Especiales Semana

La eterna juventud

Cada vez importan menos los años que revele la cédula. Ahora los especialistas buscan conocer la edad biológica de los pacientes para prevenir enfermedades y mejorar su calidad de vida.

25 de septiembre de 2005

Casi nadie apaga todas las velas de su pastel con un soplido cuando estas pasan de 35. Y aunque unos llevan mejor los años que otros, lo cierto es que se envejece antes de lo que se quisiera. Esto sucede cuando el sistema regenerador de las células del cuerpo actúa a menor velocidad que el sistema destructor de las mismas. El proceso empieza a partir de los 25 ó 30 años, pero no se es consciente de él hasta los 40 ó 50. A esta edad se detecta un bajón físico importante y se plantea la posibilidad de ponerle freno.

En la actualidad, gracias a los avances médicos, los seres humanos pueden vivir por más tiempo. Esto ha dado lugar a que aparezcan nuevas corrientes en la medicina. "Los médicos no debemos trabajar sólo para garantizar la supervivencia de las personas, ahora nos preocupamos porque disfruten este mayor tiempo con calidad de vida", asegura la doctora Lina Maria Triana, cirujana plástica con especialización en medicina para el manejo de la edad. De esta premisa parte la medicina antienvejecimiento, una especialidad médica que tiene su origen en Estados Unidos y que será presentada en el marco de Exposhow 2005.

Muchas personas creen que la vejez es algo genético pero, según los especialistas, los enemigos son múltiples. Las causas externas, lo que se llama malos hábitos: estrés, tabaco, alcohol, contaminación, alimentación inadecuada provocan la oxidación celular, principal causa del envejecimiento.

La medicina para el manejo de la edad es un programa preventivo de salud con el que cada vez más personas mejoran su calidad de vida y se anticipan a la aparición de enfermedades degenerativas, como el alzheimer o el cáncer. Su objetivo se concentra en la regeneración física del organismo a través del ejercicio, una nutrición adecuada y la optimización hormonal, asegurando para el paciente una excelente calidad de vida y un envejecimiento saludable. Cada persona y los elementos que la afectan son diferentes, de ahí que no existan recetas únicas. Por eso los especialistas en antiaging, antes de establecer una terapia, realizan un completo examen con el fin de conocer el daño biológico y fisiológico que han sufrido las células del paciente. Para ello se analizan desde los marcadores de proteínas hasta el riesgo cardiovascular y los niveles hormonales. Y aunque no es una fórmula milagrosa, sí ayuda para vivir mejor y huir el máximo tiempo posible de los temidos achaques.