores del estudio de Fundes.

Nicolás de Zubiría, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Colombo-Americana, dice que la máxima dificultad es que los empresarios no tienen una cultura exportadora ni conocen la forma de hacer negocios en el exterior, lo que dificulta su trabajo. "El grueso de las Pyme no viaja ni va ferias internacionales, que es donde se hacen negocios, se comprenden las tendencias y se actualiza en tecnología".

Otra de las grandes dificultades que debe enfrentar el país, según Fundes, es el de la asociatividad. Los colombianos desconfían de ellos mismos, del vecino y del competidor del lado, pero sin unión es imposible crecer y competir en un mercado cada vez más amplio y difícil. Frente a la magnitud de los pedidos la única forma es unirse.

"El empresario colombiano debe confiar en su capacidad, debe desarrollar un proceso de confianza suficiente que le permita tomar riesgos y avanzar en el desarrollo de su negocio. Debe aprender a competir, pero también a compartir para poder competir frente a canales comerciales que exigen capacidades de producción que sólo pueden ser atendidos a través del desarrollo de procesos asociativos. No se trata de mendigar porciones del mercado, se trata de ofrecer propuestas agresivas y de penetrar mercados donde difícilmente puedan ser desplazados", puntualiza Jiménez, directora de Expopyme.