Especiales Semana

LAS 100 EMPRESAS MAS GRANDES DE COLOMBIA

SEMANA presenta, analiza y clasifica las cien empresas lideres del pais en 1986

22 de junio de 1987

Fue una fiesta en la que hubo poco trago y mucho café. ¿Algún caso de guayabo colectivo? Nada de eso. Tal como se esperaba, 1986 acabó siendo para los empresarios colombianos el año en el cual se olvidaron las angustias sufridas al comienzo de esta década. Gracias a la bonanza cafetera, la actividad económica acabó superando los pronósticos llevando a las diferentes compañías a navegar en la cresta de la ola dentro de un mar de tinto suave.
Esa, por lo menos, es la impresión que deja el análisis de las cifras de las compañías más grandes del país durante el año pasado. La recopilación de los datos hecha por SEMANA indica que, con todo y los tropiezos de siempre, las grandes empresas van hacia adelante. Para las cien primeras compañías, los activos consolidado se incrementaron con respecto a 1985 en un 35%, el patrimonio en un 29% y, en el caso concreto de las empresas del sector privado, las ventas aumentaron un 32% y las utilidades un 74%, frente a un índice de inflación anual del 22%.
Frente a semejantes resultados, el gran interrogante es si ese impulso va a continuar en los meses por venir. Como se sabe, la situación del mercado cafetero es radicalmente diferente a la que se tenía el año pasado por esta época. Aunque los precios del grano en los mercados internacionales han repuntado algo y se han mantenido en cercanías de los 1.20 dólares por libra de café, el contraste con la situación de hace doce meses es tanta que hace indudable una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la economía colombiana.
La gran duda, sin embargo, radica en si en el mar de café en el cual navega el barco de la economía los vientos van a entrar en la calma que antecede a la tormenta. Por ahora, todo indica que si va a haber temporal este no es inminente. Aparte de lo ocurrido con el café, las cifras oficiales para los primeros meses del año indican que las exportaciones de productos no tradicionales siguen aumentando a buen ritmo y que la inflación se mantiene bajo control. Así mismo, el Dane sostiene que la industria continúa creciendo a buen paso. La información para el primer bimestre de 1987 indica que la producción real de la industria manufacturera creció en un 5.4% con respecto a igual periodo de 1986. Esa situación es reconocida por los mismos industriales quienes se han manifestado optimistas sobre los resultados de este año. Aunque todavía no se sabe si el 87 será superior al 86, los estados financieros correspondientes al primer trimestre del año continuaron siendo francamente positivos.
Obviamente ese panorama puede cambiar dentro de un año. En opinión de los especialistas la economía podría verse envuelta en una crisis cambiaria en 1988 si el precio del café continúa deprimido y si no se consiguen nuevos créditos de la banca internacional. Semejante eventualidad tendría claros efectos sobre el presupuesto de importación de maquinaria y materias primas, así como sobre la misma confianza en las posibilidades del país. En igual forma, los expertos sostienen que el nivel de inversiones en equipo por parte de los industriales continúa siendo muy bajo lo cual, tarde o temprano, produciría un cuello de botella en la actividad productiva.
Sea como sea, lo cierto es que esas preocupaciones no le han llegado todavía a las grandes empresas. A pesar de que--como siempre sucede--hay compañías en grandes dificultades, la inmensa mayoría sigue navegando con buen viento y confía en que, con un poco de suerte, la economia colombiana acabe llegando a puerto sin mayores contratiempos.

LOS LIDERES
Si por el momento se puede decir que las buenas mareas han sido resultado del café, no se puede olvidar al petróleo. Tal como viene sucediendo desde 1984, Ecopetrol conservó en 1986 el puesto de privilegio dentro de las 100 empresas más grandes de Colombia. La empresa estatal, dedicada a la exploración, explotación y refinación de petróleo y gas natural, alcanzó la suma de 477 mil millones de pesos en activos, con un crecimiento del 36% sobre la suma del año inmediatamente anterior. Más impresionante todavía fue el cambio en la situación financiera de la empresa que pasó de un saldo en rojo de 25 mil millones en 1985 a uno en negro de 2.639 en 1986.
Esa posición dominante de Ecopetrol le deberá pertenecer por largo tiempo. La empresa esta enrutada dentro de una estrategia de crecimiento a largo plazo que esta rindiendo sus frutos. La continuación de las explotaciones de petróleo y gas, el aumento en el ritmo exploratorio y las ventas de crudo al exterior son factores que se conjugan para que la empresa estatal se mantenga en la cima.
Incluso en el campo de la venta de combustibles procesados, todo hace pensar que Ecopetrol está dando pasos de animal grande. Desde hace un tiempo Terpel, la firma que se encarga de la venta de combustibles por cuenta de Ecopetrol, se está haciendo sentir en el mercado. Aunque Terpel opera por regionales (razón por la cual no está incluida dentro de las 100 empresas), sus cifras de ventas han aumentado sustancialmente y ello hace pensar que no está lejano el día en el cual una empresa colombiana lidere la venta de combustibles en un mercado dominado tradicionalmente por empresas multinacionales.
Los resultados de Ecopetrol confirman una vez más el peso del sector minero dentro de las 100 empresas. Las ocho empresas incluidas en la lista poseen cerca de la tercera parte de los activos totales de la muestra y aportan casi una cuarta parte de las ventas.
Sin embargo, los resultados dentro del grupo de mineria son radicalmente diferentes, dependiendo de la actividad especifica. La mejor parte le corresponde a las empresas petroleras las cuales, a pesar de que 1986 fue un año de contracción de precios del crudo, siguen teniendo buenos resultados. Aparte de Ecopetrol, las otras tres empresas registradas en la muestra --Intercol, Hocol y Chevron-registraron utilidades y una de ellas, Houston Oil, fue la empresa privada que más utilidades tuvo en Colombia en 1986, con casi 5 mil millones de pesos de resultado neto.
El contraste lo dan las demás actividades mineras. Por el lado del carbón, Carbocol e Intercor, los socios colombiano y extranjero respectivamente en el proyecto del Cerrejón Zona Norte, siguieron viéndola de color hollín debido a que la tonelada de mineral en los mercados internacionales continúa en cercanias de los 30 dólares. A pesar de que en un proyecto de esta magnitud todos los análisis deben ser hechos teniendo en cuenta la situación a largo plazo, lo cierto es que la situación inmediata es grave. Varios planes de ejecución de obras han sido retrasados y en general se teme que el repunte en los precios se demore varios años. En el caso concreto de Carbocol, la empresa deberá refinanciar su deuda externa para cumplir adecuadamente sus compromisos internacionales y se da por descontado que el saldo en rojo continuará por un buen tiempo.
Pero si lo ocurrido con el carbón es preocupante, la situación del niquel es casi que desesperada. Tal como le ha venido sucediendo durante los últimos años, Cerromatoso, la empresa que produce ferroníquel en Montelíbano, Córdoba, volvió a tener las pérdidas más altas de cualquier empresa en Colombia. El saldo en rojo de más de 11 mil millones de pesos se debió una vez más a los precios del mineral en los mercados internacionales y a pesar de que en la parte administrativa se han conseguido re ducciones significativas en costos, se asegura que la pérdida no desaparecerá hasta tanto el elemento determinante de todo--el precio del ferroníquel--se mueva en el sentido debido.

BUENOS SERVICIOS
Pero si el resultado acabó siendo mezclado en el caso de la mineria, en el de los servicios fue definitivamente bueno. Para Interconexión Eléctrica S.A., ISA, el menor ritmo de ejecución de obras en el sector eléctrico no se ha traducido, ni mucho menos, en una parálisis. Los activos de la compañia se elevaron en un 36% y las utilidades aumentaron hasta más de 3.200 millones de pesos, con un incremento del 33% sobre la cifra de 1985.
ISA, que en 1984 llegó a ocupar el primer lugar dentro de las 100 empresas, cayó al tercero en esta oportunidad, como reflejo del menor énfasis que se le ha dado a la generación de energía. Si todo resulta como está planeado, el crecimiento de los activos de la empresa seguirá siendo menor cada vez pues, por lo menos hasta 1990, no se tiene pensado comenzar ningún proyecto eléctrico de envergadura.
El subcampeonato esta vez le correspondió al Fondo Nacional del Café, cuya buena fortuna se derivó de la bonanza cafetera del año pasado. Al cierre del año cafetero de 1986 (que finaliza en septiembre), los activos del Fondo ascendian a la suma de 366 mil millones de pesos y su patrimonio a 294 mil millones, la cifra más alta en su categoría. Ese volumen de recursos debería empezar a decrecer este año como consecuencia de los problemas experimentados con el precio internacional del café. La compra de la cosecha cafetera, el pago de intereses sobre los Títulos de Ahorro Cafetero, TAC, y las contribuciones al presupuesto nacional y a los planes para la erradicación de la pobreza, deben hacer alguna mella en el patrimonio del Fondo durante 1987. No obstante, la consolidación del Fondo fue tanta que se anticipa que seguirá ocupando los lugares de privilegio dentro de las 100 empresas en los años por venir.