Especiales Semana

La mayoría justifica los medios: el papel del pluralismo informativo en la consolidación del libre juego democrático

Manuel Augusto Calderón Ramírez*
28 de octubre de 2002

"Los integrantes de los grupos étnicos tendrán

derecho a una formación que respete y

desarrolle su identidad cultural"


Art. 68, Constitución Política de Colombia

"Pueblos Indígenas y Negros, dos mundos de

Colombia, dos enigmas para la despistada

Sociedad Nacional que, aún ocupada en

pequeños menesteres y rencillas de Patria Boba,

no ha podido mirarse y reconocerse a sí misma"


María Fernanda Sánchez

Para un número considerable de colombianos, iniciar la cotidianidad con Julio Sánchez Cristo es sinónimo de información, interés y prioritariamente, buen gusto. Observar las imágenes de la última toma guerrillera y posteriormente la nota periodística que resalta el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas, acompañada del eslogan "si se puede", constituye la prueba fehaciente de la veracidad y la versatilidad informativa. Ver los goles del campeonato y leer al columnista deportivo de turno, que arremete contra lo divino y lo humano más allá de centrarse en los tópicos que como buen profesional le competen, descansa la curiosidad noticiosa, convierte el análisis en un elemento superfluo, donde priman los golpes de pecho, la reiteración del "se los advertí" y el auge de nuevos ídolos y dioses. Culminar la jornada con los "confidenciales de ataque", "hush-hush" , el vestido que usará Shakira en la ceremonia de los Grammy y las razones que llevaron a que Juan Pablo Montoya se casara en Cartagena, consolida la franja de opinión light determinada por la necesidad de encontrar espacios agradables y positivos ante las problemáticas abordadas a lo largo del sinnúmero de emisiones noticiosas que cubren la franja informativa de los medios de comunicación.

Conflicto armado y gestión pública, deportes, farándula, jet set y vida social, parecen ser las aristas de la información en Colombia. Sobre estos tópicos, recaen los mayores recursos y los mejores cubrimientos, las primicias y los extras. La tendencia de los medios de comunicación a estandarizar los contenidos noticiosos en función del interés ciudadano, constituye una característica notoria del proceso informativo. Cada vez es más frecuente, observar el comportamiento de la información en función de clasificaciones genéricas enmarcadas en grandes bloques temáticos rotulados de acuerdo a coyunturas específicas y aisladas. Sin duda alguna, la determinación de los contenidos en los medios depende de las problemáticas colectivas en un nivel macro y ante todo de la demanda informativa.

Sin embargo, lejos de problematizar la determinación de los contenidos en los medios de comunicación social, es imperioso determinar hasta qué punto, la información tiende a homogeneizar la diversidad cultural y étnica en función de patrones comunes y directrices determinadas. A pesar de que el 26% de la población del país es afrocolombiana y cerca del 2% del total de los habitantes de la nación pertenece a una comunidad indígena , el papel de los medios de comunicación se orienta, prioritariamente, al sector poblacional que compone la mayoría étnica y cultural colombiana. De igual forma, la progresiva y reciente inclusión de minorías políticas, culturales, sexuales y religiosas, en los ámbitos más sensibles del panorama nacional (económico, cultural, social, etc), determina la necesidad de afianzar el objetivo social de los medios de comunicación en función del pluralismo democrático y la creación de agendas sociales que prioricen la multiculturalidad, la plurietnicidad y la diferencia como eje central de la información.

En esta óptica, "la comunicación asumida desde el reconocimiento de la diferencia y el conflicto es un espacio fundamental para que entren en diálogo las heterogeneidades individuales, sociales y culturales" . Al respecto, el objetivo primordial no es modificar los contenidos, debido a que éstos responden a una demanda informativa colectiva, que de una u otra forma, afecta la relación de las minorías étnicas y culturales con un entorno específico, autónomo y determinado. Es imperioso, de esta forma, incluir "temáticas que se aborden desde ángulos más diversificados, que abarquen más matices y perspectivas" .

Bajo esta visión, la dinámica informativa, no sólo debe estar caracterizada por la garantía de pluralismo en la creación de medios de comunicación y difusión. Con la liberalización del mercado de la información, el ingreso de nuevos oferentes se encuentra enmarcado en la normatividad jurídica y legal existente. Sin duda alguna, una variante de suma trascendencia para el pluralismo informativo reposa sobre la libertad de expresión, arista que se materializa en la posibilidad de ofrecer información desde un punto de vista determinado. No obstante, "en apariencia sigue habiendo un gran número de diarios, emisores de radio y canales de televisión, pero en realidad tiene lugar el llamado efecto ventrílocuo, muchos medios pero todos repiten con ligeras variaciones lo programado por unos pocos" . En la misma medida, la privatización de medios de comunicación, determina la creación de consorcios comunicativos que concentran los grandes sistemas de información, tecnología y entretenimiento.

El poder económico y la rentabilidad financiera, reemplazan de esta forma, la función social del medio, en virtud de la competencia, la fagotización empresarial y el espíritu de mercado. En este sentido, la inserción de minorías y otros grupos de interés no mayoritario en el proceso de difusión y transmisión de la información, se presenta como una dinámica ajena a las directrices empresariales de los medios. Es allí donde, "el pensamiento único y la cultura única se imponen" .

Bajo esta perspectiva, la intervención del Estado debe orientarse a la puesta en marcha de políticas que restablezcan el pluralismo e involucren sectores minoritarios en la difusión y recepción de la información. Al respecto, "la intervención de los poderes públicos para restablecer el pluralismo no tiene por qué concebirse necesariamente como una injerencia en las libertades de expresión e información" . Por tal motivo, la participación estatal en el proceso comunicativo, se afianza ante la presencia de fallas de mercado y distorsiones en la información. El monopolio público es legítimo, en la medida en que la interacción de los medios de comunicación privados no garantice el pluralismo democrático como resultado óptimo del proceso comunicativo.

En el mismo sentido, la consolidación del pluralismo informativo, como componente esencial del proceso democrático, determina la creación de espacios de difusión y comunicación que respondan a necesidades específicas de diversos grupos poblacionales. Este proceso, "tiene repercusiones no solamente a nivel de la estabilidad social y democrática, sino que también se constituye en la mejor garantía de incorporación social real de los grupos de intereses específicos" . Lejos de crear medios de comunicación alternativos o segmentos específicos aislados unos de otros, el pluralismo informativo establece el reconocimiento de la identidad y la diferencia, como circunstancia innegable de la condición humana. Más que "balcanizar" la información, el reto del pluralismo como línea editorial de la información, pretende revitalizar el disenso en aras de construir consensos.

Para Gutman, "El desafió del multiculturalismo consiste en acomodar las diferencias nacionales y étnicas de manera estable y moralmente defendible". Es posible que al interior de un Estado surjan contrastes y matices variopintos con respecto a diversos aspectos y cuestiones relacionadas con la vida cotidiana. Sin embargo, el reto consiste en conciliar tales diferencias, de manera que no se atente contra la identidad propia de una gran cantidad de grupos y minorías que no comparten el esquema de ver la vida perteneciente a la mayoría.

No obstante, la problemática del pluralismo y el libre juego democrático como variante y extensión del pluralismo informativo adopta connotaciones complejas dada la existencia de imaginarios sociales arraigados de manera notoria en la población que compone el sector mayoritario. El reconocer la existencia de sectores minoritarios, no garantiza el respeto y la pluralidad. Con frecuencia se observa que en el mundo cotidiano, se presentan brotes de intolerancia y conflicto, situación que lejos de promover el respeto a las diferencias, ahonda la problemática en cuestión. En este contexto, por ejemplo, la franja de humor de los medios de comunicación social muestra el racismo y rechazo hacia algunos grupos minoritarios a través de alegorías y actuaciones burlescas que encarnan a homosexuales, negros e indígenas. Lamentablemente, los medios son el reflejo de una realidad latente y circunscrita a comportamientos culturales endógenos, ahincados en la búsqueda de la homogeneidad y la estandarización.

Al respecto, "dado el carácter multicultural de las sociedades modernas y complejas y la diversidad étnica de sociedades como la colombiana, la información y los medios de comunicación debe ser responsables de divulgar y promover la diversidad bajo parámetros éticos de respeto a las distintas culturas" . En este sentido, la jerarquización de temáticas y contenidos en el proceso informativo, construye la opinión pública y forma el inconsciente colectivo frente a determinados grupos sociales, fenómeno que a la postre determina aceptación o rechazo.

Es entonces cuando el deber ser de los medios de comunicación social se encuentra orientado al reconocimiento de que Colombia responde a una realidad compleja, mucho más allá de su configuración como Estado Social de Derecho dividido en tres ramas, treinta y dos departamentos, cinco regiones naturales, tres o cuatro ciudades importantes, un conflicto y una religión. En detrimento de la dinámica mayoritaria, Colombia es una nación multicultural y pluriétnica con cuarenta y cuatro millones de realidades y una sola condición: la diferencia.

Bibliografía

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Plan de Desarrollo de las Comunidades Negras 1998

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Sistema de Indicadores Sociodemográficos para Colombia, Boletín No. 27 Bogotá, Departamento Nacional de Planeación, 2000.

*Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

Seminario Medios, Poder y Democracia

Seminario 107U