Especiales Semana

GUIA TURISTICA

21 de diciembre de 1987

LA MAGIA DE PUERTO RICO
Puerto Rico, la isla encantada del Caribe, ofrece al visitante una de las mejores ofertas turísticas de la región. Desde doradas playas acariciadas por un tranquilo y verde mar, donde se puede hacer buceo antes de almorzar, hasta la posibilidad de asistir a un festival de música clásica después de la cena.
Puerto Rico es la unión del viejo y del nuevo mundo. La parte antigua de su capital, el Viejo San Juan, con sus calles empedradas y las fachadas de sus casas coloniales pintadas de alegres colores pastel, donde los balcones hacen parte no sólo de la decoración del lugar -tachonados de flores multicolores- sino también de la vida social, pues en las tardes la gente sale a tomar la brisa y la conversación se mantiene entre todos, calle de por medio... El viejo San Juan es, en fin, la única ciudad amurallada que cuenta con cuatro fortalezas construidas durante la dominación española. Es, como Cartagena en Colombia, "patrimonio histórico de la humanidad" y vive orgullosa de esa distinción.
Para el turista es todo un espectáculo recorrer El Morro, su principal fortaleza, o la plazoleta de San José, donde en uno de sus costados se encuentra la Iglesia que fue erigida en la época de la conquista española y en el otro la casa museo de Pablo Casals, donde aún se siente la presencia del gran músico. En el centro, una estatua del legendario Juan Ponce de León, su primer gobernador. Su sepulcro se encuentra en la Catedral de San Juan Bautista. Su familia vivió por 250 años en la que hoy se llama La Casa Blanca, sede del gobierno estatal.
Pero al mismo tiempo, San Juan es una ciudad moderna y comospolita. Con una población de más de un millón de personas, es importante centro comercial. Sus amplias avenidas están bordeadas de modernos edificios. La isla posee una de las más potentes industrias instaladas del mundo, pues es sede de los más importantes laboratorios multinacionales cuya producción está casi por entero dedicada al mercado norteamericano.
Puerto Rico no es solamente San Juan. En su interior se encuentra un sistema montañoso que produce bosques de una exuberante vegetación, planicies con plantaciones de caña, especies botánicas con más de 2.500 años de edad en el Parque Nacional El Yunque.
Recorrer su interior es adentrarse en una visión tropical de España. Hay ciudades tan pintorescas como Aibonito, Barranquitas, Guayama, donde coincide, como en Colombia, una estructura urbanística similar: la plaza del pueblo, con un parque florido en el centro y una Iglesia colonial en uno de sus costados. Mayaguez, con su impresionante Teatro, o Ponce, la segunda ciudad de la isla, con su moderno Museo de Arte, completan el conjunto.
Puerto Rico tiene otro sitio de interés para el turismo. En su interior, el Observatorio de Arecibo es el lugar con el más grande radio-telescopio del mundo, que tiene una antena en forma de plato de proporciones gigantescas, operado por personal científico de la Universidad de Cornell y dedicado a explorar y recibir señales del espacio exterior.
Otra de sus curiosidades es el Parque Ceremonial Indio de Caguana, que tiene monolitos en piedra que datan del año 800 d.C., así como las Cuevas de Camuy, por cuyas entrañas corre un extenso y caudaloso río que debe ser visitado por los turistas.
El deporte es uno de los protagonistas del turismo de Puerto Rico. Los complejos hoteleros han sido construidos en las playas o en el interior, alrededor de este concepto. Famosos campos de golf, mútiples canchas de tenis, todos los deportes náuticos imaginables o simplemente la posibilidad de descansar al borde de una piscina de cristalinas aguas, son elementos comunes en la isla.
La oferta hotelera -cerca de 10 mil habitaciones- es variada y al alcance de todos los bolsillos. Desde hoteles modestos de 25 dólares, que cuentan con comodidades elementales, hasta sofisticados conjuntos hoteleros, como El San Juan Hotel & Casino o el complejo Hyatt Dorado Beach y el Hyatt Regency Cerromar Beach, cuyas tarifas están al alcance del jet set internacional.
En el último de ellos, remodelado a un costo de 30 millones de dólares, se encuentra la piscina más larga del mundo. Mide 541 metros de larga: algo así como 160 metros más de lo que mide el edificio Empire State de New York. Tiene cerca de 4 millones de litros de agua, 14 cascadas, un jacuzzi subterráneo, cuatro chorreras de agua y está rodeada de 3 mil plantas y más de 250 palmas. Cruzarla de un extremo al otro toma 15 minutos.
La comida en Puerto Rico es variada y en algunos casos similar a nuestra comida costeña. El patacón pisao, llamado tostón, es elemento común, ásí como el sancocho o el arroz con frisoles. Por suspuesto la oferta de pescados y mariscos es variada y todo ello suele tomarse con los más exquisitos cocteles, como la piña colada -creada en el Viejo San Juan- o las más exóticas mezclas del famoso ron Bacardi.
La vida nocturna de Puerto Rico es variada y alegre. Es un pueblo eminentemente musical. Por doquier se escuchan boleros y musica tropical. La isla celebra un famoso festival folclórico, el Lelolai, donde confluyen las culturas taíno. española, africana y americana. Al tiempo sus modernisimas discotecas son el punto de reunión de la gente joven. Si el turista lo prefiere, puede encontrar ballet clásico en el Teatro Tapia o asistir a festivales de música clásica, como el Festival Casals, que se celebra anualmente.
Visitar Puerto Rico puede ser una de las experiencias más gratas. Viajar a la isla es fácil: la mayoría de las aerolíneas internacionales vuelan dos veces por semana. La isla recibe anualmente un millón 900 mil visitantes y cada uno de ellos regresa a su país con una gran satisfacción: haber disfrutado de un cálido ambiente, donde el pasado, el presente y el futuro caminan de la mano.