Especiales Semana

La otra inversión de la banca

El sector financiero ha entrado con mayor decisión a la tendencia mundial de asumir su responsabilidad social. Los verdaderos resultados se verán en pocos meses.

28 de febrero de 2005

Son las 3 de la tarde y Felipe González, de 11 años, está emocionado porque ya salió de su colegio y va a empezar a leer un libro. Sí, no leyó mal, Felipe está emocionado porque quiere leer un libro que sacó de la biblioteca sin que nadie lo obligara a hacerlo. Felipe hace parte de 'Aceleración del aprendizaje', uno de los tres programas educativos de Dividendo por Colombia, fundación creada por un grupo de empresarios nacionales encargada de comprometer a las empresas en el ejercicio de su responsabilidad social.

Dividendo por Colombia tiene tres programas educativos principales que benefician a más de 26.000 niños en todo el país. Aparte de la iniciativa 'Aceleración del aprendizaje', la fundación tiene los programas 'El valor de la palabra' y la 'Jornada complementaria', cuyos objetivos son entregar una educación de mejor calidad a los pequeños de escasos recursos del país.

Cada día más compañías de diversos sectores se han ido uniendo a Dividendo por Colombia o han empezado a involucrarse con otros proyectos sociales a los que destinan cierto porcentaje de sus ganancias. Pero, sin duda, uno de los mejores aliados de este objetivo es la banca nacional. Las entidades financieras se han destacado en los últimos años por su activa participación en estos programas que buscan mejorar la calidad de vida de las personas por medio de donaciones económicas y en especie. "Las empresas del sector financiero son las que más participan en nuestros programas. Cerca del 40 por ciento del dinero recaudado proviene de ese sector", asegura Ana María Torres, directora de campaña de Dividendo.

Los principales beneficiarios de la banca son los menores de edad. Ahora están enfocados en ayudar a la población menor desplazada. En 2004, por ejemplo, entregaron 200 becas de estudio a niños desplazados. Este año son 355 los beneficiados. Con el paso del tiempo muchas entidades financieras han ido tomando conciencia de la importancia de aportar una porción de sus dividendos a diversos proyectos sociales. Finalmente, el desarrollo del país les puede significar clientes nuevos a largo plazo.

La responsabilidad social no sólo ha tocado las juntas directivas de las compañías, también a los empleados. La tendencia general en este sector es que las empresas donan lo mismo que los trabajadores aportan para las diferentes causas sociales. "Por cada peso que donan los empleados, otro adicional es otorgado por la compañía, es decir que la cantidad de dinero que se destina para programas como los nuestros es determinada por la buena voluntad de los trabajadores", explica Torres.

Estos tipos de ayuda de la banca se han venido incrementando con el paso de los años. Los estados financieros de la fundación Dividendo por Colombia lo demuestran. Mientras en 2003 fueron aportados cerca de 640 millones de pesos, durante 2004 esta cifra se acercó a los 1.000 millones.

Aunque Dividendo por Colombia es una de las vías más importantes para la canalización de ayudas provenientes del sector financiero, no es la única. Las empresas tienen múltiples programas que contribuyen al beneficio de la comunidad. "La banca ha estado históricamente comprometida con las labores sociales en el país. Este compromiso se puede ver en los avances que se han logrado en el tema de microcréditos para la gente de escasos recursos", afirma Patricia Cárdenas, presidenta de Asobancaria.

Pero no sólo con dinero se aporta. Asobancaria asegura que cerca del 80 por ciento de sus instituciones afiliadas dona, además de dinero, tiempo y conocimiento. Así los trabajadores aportan a labores sociales en salud, cultura, educación y recreación.

Este sector está dando pasos fuertes en el tema de responsabilidad social conjunta. Sin embargo, los resultados reales se conocerán en junio, cuando se lleve a cabo la próxima convención bancaria. Allí, además de presentar balances financieros, se hará el primer balance social del sector. Apenas en ese momento se podrá saber a ciencia cierta qué tan grande es la mano amiga de la banca.