Especiales Semana

LA CRISIS ENRIQUECE AL ARTE

10 de noviembre de 1997

no sería justo de mi parte opinar sobre al arte colombiano más reciente, ya que hace más de dos años que no tengo contacto directo con lo que se exhibe en las galerías del país.Desde hace muchos años he seguido el desarrollo de la pintura y escultura que se hace en Colombia con muy especial interés y admiración, porque creo que lo que se produce allí está entre los trabajos más importantes que salen de la América Latina el día de hoy.
Mi antigua admiración por el inolvidable Alejandro Obregón, con quien inicié en París en 1950 una amistad que nunca tendrá fin, y que con la ayuda de Marta Traba me inició en el camino al conocimiento del arte de Colombia.Creo que todos los problemas que afligen en este momento a ese querido país, problemas económicos, sociales y políticos, serán superados y volverán los colombianos a ser un ejemplo de democracia y de desarrollo sostenido, como lo han sido hasta un pasado muy cercano para todos sus vecinos.
En materia de arte estas situaciones de crisis, que todo lo hacen más difícil y angustioso, son épocas en que los artistas enriquecen _si bien dolorosamente_ su vida interior, aun a costa de la frustración y la angustia que el diario ejercicio de vivir les produce.
ellos encuentran, sin embargo, la fuerza y la manera de testimoniar de su experiencia y con ello le dan el rostro con que esa época aparece ante la historia.Estoy seguro que en este mismo momento en Bogotá, en Medellín, en Cali, en cada ciudad, grande o pequeña de Colombia hay artistas protestando en su lenguaje, afirmando la belleza de la vida contra todo lo que parece aplastarla.
Fernando de Szyszlo es uno de los artistas más destacados del arte contemporáneo de América Latina. Desde su primera exposición de pinturas abstractas en 1955, ha sido aclamado en su país natal, Perú, y en todo el mundo como uno de los más influyentes artistas de este siglo.