Especiales Semana

LA MODA EN LA CONSTRUCCION

20 de diciembre de 1993

¿Habrá recesión?
EN EL PRESENTE ARTICULO, GUILLERMO Martinez Gaviria, gerente general de Comercializar Proyectos aborda la pregunta tema obligado en reuniones de constructores, inmobiliarios e inversionistas desde una interesante perspectiva.
Nuestros clientes siempre nos preguntan sobre el fantasma de la recesión con temor a que se haga realidad. Al respecto podemos contestar enfáticamente que no. No habrá recesión en el mercado de la finca raíz en términos generales por lo menos en los próximos dos años. Claro, mientras algunas condiciones económicas y de mercado permanezcan relativamente estables.
En primer lugar, las tasas de interés del sector financiero deben mantenerse bajas, dándole mayor desarrollo a la inversión inmobiliaria. Para todo el mundo es claro que hoy en día es mejor negocio comprar finca raíz que dejar dormir el capital en un banco, en una corporación o tenerlo en dólares.
Otro factor de éxito y desarrollo en este mercado es la maravillosa apertura económica por la importación y repatriación de capital de inversión y de insumos para la construcción que han entrado a competir directamente con la industria nacional generando mejor oferta en calidad y, lo más mportante, también en precios. Así, se ha controlado un efecto inflacionario que sería peligroso para el mercado de la construcción. A propósito del reto de la internacionalización de la economía muchas de las industrias nacionales estan en proceso de ensanche y modernización de sus plantas para poder competir y cumplir con los numerosos pedidos de las constructoras.
Existe también una oferta inmobiliaria cada vez más profesional y amplia ofreciendo mejores acabados, servicios comunales, zonas recreativas y ventajas comerciales y de valorización que han despertado la atención de muchísimos compradores potenciales y de inversionistas.
Sin embargo también está presente la posibilidad de que algunas empresas constructoras entren en recesión si no planifican sus proyectos a través de estudios de mercado profesionales en los que se conjuguen elementos como medición de la demanda potencial, Ia clase y calidad de producto por construir su costo y el precio a ofrecerlo y su competencia directa e indirecta.
Otro factor de riesgo lo constituyen los altos costos de la tierra y lo nuevos inversionistas en proyectos de finca raíz que improvisan en sus negocios y pretenden mayores rentabilidades de las posibles en este mercado conla reventa de sus inmuebles. Generalmente cuando no alcanzan estos objetivos hablan mal del sistema y de las companías constructoras que les vendieron.
¿Y el Gobierno?
Las medidas gubernamentales proteccionistas y controladoras de los cánones de arrendamiento en el sector de vivienda también frenan la inversión en la compra de inmuebles. Esto no sucede en el mercado de arrendamiento de locales y oficinas, se está disparando de forma impresionante.
El futuro del país es mucho más halagador, promete traducir los esfuerzos del control de la inflación en desarrollo planificado, y la inversión en fuente de empleo e incremento del producto interno bruto. También habrá mejores ingresos para la clase trabajadora. La bonanza petrolera influirá también en el sector de la construcción si se adelantan obras de infraestructura vial para mejorar los sistemas comerciales y de intercomunicación. Es ahí donde los constructores de centros comerciales y empresariales, centrales de abastos, parques industriales y unidades de vivienda, podrán desarrollarse.