Especiales Semana

LA MUJER EL PAIS Y EL MUNDO

31 de julio de 1989

EN EL ANONIMATO
En la sociedad colombiana solo están determinados los roles tradicionales que cumple la mujer: el trabajo del hogar, el cuidado de los hijos,la atención del marido, todos enmarcados en un ámbito familiar, privado, en su casa.
Lo que no se da a conocer casi nunca es el papel protagónico de la mujer de los sectores populares en la vida pública y en los cambios que paulatinamente está presentando la sociedad. No se conoce la identidad de esas mujeres que, en número creciente y en forma silenciosa construyen la realidad desde sus barrios, sus pueblos... esas mujeres que asumen papeles que antaño eran exclusivos de los hombres.
A finales de los años sesenta y principios de los setenta el mundo sufrió tremendas transformaciones; una de las principales fue la revolución sexual que desde Estados Unidos y Europa llegó a América Latina y por consiguiente a Colombia, aunque en forma más velada. Esta revolución reivindicó los derechos de la mujer, en principio en el campo sexual, pero luego se fue expandiendo a otros sectores. La mujer ya había obtenido el derecho al voto desde mediados de siglo,pero no había logrado que se reconociera su papel como militante fundamental dentro de un partido, y mucho menos que se la considerara elegible para un cargo de alto nivel dentro del gobierno.
Vale la pena resaltar que las mujeres que han escalado altas posiciones políticas, culturales, ejecutivas... han llegado a estos lugares, por un lado, generalmente con un importante respaldo masculino y, por el otro, en una lucha individual como personas antes que como mujeres, de la misma forma como hubiera sucedido con un hombre y no en una lucha de género, desde un frente femenino -no feminista.
De cualquier forma, la mujer ha venido adquiriendo poco a poco un status como sujeto activo e intenta romper el vínculo de subordinación al hombre, que siempre se ha tomado como natural. Sin embargo, poco se reconoce el papel que la mujer colombiana viene desempeñando en la construcción de la nacionalidad, de la democracia, en fin, en la conformación cambiante de nuestro país.
La población femenina tiene enormes virtudes, ansias de conocimiento y una gran capacidad para mantenerse en la lucha por la supervivencia. Pero en la sociedad actual la mujer se ve muy afectada. Tiene incluso que afrontar sola, muchas veces, la carga económica de su familia, a causa del desamparo, el abandono y principaimente por la violencia, cuando llega sobre sus esposos, sus padres, sus hijos o sobre ellas mismas en forma directa.
A este conflicto de género, la mujer del sector popular debe sumar el problema de clase. Por este motivo se crea un espacio donde la mujer como actor social es fundamental, pues es ella quien debe encontrar las soluciones a la crisis que afronta la sociedad en este momento, buscando caminos hacia la paz, integrándose a la vida ciudadana. La mujer entra a formar parte de procesos organizativos que buscan mejorar su calidad de vida colectivamente y reivindicar sus necesidades básicas. Esto se refleja en el aumento de programas estatales y privados de desarrollo ,orientados hacia el sexo femenino.
Es en este contexto donde se constituye el Proyecto Mujer de Foro Nacional por Colombia, que busca crear nuevas alternativas de análisis de las formas de participación de la mujer colombiana en los procesos sociales.Es un trabajo de investigación, discusión y práctica con grupos de mujeres de diversos sectores sociales, en un ambiente de reflexión pluralista.
La situación de la mujer plantea la necesidad de investigar las características de su participación en los sectores populares, la transformación de su imagen, el cambio de su entorno familiar y comunitario, y lo que representa esta serie de procesos en la dinámica social en la que se realizan.
El proyecto tiene,en principio, tres áreas de trabajo: investigación,formación y capacitación. El grupo de participantes es mixto, totalmente interdisciplinario, y ha venido aumentando poco a poco.
Se han realizado hasta ahora cuatro estudios de caso, en Samaná, Lérida, Ciudad Bolívar y con trabajadoras del hogar en Bogotá y Barranquilla. Cada caso es diferente y tiene un particular interés.
Las mujeres samaneñas se empiezan a asomar tímidamente en los procesos de organización campesina, que buscan solucionar problemas de salud, de produccion agrícola, tiendas veredales y otros, pero su participación cada día toma más fuerza. Al asumir este rol público no abandonan sus roles tradicionales,pero esto representa una sobrecarga para ellas. Hay incluso grupos exclusivamente femeninos, y es así como estas mujeres están creando sus propios espacios culturales.
El caso de Lérida es especial por ser uno de los municipios afectados por la tragedia del volcán nevado del Ruiz en 1985. Su población inició un proceso de organización para sacar adelante el municipio. Y fue una situación particular la que obligó a la mujer a ocupar el papel de líder: la muerte o incapacidad de los hombres de su familia la constituyeron en el pilar del proceso de reconstrucción social, económica y política de su región.
De otro lado, la mujer también ha jugado un papel importante en los movimientos urbanos,que suelen tener como motor la solución de problemas de vivienda y servicios públicos básicos, pero el factor de la marginalidad dificulta un poco su participación continua. Ella ha sido en especial en Ciudad Bolívar, un eje dinamizador en las procesos de construcción y consolidación barrial.
La labor doméstica se ha considerado siempre una obligación femenina, aunque nunca se ha reconocido su enorme valor. Esto les deja como herencia la posibilidad única del trabajo doméstico remunerado a las mujeres carentes de educación, que migran a las ciudades con grandes proyectos. Lo más triste es que su labor no es reconocida por la sociedad ni por el Estado, y ni siquiera por ellas mismas, como un trabajo equivalente a cualquier otro, con iguales derechos y obligaciones.
Estos, entre otros, son los proyectos de investigación en los que busca encontrar soluciones concretas el equipo del Proyecto Mujer-Foro.
Otro aspecto de su trabajo consiste en la creación de un grupo de reflexión, que pretende analizar la problemática general de la mujer en los sectores populares, poner en común experiencias organizativas encontrar un discurso alternativo sobre el carácter femenino e investigar las formas culturales implicadas en su participación en los movimientos sociales. Es un grupo autónomo que busca mirar los problemas desde diversos puntos de vista.
En definitiva, lo que pretende el proyecto es el reconocimiento de la participación, fundamental e imprescindible, de la mujer en los procesos y movimientos de la sociedad colombiana. Participación motivada, principalmente, por la necesidad de solucionar los problemas básicos de la familia, como son la vivienda, la educación y la salud.