Especiales Semana

La nueva cotidianidad colombiana

Queda poco de la vida urbana de hace diez o 20 años. La mujer cambió, la clase media creció, pero el miedo se mantuvo.

Armando Silva*
20 de abril de 2013

El mundo sigue su marcha, pero, ¿cómo lo hace la Colombia urbana? Esta es una descripción de los cambios en la vida cotidiana. Con una ilusión: intentar mirarnos al espejo y decir si lo que está el frente se aproxima a lo que  somos como nueva Nación o sigue siendo ese gorila que se nos inventa descompuesto con la velocidad de la noticia todos los días. 

A continuación propongo seis nudos para tejerlos entre sí, quizá como en Rayuela de Cortázar, para que cada uno haga su propia imagen nacional. Por ejemplo, una figura viva de la Colombia 2013 sería una mujer de nueva clase media, superconectada, que sale de su trabajo a hacer una vuelta y no puede con las colas infernales ni con el caos del transporte; mientras camina siente que la persiguen y el miedo la vence. Se domina. Escapa a un centro comercial. Compra una aspiradora a crédito. Llega feliz a decirle a sus hijos: se acabó el trabajo a mano. 

Clase media en aumento

La clase media creció en la última década un 30 por ciento constituyéndose en nuevo motor de cambio. Trabajadores que antes no consumían más allá de las necesidades básicas hoy lo hacen para satisfacer deseos, a veces caprichos, movidos por el consuno y la moda. No es solo un factor  económico sino cultural; traen consigo el uso de electrodomésticos, aceleran la tecnologías digitales y aportan nuevas exigencias en programaciones deportivas, recreativas y culturales. 

Centros comerciales: compras y paseos

Rediseñan el uso del suelo urbano con nuevos flujos o crean circuitos de comidas, cine y de encuentros ciudadanos, reemplazando iglesias o parques. En Bogotá el triángulo Unicentro, Andino y Bulevar, para las clases altas, se ha roto y surgen en el occidente Titán o en el sur Milenio Plaza; en Pereira Victoria es ya un símbolo de lo moderno, como Megamall en Bucaramanga o Pricemart en  Barranquilla. Pero hay algo revelador: en Medellín, los nuevos  parques (Norte o de  Los deseos) le están ganando atracción a los centros comerciales en una proporción de 1 a 5.

La mujer protagonista

Hay más mujeres que hombres: en Bogotá los superan en un 4 por ciento. También una nueva ideología de conquista las impulsa, aun en actividades como la banca; en 2005 eran más del 20 por ciento  directoras cuando en otros países de la región apenas era el 13 por ciento. En matrículas universitarias (2008) había 617.117 mujeres, un 52 por ciento del total. 

En las calles de Cali  y de las costas la belleza femenina está muy motivada a mostrase en sus curvas y belleza. En la vida privada fueron las creadoras de los álbumes de familia, joyas para la investigación urbana por archivar ritos de la cotidianidad. Hoy el álbum digital tiene como centro los amigos en vez de la familia. 

Ciudad del aire

En Colombia  hay más celulares que personas y sus usuarios les dedican 28 minutos diarios. En 2012 el 64 por ciento de los nacionales accedió a la web, duplicando la cifra de 2006; el  62 por ciento la usa para mensajes y el 35 por ciento para las redes sociales; pero del estrato uno solo accede el 35 por ciento. Para 2013, 18 millones se conectarán desde su casa, lo que marca tendencias como el teletrabajo  y usar menos la ciudad física

Fracasó la gestión pública y en el transporte

Las colas inauditas para citas médicas, servicios o reclamos, el mal trato de los funcionarios y el frenesí de requisitos del Estado para evitar la corrupción termina por estimularla y causar depresión  ciudadana. 

A la par, el fracaso del transporte ocasiona un aumento impensable en las ventas de vehículos; en 2012 se vendieron 600.000 motos y 300.000 carros: el transporte es el lío más grave en casi todas nuestras ciudades. Pero también es la causa de varias muertes violentas. En 2010, 2.274 motociclistas murieron en las calles colombianas. En la guerrilla,  en el mismo periodo, murieron alrededor de 400 personas, para destacar una inusual comparación.

Percepción de peligro y violencia

Los asesinatos en Colombia se han reducido de modo significativo: si en 2002 la tasa era de 62 por cada 100.000, ahora  son 30. Pero la sensación de peligro no cae. En Medellín suben los índices de satisfacción, pero el miedo aumenta. 

Este es uno de los protagonistas en la vida urbana y conlleva grandes inversiones en seguridad, porterías, sistema eléctricos: estamos poblados por fantasmas asociados a la muerte y el robo y esto nos hace prevenidos y condiciona nuestros comportamientos diarios. 

Juegos tradicionales

La época en la que las cuadras de los barrios se llenaban de niños que jugaban golosa, la lleva, escondidas, canicas y trompo quedó en el pasado, y hoy solo es un recuerdo de quienes no alcanzaron a vivir en su infancia y adolescencia el surgimiento de la tecnología. 

Las consolas, los computadores y los dispositivos móviles desplazaron no hace más de una década esta clase de interacción social. Los juegos tradicionales quedaron relegados, o acogidos casi exclusivamente por quienes no tienen recursos para disfrutar de las nuevas tecnologías.

Cine

Hasta hace aproximadamente  40 años las películas mexicanas reinaban en las pantallas de los cines populares. Hoy ese tipo de teatros ha desaparecido, y los colombianos ven casi exclusivamente producciones de Hollywood.  

También cambiaron los hábitos de consumo de las personas, quienes al verse inmersas en centros comerciales, lugares en donde están la mayoría de los multiplex, relacionan el cine con las compras. A esto se suma el paso del formato de 35 y 70  milímetros al digital, un cambio fundamental aunque según los expertos no es tan evidente a la hora de ver la película.

Álbum familiar

La revolución de la tecnología y con ella la de las redes sociales como Facebook, Flickr e Instagram dejaron en el pasado los álbumes familiares, archivos físicos que durante años se encargaron de guardar los hechos importantes de la vida como cumpleaños, matrimonios y nacimientos. 

De hecho, si hoy se habla de un álbum, seguramente es el que dejaron los padres y abuelos, y que hoy constituyen una herencia. Aunque la idea de inmortalizar los momentos más importantes de la vida todavía es una realidad, cambió el método de almacenamiento, que hoy se hace en los computadores o en la ‘nube’. 

Cortejo romántico

Con el paso de los años el romance sufrió un cambio total. Los ramos de flores, los chocolates, las visitas en la sala de la casa y las cartas de amor, componentes clave para los padres y abuelos, hoy se consideran pasados de moda. Ahora los gestos característicos del cortejo tienen que ver con las redes sociales y los dispositivos móviles, en los que priman las relaciones que no necesariamente son cara a cara. Esta forma de concebir el romanticismo también es el resultado de la manera en la que maneja la interacción entre hombres y mujeres, donde incluso estas últimas dan a veces el primer paso a la hora de conquistar. 

*Sociólogo. ciudadesimaginadas@gmail.com