Especiales Semana

Hablando con Julis

Mario Galindo inventó un 'software' para comunicarse con su hija. Ella oye, pero no habla.

18 de junio de 2011

Juliana Galindo nació con una dificultad del habla que los médicos aún no han podido descifrar. A falta de palabras, aprendió a comunicarse mediante señas. Muy pocos podían comprenderla.

Su padre, Mario Galindo, se empecinó en romper esta barrera. Durante tres años, en las noches y los fines de semana, este ingeniero civil trabajó con cuatro colegas, una especialista en psicología educativa, su esposa y su hija mayor para desarrollar un software capaz de establecer un puente entre los oyentes y los no oyentes. El resultado: Hablando con Julis, un programa único en el mundo que, aparte de servir de intérprete a su hija, es una herramienta de comunicación para individuos con problemas de habla, síndrome de Down, cáncer de lengua y parálisis facial, entre otros.

Esta innovación también ayuda a personas sordas o mudas a aprender a leer y escribir: los estudiantes asocian las señas con la imagen del objeto que quieren representar y con la manera de escribirlo en español. Esto es un logro considerable si se tiene en cuenta que el 87 por ciento de los 123 millones de sordos en el planeta son analfabetos.

Como Galindo lo describe, su iniciativa se convirtió en una bola de nieve: "Lo que en un principio era una solución para un problema de Juliana se transformó en una respuesta para los compañeros de su colegio y luego resultó ser una alternativa para toda la comunidad sorda".

Hoy, Hablando con Julis está presente en tres aulas interactivas, dos en Bogotá y una en Cartagena. Se planea adaptar el software a dispositivos móviles e inaugurar una nueva sede en Panamá. Gracias al sueño y la persistencia de un padre, más de 600 niños aprenden a diario que los límites están en la mente de las personas y no en sus habilidades físicas.