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La 'multilatina' colombiana

En esta década se internacionalizó el Grupo Nacional de Chocolates, en su periodo de mayor expansión, de las fusiones y adquisiciones. Entró al selecto club de las nuevas multinacionales de América Latina.

24 de abril de 2010

Si bien desde la apertura económica de los años 90 la Nacional de Chocolates inició su operación en Ecuador y Venezuela, la verdadera internacionalización, de llegar a 12 países con operación propia, con filiales y con exportaciones a 70 destinos, se dio durante la década que acaba de terminar.

Para Carlos Enrique Piedrahita, presidente del Grupo Chocolates, pasaron de ser una compañía colombiana con presencia en el exterior a una empresa 'multilatina', término que ha sido acuñado para las nuevas multinacionales de América Latina.

A finales del siglo pasado algunos pusieron en duda la competitividad de las empresas colombianas e incluso llegaron a temer que podrían ser devoradas por las multinacionales que andaban de compras por todo el planeta. El sector de alimentos se veía como uno de los más amenazados por los grandes jugadores del mercado. Sin embargo, eso no pasó con la Nacional de Chocolates. Todo lo contrario, se fortaleció y hoy compite de tú a tú con las empresas de dimensión global.

Las cifras de esta expansión son elocuentes. En 2000, las ventas internacionales del grupo ascendían a 45 millones de dólares y al cierre de 2009 ya se habían multiplicado, para acercarse a los 700 millones de dólares. A principios del siglo XXI, 400 personas trabajaban en la organización por fuera de Colombia, hoy los empleados en el exterior ascienden a 5.600. Actualmente el grupo está integrado por 42 compañías, 20 en Colombia y 22 en el exterior. Tiene ocho plantas de producción en seis países, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Perú y Venezuela, y distribuye directamente en 11 más.

Para alcanzar este notable crecimiento y llegar a esta posición de liderazgo, el grupo compró 12 compañías y realizó seis fusiones en la última década. El decenio cerró con broche de oro. En marzo de 2009 adquirió la empresa mexicana Nutresa, dedicada a la producción y comercialización de golosinas de chocolate.

Además de montar y comprar plantas en el exterior, hubo mucho trabajo interno por hacer. En 2005 se fusionaron Inversiones Nacional de Chocolates con Inveralimenticias Noel, lo que dio origen al Grupo Nacional de Chocolates. De esta manera, se unieron los negocios de chocolates, café y pasta, con los cárnicos y galletas. Un año después, se adquirió Meals de Colombia y se agregó un sexto negocio: los helados. Así, el grupo quedó integrado por seis categorías de alimentos, que en su orden de facturación son cárnicos, galletas, chocolates, café, helados y pastas.

Dentro de esta estructura organizativa, en el año 2006 se creó la filial de servicios Nacional de Chocolates, que apoya a todas las compañías del grupo en compras, informática, tesorería, impuestos, asistencia jurídica y atiende a las empresas en Colombia y en el exterior.

En esta década la arquitectura de la organización se transformó. El grupo se convirtió en una matriz con seis unidades y una serie de negocios trasversales dedicados a las labores de distribución y ventas.

No hay duda de que esta primera década del siglo XXI marcó historia. En diciembre pasado comenzó a operar el programa de ADR nivel 1 con el Banco New York Mellon como banco depositario.

Este decenio fue importante también por el crecimiento de la planta de personal. En los últimos tres años, el grupo ha generado 4.500 nuevos empleos para un total de 28.000 personas.

En resumen, si el pasado fue intenso, el futuro pinta más interesante. Bajo la visión de empresa multilatina, el Grupo Chocolates se propuso duplicar el negocio de alimentos en el 2010 y triplicarlo para el 2013 (con base en cierre de 2005). Sin duda, una apuesta muy dura, pero que esperan superar.