Especiales Semana

La vía al paraíso

Considerado un ecosistema estratégico, el Parque Vía Isla Salamanca es uno de los santuarios de flora y fauna mejor conservados del país.

29 de septiembre de 2007

La isla salamanca es un extraordinario conjunto de playones, ciénagas y bosques que ocupa el antiguo estuario del río Magdalena. La atraviesa longitudinalmente la carretera que comunica a las ciudades de Barranquilla y Santa Marta, por lo que sus paisajes lacustres y de manglar se pueden apreciar perfectamente en el trayecto. Es por esta razón que se le ha dado la categoría de 'Vía Parque', única en el Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia.

Por la singular disposición del área protegida, así como por la gran abundancia de aves que llenan el espacio con sus vuelos y sonidos, la Vía Parque Isla de Salamanca es un área que ofrece un gran potencial para el ecoturismo. En la actualidad, las actividades ecoturísticas se encaminan hacia la recreación pasiva con actividades como paseos por el sendero sobre el manglar, recorridos acuáticos a través de la intrincada red de ciénagas y caños, la observación de aves y los recorridos por las playas para observar la actividad de las tortugas marinas.

La Vía Parque es un área que protege algunos de los ecosistemas más productivos, como el sistema estuarino con su complejo de ciénagas, la zona de manglar con presencia de vegetación acuática del delta del río Magdalena, los cuales, a su vez, se convierten en hábitat de una gran diversidad de especies tanto de fauna como de flora.

La Vía Parque Isla de Salamanca posee 98 especies de invertebrados, nueve especies de anfibios, 35 especies de reptiles, más de 140 especies de peces, 199 de aves, muchas de ellas migratorias, endémicas y residentes. La existencia de 33 especies de mamíferos indica que la diversidad que sostiene el área es elevada, a pesar de la problemática ambiental que afectó el ecosistema. También cuenta con refugios en donde se pueden observar especies declaradas en peligro de extinción por presión del hombre.

Además, durante el recorrido se puede disfrutar de paisajes únicos como el delta estuarino del río Magdalena, caracterizado por la presencia de ecosistemas marinocosteros tales como: el área marina (50 por ciento del área total del parque aproximadamente), las zonas de manglar, la vegetación asociada al agua, el complejo de ciénagas, y una red de caños, dentro de los cuales se destacan el Clarín Nuevo, Clarín Viejo, el Dedo, las Lanchas, el Torno y Los Almendros, los cuales se pueden recorrer, bien sea a pie por un sendero sobre el manglar, o en lancha, en un sendero acuático con su respectivo muelle.

Plan por un día

Debido a que el ecosistema del parque es muy delicado, se planean visitas guiadas sólo por un día. Allí los visitantes podrán encontrar en el sector de Los Cocos, el centro administrativo; un centro de conferencias con capacidad para 30 personas; un museo de interpretación ambiental y una infraestructura de reintroducción de especies nativas. Todo esto se ha logrado gracias a la colaboración de los pescadores que constituyen el grupo social que más ha interactuado y participado en la ejecución de los diferentes programas y procesos que se han desarrollado en la región. Además, por su proximidad directa con el complejo lagunar, conforman el nivel básico de usuarios de la oferta ambiental y son también quienes ofrecen los recorridos en lancha o por tierra a través de las 56.200 hectáreas del parque.

A este paraíso se llega Bogotá-Barranquilla por la Troncal del Caribe, que atraviesa completamente el Parque. A cinco kilómetros de Barranquilla vía a la ciudad de Santa Marta, bordeando parte de la costa norte del departamento de Magdalena.

La diversidad de mamíferos del área protegida está representada por la presencia de 14 familias y 33 especies. Entre ellos se destacan el zorro chucho, el oso hormiguero, el zorro manglero, el zorro cangrejero o patón, la nutria, el ocelote, el manatí y el chigüiro o ponche, entre otros.

Actualmente se han registrado 199 especies de aves y el parque es ideal para las migratorias. Se han registrado dos especies de distribución restringida o endémica de la región del Caribe colombiano que además son consideradas como especies amenazadas en el ámbito mundial: el colibrí y el golofio.