Especiales Semana

La clave está en la elección

Los posgrados se han convertido en la mejor herramienta para acceder al mercado laboral. Escoger bien el programa resulta fundamental para el éxito.

24 de marzo de 2007

El mundo moderno exige profesionales competentes que estén en línea con las exigencias del mercado, la preparación debe ser constante y extenderse a lo largo de la vida, pero, sobre todo, debe tener coherencia con el gusto personal y las capacidades del estudiante.

El estudio de un posgrado garantiza al profesional un mejor desempeño personal y profesional y una mayor competitividad en los ámbitos nacional e internacional. Esto se traduce en una mejor calidad de vida y unas condiciones óptimas de desarrollo para el país.

"El profesional tiene que estar en un proceso permanente de perfeccionamiento. Y los posgrados proporcionan más conocimiento, más investigación y más competencia. De acuerdo con las exigencias del mundo de hoy, los profesionales no pueden quedarse sólo con el pregrado", explica Gabriel Burgos Mantilla, viceministro de Educación Superior.

Los profesionales buscan, a través del posgrado, un nivel académico más alto que les permita vincularse al mercado laboral desde sus áreas específicas. Según Burgos, existe una relación directa entre los profesionales con posgrado y los niveles de ocupación; por lo general, tienen más posibilidades de trabajo, mayor remuneración y son más llamados por las empresas.

Sin embargo, las universidades deben establecer más y mejores contactos con las empresas para garantizarle al profesional lugares óptimos donde puedan hacer sus pasantías. Así se puede lograr un buen empalme entre oferta y demanda, donde el profesional puede acceder a otros beneficios como la experiencia y los contactos que, además de alimentar su hoja de vida, se pueden traducir en oportunidades de crecimiento personal y profesional.

Para estudiar un programa de posgrado se han generado diversas estrategias que le permiten al profesional acceder a la mejor oferta. Y para incentivar sus estudios, algunas universidades permiten adelantar materias desde el pregrado. De esta manera, los estudiantes pueden graduarse con ambos títulos a la vez.

El Icetex ha mejorado sus sistemas de crédito para estudiantes de especialización y maestría. Ya no se exige un deudor solidario si el estudiante tiene ingresos comprobados, las adjudicaciones se están haciendo en cualquier época del año y el monto de los préstamos tiene un tope de 40 millones de pesos para pagar a mediano y a largo plazo con la tasa de interés más baja del mercado: 0,66 por ciento. Este incentivo ha permitido un aumento considerable de la demanda.

Según Marta Lucía Villegas Botero, directora general del Icetex, "El propósito es contribuir con la especialización de los profesionales colombianos, que deben prepararse para el mundo empresarial que se vislumbra".

Para promover la formación académica de alto nivel, el Ministerio de Educación y Colciencias están destinando recursos dirigidos especialmente a maestrías y doctorados que son financiadas en el exterior, y programas internos de jóvenes talentos, para la investigación y la innovación.

También se han celebrado convenios internacionales con países como Alemania, Holanda, Estados Unidos, Francia y España. Además, los estudiantes de doctorado colombianos pueden hacer sus pasantías en otro país, y viceversa.

Si se tienen en cuenta las garantías que ofrece el estudio de posgrados, los profesionales llegan a la difícil tarea de elegir entre las innumerables ofertas de programas que hay en el país, que han ido en aumento en los últimos años. Esta elección determina el rumbo de su vida profesional y sus posibilidades de vinculación laboral. "El profesional de hoy debe tener claro hacia dónde va, tener un perfil definido y conocer sus aspiraciones", afirma Alberto Roa Varelo, vicerrector académico de la Universidad del Norte, de Barranquilla. Mientras más concreta sea la elección, más fácil será acceder al programa ideal.

El primer paso es determinar las habilidades desarrolladas durante la carrera. El océano de conocimientos que arroja el pregrado puede dar algunas pistas sobre el camino a seguir. De acuerdo con Antonio Rodríguez, director de posgrados de la Universidad EAN, "la decisión implica una revisión positiva y objetiva del nivel en el que se encuentra el estudiante con respecto a las competencias que piensa desarrollar".

El posgrado permite profundizar en un campo específico de una disciplina o ampliar los conocimientos en áreas complementarias.

Otro punto importante es definir qué tipo de posgrado se quiere hacer; cada uno responde a unos intereses específicos: la especialización proporciona una profesionalización de un área, la maestría otorga el componente de investigación, y el doctorado es más especializado en la parte disciplinaria de la ciencia que se estudió, explica Tatiana Olarte, directora de fomento a la educación superior. También hay que considerar los requisitos para acceder a cada una de ellas, en especial al doctorado, que exige el previo estudio de una maestría, y las ofertas de especializaciones y maestrías que están dirigidas a distintos títulos profesionales.

Conocer la proyección de cada tipo de posgrado es vital, según Roa Varelo, "debemos subrayar la importancia internacional de los títulos de máster y doctorado, que son los reconocidos en el nivel mundial".

Una vez se elija el tipo de posgrado, comienza la selección del programa. Un estudio detallado de las distintas ofertas incluye las necesidades y los propósitos de cada profesional. Se recomienda revisar aspectos más específicos, como el perfil del programa, la acreditación y el prestigio de la universidad, la infraestructura, la calidad de los docentes y el campo laboral que ofrece, además de la duración, las facilidades de tiempo para alternar con el trabajo y el valor de la inversión.

Factores académicos como el carácter científico o práctico del posgrado, los grupos de investigación, la apuesta por las nuevas tecnologías y el nivel profesional de los docentes desempeñan un papel clave para determinar si el programa es bueno o no. A pesar de que todos cuentan con unos requisitos mínimos de calidad, el prestigio o la proyección de unos prevalece sobre otros.

"Hoy día las universidades se están preocupando cada vez más por ofrecer no sólo una completa variedad de programas que respondan a los intereses individuales de los estudiantes, sino áreas de desarrollo pertinentes para el país", explica Carlos Angulo, rector de la Universidad de los Andes.

La conciencia de los profesionales ha permitido un constante avance hacia una Colombia más preparada. A pesar del obstáculo financiero y la baja disponibilidad que tienen algunos horarios laborales, las universidades y las empresas intentan estar a la altura de las necesidades de los profesionales para mejorar los niveles de competitividad.