Las 10 películas del año

1 Vera Drake, de Mike Leigh. La señora Drake, que sólo quiere ayudar a las jóvenes que han quedado embarazadas en el Londres de 1951, es el centro de una de las familias más humanas, más compasivas que ha dado el cine de estos años. 2 Golpes del destino, de Clint Eastwood. La redención es posible, esta vez, en el triste mundo de Clint Eastwood: el entrenador de boxeo Frankie Dunn se tropieza con una segunda oportunidad para ser padre en este nuevo clásico del cine. 3 La caída, de Oliver Hirschbiegel. No es otra película más, no. Verla, seguir a Hitler en sus horas finales, es enfrentar (esto es lo extraño: parece la primera vez) una tragedia que el mundo no ha conseguido digerir en los últimos 60 años. 4 Buenos días, noche, de Marco Bellocchio. Quien ve esta película brillante, la reconstrucción del asesinato del líder italiano Aldo Moro, llega sin problemas a la siguiente conclusión: nuestras sociedades jamás reaccionan a tiempo. 5 Las estaciones de la vida, de Kim Ki-duk. Una vida desde el comienzo hasta el final: no vemos nada más, nada menos, en esta fábula circular que sólo necesita un par de personajes para hipnotizarnos. 6 Las trillizas de Belleville, de Sylvain Chomet. Creemos que lo hemos visto todo. Hasta cuando vemos, dibujada, la sombría historia de aquel ciclista huérfano que ha vivido gracias al ingenio de su pequeñísima abuela portuguesa. 7 Ser y tener, de Nicolas Philibert. Es el retrato documental de una vocación: la de un maestro de escuela, Georges Lopez, que le ha dado la vida al oficio de preparar a los niños para merecer un lugar en la naturaleza. 8 La sierra, de Margarita Martínez y Scott Dalton. La realidad es más que suficiente en este caso: el mundo no es el mismo tras conocer los testimonios (filmados con gran coraje) de los trágicos habitantes de este barrio en los márgenes de Medellín. 9 Whisky, de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll. Un libro animado que se mueve. Un triángulo amoroso desgarrador o una benévola comedia de costumbres. Todo depende de los ojos con que veamos esta obra puramente cinematográfica. 10 Sumas y restas, de Victor Gaviria. El director de La vendedora de rosas hizo, para nuestro bien, lo único que le faltaba por hacer: asomarse a través de una trama sólida a ese país decadente que ha denunciado desde siempre.