Especiales Semana

LA INDUSTRIA Y EL AGRO

5 de marzo de 1990

MEDICINA LEGAL
Es probable que con la aparición de la primera abuela sobre la Tierra aparecieran también las primeras aguitas medicinales, pues no se ha conocido abuela alguna que no haya recomendado infusiones de tallos y hojas para la curación de cualquier tipo de dolencias. Lo que sí se puede asegurar es que las sempiternas abuelas nunca imaginaron que esos maravillosos secretos, transmitidos de generación en generación, se fueran a convertir en una verdadera industria farmacéutica.
En efecto la medicina popular herbaria, auténtico patrimonio familiar en el pasado, adquirió por fin su plataforma científica. El laboratorio de farmacología vegetal de la Escuela de Medicina Juan N. Corpas, reunió toda esa tradición herbaria, nacida de la sabiduría popular, para incorporarla científicamente a la industria de medicamentos. Los extractos naturales de plantas medicinales que constituyen la misma infusión legendaria pero con un alto grado de concentración, no sólo son una alternativa industrial importante, sino que remplazan fácilmente a muchas de las drogas químicas importadas al país para tratar síntomas menores, y a un costo considerablemente más bajo.
El objetivo es aprovechar las propiedades de las plantas y a su vez explotar un campo potencialmente intacto, como lo es el de la in dustrialización de la flora. Sin ir más lejos, la flora medicinal colombiana es una de las más ricas del mundo. Posee cinco mil diferentes especies nativas con propiedades terapéuticas diversas. Y si bien no es posible reducir a síntesis química las cualidades medicinales de los vegetales por razones económicas, y tampoco es rentable su exportación en forma de materia prima, la preparación de extractos naturales y su utilización como producto natural herbario sí está al alcance del desarrollo técnico del país.
Los medicamentos elaborados a partir de esencias vegetales no son tóxicos, no tienen contraindicaciones, ni producen efectos secundarios. más bien permiten cubrir acciones menores o coadyudantes en el tratamiento de una enfermedad. Los pequeños trastornos que constituyen el 60% de la consulta médica externa, pueden ser fácilmente atacados con extractos herbarios medicinales, los cuales, si bien no tienen propiedades curativas, si contribuyen a aliviar los síntomas primarios.
Y con una ventaja enorme con relación a la medicina popular herbaria: el control higiénico sobre los propios cultivos, lo que garantiza la ausencia de pesticidas y abonos orgánicos en los extractos. Con la industrialización de concentrados vegetales no sólo se pretende ayudar a la comunidad introduciendo nuevas formas terapéuticas que reduzcan los enormes costos de las drogas procesadas en el extranjero, sino también ofrecer una alternativa de diversificación en el sector agrícola. Colombia consume anualmente más de 150 mil millones de pesos en medicamentos sintéticos importados. La industria nacional de extractos vegetales puede fácilmente remplazar la quinta parte de ese consumo, generando un ahorro de 30 mil millones.
Además,si se logra una producción suficiente para el autoconsumo, las perspectivas agroindustriales aumentarían considerablemente, se incrementaría el beneficio social de la población y las posibilidades de exportación serían magníficas. Hoy en día los consumidores extranjeros demuestran un incisivo interés por la utilización de los productos herbarios elaborados en Colombia. Un sólo ejemplo de este creciente deseo de compra es el de los Estados Unidos, que el año pasado, gracias a la información suministrada por el laboratorio de farmacología vegetal, hicieron un pedido de 100 mil unidades, cuando la industria colombiana apenas está en capacidad de producir 3 mil. Por el momento el Ministerio de Salud ya dió carta blanca a la fabricación de extractos vegetales,especificando la procedencia del medicamento y su diferencia con respecto a las demás drogas.
Así las cosas ,el futuro industrial de las flores medicinales colombianas es promisorio. más cuando el laboratorio. de farmacología vegetal de la Corpas esta a punto de descubrir un insecticida natural, que eliminaría el eterno problema de la contaminación vegetal por fumigación. Sin duda,una verdadera revolución agroindustrial.

CARLOS VILLAMIL CHAUX
"ESTA ES LA DECADA DE LA AGRICULTURA"
SEMANA:¿Cual es la evaluación de la Caja Agraria en los últimos diez años?
CARLOS VILLAMIL: Ha sido una época muy variable. En 1982 la Caja Agraria estaba en causal de disolución porque había perdido una suma superior a la mitad de su patrimonio. Hubo necesidad de hacer una recapitalización y la ley 68 de 1983 le concedió a la Caja 30 mil millones de pesos para reponer las pérdidas causadas por la aparición del sistema UPAC, que le arrebató a la entidad su principal fuente de ingresos: el manejo del ahorro naciónal. A pesar de la recapitalización sólo hasta la última parte de la decada la Caja ha logrado mejorar su situación financiera, y es así como en este momento se encuentra totalmente saneada. A partir de 1987 hemos emprendido una etapa de modernización, de sistematización y capacitación, con el ánimo de instalar a la Caja Agraria nuevamente en el primer lugar.

S.: Dentro de los nuevos servicios de la Caja Agraria, está el de la Libreta Agraria. ¿Cuáles son sus beneficios?
C.V.: La libreta agraria es prácticamente la eliminación de los trámites para créditos de capital de trabajo. Antes estos créditos, aún para los usuarios que llevaban veinte años con la Caja,se tramitaban como si se solicitaran por primera vez.
Ahora, a través de la Libreta Agraria, este proceso se cumple automáticamente durante tres años, por medio de un cupo de crédito fijado. Es como una tarjeta de crédito.

S.: ¿Qué resultados ha tenido el sistema de extensión?
C.V.: El sistema de extensión se implantó en 1987 con el fin de llevar la tecnología a la parcela del campesino,el cual necesita tanto de extensión de tecnología como de crédito. Y la tecnología existe en las granjas del ICA, en las fincas comerciales, pero lo importante es llevarla hasta la tierra del pequeño productor. El sistema de "Extensión Dirigida a Objetivos esta precisamente para eso. Ya estamos atendiendo en 300 municipios a más de 200 mil familias en forma directa,

S.: ¿De qué otra forma llega la Caja Agraria al campesino?
C.V.: Uno de los grandes cambios que la Caja ha incorporado para llegar al campesino es,sin duda, el de los almacenes Agropunto.La red comercial de la entidad en los últimos tres años ha sufrido una transformación total, que se refleja en cifras.En 1986 vendimos 13 mil millones de pesos.En 1989,60 mil millones.Nuestra meta en 1990 es superar los 100 mil millones de pesos. Por otra parte la Caja quiere llegar a todos los municipios de Colombia, a los 300 municipios que en este momento no tienen Caja Agraria, a través de los puntos de servicio.

S.: Siempre se ha dicho que el aumento en los costos que supone la inversión del pequeño propietario en tecnología moderna reduce considerablemente el ingreso del campesino,dificultándole la superación de su nivel de vida. ¿Cómo intenta contrarrestar la Caja Agraria esta aparente paradoja?
C.V.: Esa paradoja no existe. El campesino es el mejor pagador de su crédito. Los problemas de cartera son con las entidades gubernamentales, por ejemplo,pero no con el campesino pequeño. Cuando el propietario primario afronta dificultades de cumplimiento causadas por el clima,las inundaciones o la sequía, siempre llega a un acuerdo con la Caja.

S.: ¿Cómo está colaborando la Caja Agraria con el Plan Nacional de Rehabilitación?
C.V.: La Caja Agraria es el pilar crediticio del PNR, pero no sólo se está trabajando en crédito. Por medio de convenios con el gobierno nacional se estan construyendo acueductos, alcantarillados,redes de electrificación,obras de infraestructura y se están abriendo oficinas en puntos críticos.

S.: ¿Con qué presupuesto cuenta la Caja Agraria para 1990?
C. V.: El presupuesto es muy grande. En este momento tenemos capital suficiente para prestar 2.000 millones de pesos diarios, para emprender 150 obras de modernización, para poder adquirir los equipos de computadores que la Caja necesita, para transportar equipos propios, ya que la Caja Agraria es una de las mayores compañías transportadoras de valores en el país. En fin,la entidad está en un período de expansión muy importante.

S.: ¿Qué falta por hacer en esta época que comienza?
C:V.: Esta década va a ser la década de la agricultura. Colombia va a progresar en productos sofisticados del campo, en exportación de frutas, de hortalizas, va a intensificar su exportación de flores. Las facilidades portuarias y la tecnología existente nos van a permitir ser tremendamente competitivos, ya no en productos tradicionales, sino en productos muy sofisticados y de alta tecnología. Si logramos transferir esa tecnología al campo, tenemos muchas posibilidades de expansión en esta década.