Especiales Semana

Inversiones mundiales

Entre las ofertas de productos bancarios, las filiales en el exterior son una opción que facilita las transacciones a los clientes colombianos.

13 de marzo de 2005

Aunque las ofertas de servicios bancarios internacionales no son nuevas, durante los últimos años no sólo han aumentado sino que han comenzado a ganar fuerza y a postularse como una de las posibilidades bancarias para tener en cuenta. Ya no se trata de productos exclusivos para grandes multinacionales sino de una opción al alcance de todos. Por eso, ahora resulta más fácil hacer parte de la red bancaria mundial sin tener que salir del país y así poder realizar transacciones de forma ágil.

De hecho, las nuevas facilidades para recibir giros internacionales han convertido este servicio en uno de los más populares, además de útil y atractivo para los clientes. Los altos índices de emigración hacen cada día más necesaria una figura que permita recibir giros en dólares desde el exterior directamente a su cuenta bancaria y contar con su dinero en sólo un día.

Pero los giros no son la única facilidad relacionada con la moneda extranjera. Aunque en Colombia ningún banco o corporación financiera ofrece a sus clientes cuentas en dólares o euros, muchos de ellos tienen sucursales en otros países en donde los usuarios tienen la posibilidad de abrir cuentas corrientes en otra moneda. Este servicio ha convertido a Panamá y Miami en las sucursales más apetecidas para hacer una inversión en dólares.

Los beneficios de tener una cuenta en el exterior son atractivos especialmente para quienes manejan continuamente transacciones de dinero. Está la posibilidad de realizar pagos a terceros desde la cuenta corriente en dólares a través de entidades aliadas. Con esto, el cliente no sólo obtiene una mayor agilidad en sus transacciones, sino que además evita pasar por la cuenta corriente en pesos y se ahorra el 4 por mil.

El procedimiento es sencillo. Aunque cada banco tiene sus propios cupos, los clientes pueden abrir una cuenta corriente con un monto mínimo de 10.000 a 20.000 dólares. La cuenta tendrá un manejo similar al de las cuentas corrientes en pesos, con la posibilidad de enviar y recibir dinero hacia cualquier parte del mundo.

Además de recibir la diferencia que representa la devaluación de la moneda, el cliente obtiene la rentabilidad que brinda el banco. Algunas de ellas incluso tienen la posibilidad de chequeras internacionales y de tasas competitivas con las ofrecidas por grandes bancos internacionales, cercanas al 0,75 por ciento de interés anual.

Pero antes de tomar una decisión es indispensable tener claros los riesgos. Uno de ellos es el comportamiento del dólar y su efecto cambiario a nivel interno. Una continua tendencia a la baja puede afectar la rentabilidad a mediano y largo plazo. Este fue el caso de 2004, cuando el dólar bajó 14 por ciento y se convirtió en un pésimo año para los ahorradores que tenían su dinero en estas cuentas.

Lo más importante para acceder a estos servicios y tomar una decisión es estar bien informado, tener claro el tiempo durante el que se pretende tener ahorrado el dinero y, en lo posible, contar con una asesoría apropiada antes de dar el primer paso. Una vez tomada la decisión, deben planearse diferentes escenarios de ahorro, armar un 'portafolio de inversiones' en el que se incluyan distintos productos financieros, desde dólares hasta acciones y fiducias. Lo mejor es hacer un sondeo entre las entidades bancarias, analizar lo que cada una de ellas ofrece y comparar riegos y beneficios para poder hallar la opción indicada según las necesidades de cada usuario.