Especiales Semana

INDUSTRIA DEL CUERO

7 de marzo de 1988

BOGOTA LEATHER SHOW
LA VITRINA DEL CUERO
La presencia de centenares de compradores extranjeros, al lado de cerca de 5 mil compradores del país, demuestra que el Bogotá Leather Show se ha convertido en la mejor vitrina, nacional e internacional, del cuero colombiano. Por algo se ha llegado a la décima edición de este evento, con resultados cada vez más satisfactorios tanto para el propio gremio como para el país en general.

Cuando en 1978 Gustavo Canal, el entonces presidente de Asocueros, Asociación Nacional de Manufactureros del Cuero, debió enfrentarse a la realidad de que el producto colombiano estaba cayendo apresuradamente en el mercado internacional, decidió inventar alguna fórmula efectiva para hacerlo resurgir tanto en la mentalidad y el enfoque de producción de los colombianos, como en la apertura de nuevos canales de exportación. Algunos años antes el gremio habia obtenido una buena bonanza gracias a la venta masiva de tulas de cuero, principalmente a las grandes tiendas de Estados Unidos y Alemania. Sin embargo, la dicha no duró mucho tiempo. Varios paises erientales, entre ellos Taiwan y Corea, se dieron cuenta de lo rentable del negocio, y emprendieron una fuerte competencia a los colombianos, con precios bastante rebajados. La bonanza terminó ahi, y lo más grave es que la tula era el único producto de cuero que se conocía del país en el exterior.
Sólo quedaba una opción para resurgir: continuar incansablemente en la búqueda de óptima calidad en las manufacturas del cuero, diversificar el producto y darlo a conocer. El primer punto se fue logrando (y todavia se trabaja en este aspecto, por supuesto) contratando técnicos del exterior que dictaran cursos y seminarios a los manufactureros colombianos, a la vez que muchos técnicos colombianos fueron a entrenarse directamente en talleres de los países más avanzados en este campo. Asocueros se ha preocupado desde sus comienzos por buscar una permanente asesoría técnica para sus afiliados, y en este propósito se ha trabajado al más alto nível. Otra clave para desarrollar este punto consistia en congregar al mayor número de fabricantes, sobre todo los de la industria pequeña y aun la casera, para compartir los nuevos conocimientos de fabricación y para fijarles la meta de exportar.
El producto se fue diversificando al congregar cada vez un mayor número de trabajadores del cuero, desde los propios fabricantes hasta aquellos sectores de apoyo como los productores de herrajes y los de pegante. Ahora faltaba darlo a conocer. Para el efecto, el gremio comenzó a participar masivamente en importantes ferias del cuero internacionales airededor del mundo, y decidió crear en Colombia el Bogotá Leather Show, dotándolo desde el comienzo de la mejor publicidad entre los compradores nacionales e internacionales, y concibiéndolo como un evento al más alto nivel, en el que la meta principal era mostrar el producto y venderlo.

Tanto la participación en ferias del exterior, como el Leather Show en Colombia, tuvieron un comienzo de siembra e inversión. "Hay que invertir dinero y esperanzas en las primeras ocasiones en las que se particina en un evento, asegura un exportador, pues al comienzo nadie lo mira a uno. Luego empiezan a comprender que la industria colombiana del cuero está progresando y vendiendo cosas interesantes, hasta que finalmente deciden verificarlo comprando pequeñas muestras que llevan para probar el mercado en sus tiendas.
Pero esa inversión vale la pena. Tanto así, que en la actualidad todo el mundo conoce la calidad de nuestros productos, y aun países como Italia, que tiene la mejor fama en el sector, le está comprando manutacturas de cuero a Colombia ".

Y la prueba del progreso se refleja en las exportaciones del sector en 1987: 102 millones de dólares. Por esto, seguramente, el número de expositores en el Bogotá Leather Show se ha triplicado en los últimos 5 años.
En efecto, para ésta, su décima edición, que se realiza en el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada entre el 11 y el 14 de febrero, se cuenta con cerca de 170 expositores de los diferentes sectores de la Industria del cuero y de todas las regiones del país, principalmente de Bogotá, Bucaramanga, iyledellín, Cúcuta, Cali y Pasto, y con más de 60 delegaciones de compradores de 15 países, para un total de cerca de mil compradores internacionales y varios miles del propio país. Esta participación asegura no sólo un mejor conocimiento a nivel mundial de la producción colombiana, sino además importantes ventas al por mayor y una serie de contactos para ventas posteriores.

Y, lógicamente, para que los resultados del evento sean tan efectivos, se requiere una minuciosa labor de organización. Es por esto que el Centro de Convenciones se convierte en un lugar destinado totalmente a las exigencias del medio. Tanto compradores y vendedores disponen de salas de juntas, equipos de comunicación, traductores, mensajeros, modelos, y todos los servicios que se puedan requerir en un acto de esta categoria.

Carmenza Osorio, la persona directamente encargada de la organización del Bogotá Leather Show desde hace 8 años, comenta a SEMANA que la planeación del evento, que dura 3 días ocupa 11 de los 12 meses del año. El otro mes se destina a la evaluación del anterior. "Podría decirse, asegura, que la organización del Leather Show es cuestión de todo el año, porque en definitiva la evaluación del anterior ya forma parte de la planeación del siguiente. Desde el mismo instante en el que finaliza la feria del cuero, los organizadores preguntan a los expositores acerca de su experiencia y averiguan si desean conservar el mismo stand del presente año. Si lo desean, ya pueden contar con él nuevamente; si quieren cambiar, entonces ese stand se pone a la--venta desde ese momento.
Además, lo más importante es conocer las impresiones de vendedores y compradores, para saber qué aspectos conviene modificar. Después de esto se realiza una exhaustiva evaluación, teniendo en cuenta cada uno de los detalles".

Para tener una idea de la organización del Leather Show, Carmenza Osorio afirma que solamente el aspecto publicitario debe empezarse a trabajar con 8 ó 10 meses de antelación. Hay que buscar un diseño llamativo para los afiches y los volantes, mandarlos hacer, revisar cuidadosamente, establecer los contactos nacionales e internacionales, y empezar el despliegue publicitario unos 7 meses antes del evento.
"Es indispensable que los compradores internacionales conozcan con mucha anticipación acerca del evento, para que de una vez lo incluyan en su agenda.
Además porque Asocueros tiene que establecer un presupuesto aproximado desde el comienzo. Hay que tener en cuenta que los gastos de muchos de los compradores corren por cuenta de Asocueros, pues la idea es facilitarle todo al que quiere importar".

La organización es demorada y costosa (cerca de 65 millones de pesos por año), pero gracias a ella se sabe que no hay un solo expositor que no haya vendido en su Leather Show, o que al menos no haya establecido contactos efectivos para ventas posteriores. --