Especiales Semana

Las mil y una historias

Se celebra este año el centenario de la inmigración árabe al país. La contribución de esa cultura ha sido definitiva para la Colombia de hoy.

10 de octubre de 2004

Es difícil determinar cuándo llegaron los primeros árabes a Colombia. Pero dentro de esas arbitrariedades de la cronología se ha decidido celebrar este año los aportes que esa inmigración le ha hecho al país en más de 100 años. Y no es para menos. En pocos países la contribución de la cultura árabe ha sido tan importante como en Colombia. Tanto en la política como en los negocios y las ciencias, inmigrantes y descendientes de inmigrantes de esa región del mundo han contribuido a moldear al país.

En la política, Julio César Turbay, descendiente de libaneses, alcanzó el máximo cargo del Estado en 1978. En los negocios se han erigido dinastías tan importantes como la Neme y la Char. En el periodismo, leyendas como Yamid Amat y Juan Gossaín son hijos de árabes. Incluso Julio Sánchez Cristo es descendiente por parte de madre. En la ciencia también han alcanzado renombre internacional. Es el caso de los médicos Salomón Hakim y Emilio Yunis. Estos personajes son sólo unos pocos de una comunidad colombo árabe que echó raíces en Colombia.

Sin un peso en el bolsillo, pero con la sabiduría milenaria en el arte del comercio, cientos de sirios y libaneses se embarcaron en los buques de la Compagnie Generale Transatlantique Française con destino a América. Eran los últimos años del siglo XIX y en el Oriente ya se empezaban a sufrir las condiciones que después desatarían la Primera Guerra Mundial.

Muchos llegaron a Puerto Colombia. Escribiendo al revés y con una lengua incomprensible, los 'turcos', como se les llamaría pues sus países estaban bajo el dominio del Imperio Otomano, empezaron a revolucionar el comercio. Las ventas puerta a puerta, el crédito y el talento para los negocios los fueron convirtiendo en la élite comercial, principalmente de los textiles. Ofreciendo mercancías y peleando precios, aprendieron el idioma.

Su habilidad para negociar dio pie a poquísimos brotes xenofóbicos de envidiosos comerciantes nativos que querían fuera a los 'turcos' para recuperar sus ganancias. Aunque escasas, esas manifestaciones hicieron que los árabes intentaran mimetizarse en la sociedad costeña. Adoptaron los ritos católicos, se casaron con colombianas y muchos castellanizaron sus apellidos. Abraham Jattin era el encargado de inventar la traducción. Así, muchos Harb terminaron siendo Guerra; los Farah, Fernández, los Abdala, Cristo y los Larach, Lara.

Esa primera ola terminó alrededor de 1930. Pero la ocupación militar y la creación del Estado de Israel en los 40 produjo la segunda ola migratoria, esta vez principalmente de palestinos. Después de tres meses de travesías, muchos llegaron a puertos colombianos buscando tierras para vivir en paz. Se asentaron en el Caribe, y empezaron su actividad comercial. Muchos años después, en 1972, la guerra civil en el Líbano originó la tercera ola. Los que ya vivían en el país trajeron a sus hermanos, primos, sobrinos y todo el que quisiera encontrar la hospitalidad del Estado colombiano.

El Magdalena les recordaba el puerto de Yafo en Palestina, o la vía la Alhambra en Beirut. El escritor Enrique Córdoba, que acompañaba a su abuelo al mercado que se instalaba a la orilla del río, describiría el mundo que se percibía en las riberas del Magdalena: "La culpa de que yo creyera que Lorica era un pueblo del Oriente Medio la tuvo mi abuelo. Yo, tratando de poner orden a mi confusión infantil, llegué a pensar que el Líbano era vecino de San Pelayo, camino de Montería".

La hospitalidad colombiana fue compensada de forma generosa por algunos. Elías Muvdi, filántropo palestino, donó uno de los aviones que defenderían a Colombia en la guerra contra el Perú, y más de 150 hectáreas en Barranquilla en donde hoy funcionan el Hospital de la Universidad del Norte y otras instituciones dedicadas a la atención de las comunidades marginales.

Como Muvdi, los primeros en llegar pronto echaron raíces profundas en tierra colombiana, hijos y nietos colombianos que exploraban campos distintos al comercio. Muchos salían graduados en medicina y en derecho en universidades de todo el país, lo que hizo que la comunidad se expandiera hacia otras regiones.

La idea de probar suerte en otros oficios también les dio resultados. Salomón Hakim y Emilio Yunis dieron pasos firmes en medicina. En las letras, Moisés Elías Muvdi Abufele, tres veces miembro de la Academia de la Lengua Española; Olga Chams o Meira del Mar y Giovanni

Quessep, poetas. En los medios, Juan Gossaín, Yamid Amat, Julio Sánchez Cristo, William Salleg (fundador del Meridiano de Córdoba). Y en la política han sido tantos que es imposible nombrarlos a todos.

En la política como en los negocios

Aunque para las nuevas generaciones el apellido Turbay es relacionado sólo con el ex presidente, hace más de medio siglo otro hombre de talante político se le midió a dar la pelea por la Presidencia de la República con Jorge Eliécer Gaitán: Gabriel Turbay. Este hijo de inmigrantes libaneses que fue diputado, congresista, ministro de varias carteras, embajador y candidato presidencial es una muestra de las conquistas políticas logradas por los árabes en el país. El departamento de Córdoba, por ejemplo, ha tenido desde su creación en 1952, seis gobernadores de origen sirio-libanés. Los logros políticos de la comunidad son tan evidentes que actualmente 40 congresistas, lo que representa el 18 por ciento del Congreso de la República, son de origen árabe. Entre ellos, Zulema Jattin, presidenta de la Cámara de Representantes.

Entre los apellidos que hacen parte del paisaje político colombiano están el Name, Nader, Slebi, Merek, Amín, Jattin, Dieb Maloof y Jozame, para nombrar algunos.

Las conquistas políticas son comparables con las de la industria. Uno de los ejemplos más prominentes es la cadena industrial de la familia Char Abdala. Fuad, hijo mayor de Ricardo Char, inmigrante libanés, desde la adolescencia fue un comerciante nato. En 1977 conformó con sus hermanos la sociedad Olímpica S.A. La organización Char, además de innumerables droguerías, abrió Supertiendas Olímpica por todo el país y formó una de las cadenas radiales más grandes del país que hoy cuenta con 25 emisoras: 11 en el Caribe colombiano y 14 en ciudades del interior. Fuad Char, como buen descendiente de árabe, combinó los negocios con la política. En este escenario ha sido gobernador del Atlántico, ministro de Desarrollo Económico y senador de la República.

La organización Neme es otro de los casos impactantes en la industria nacional. En 1932, un joven libanés llamado Chaid Neme llegó a Colombia. En Ocaña armó con sus hermanos su negocio de ropa y telas que existió hasta 1998. Pero el negocio más importante de los Neme ha sido el de autopartes. Con pequeñas importaciones de llantas y bujías empezó a conformar Incolbestos S.A., una de las compañías más grandes de ese negocio. Actualmente, las empresas creadas por la organización son 11 en todo el país, a las que se suman varias fundaciones de carácter social.

Julio César Turbay
Profesión: abogado
Cargo: ex presidente de la República
"Mi papá, Antonio Amín Turbay, llegó a Cartagena en 1880 desde el Líbano. A su llegada se dedicó al comercio como todos. Estuvo en Cartagena cerca de 15 años. Cuando amasó una pequeña fortuna se vino a Bogotá por el río Magdalena. Allí se casó con una mujer de San Juan de Río Seco, donde vivían los Ayala, y nacimos cuatro mujeres y tres hijos. En Bogotá se dedicó de forma paralela al comercio y a la finca raíz. De la cultura árabe mi familia conserva el orgullo de nuestro pasado cultural generado en el Líbano, considerado la Atenas del Medio Oriente. Deplorablemente, mi salud no me permite ir a Barranquilla al primer encuentro de la comunidad colombo-árabe. Pero considero que es una celebración muy justa y muy noble que se ha constituido en un tributo de los descendientes árabes a Colombia por la honrosa y generosa hospitalidad de la Nación a la fuerza de inmigrantes que también han contribuido a la construcción del país.

Juan Gossaín
Profesión: periodista
Cargo: director de noticias 'RCN', radio.
"Yo siento que siendo árabe y caribe soy el hijo legítimo de un kibbe con una arepa de huevo. Mantengo la creencia de que soy el hijo de esos dos mundos. Mi padre y Cecilio Abdala, un primo suyo que después sería su suegro, salieron juntos del Líbano hacia Colombia. Con ese espíritu viajero y comerciante que los libaneses conservaron de los fenicios empacaron y a principios de los 20 llegaron a Puerto Colombia, por donde entraron todos los árabes del país. En un principio se dedicaron a vender textiles en San Bernardo del Viento, aunque no hablaban castellano. Todo a punta de diccionario. Desde ahí iban de pueblo en pueblo hasta que Cecilio se casó y tuvo sus cinco hijas. Una de ellas, mi madre. Así que el primo de mi papá es a la vez su suegro y mi abuelo. Cuando mis padres se casaron empezaron a viajar juntos en mula. Mi madre se mandó hacer un maletín de madera con vidrio y llave para exhibir joyas y venderlas, mientras que mi padre se encargaba de la sección de textiles. En las alforjas llevaba de un lado las telas y del otro los libros que leía a la luz de la luna. Cuando mi madre quedó embarazada de mi hermana mayor, ya no podía andar más en mula, así que decidieron afincarse en el pueblo, alquilaron una casa en una esquina y en uno de los cuartos pusieron una miscelánea pequeña que yo también atendía los días de mercado. El comercio fue la actividad eterna de mi familia. Aunque, en realidad, mi padre nunca fue buen comerciante. Él vivía sentado en un taburete en la puerta de la tienda, leyendo todo el día.

Paola Turbay
Profesión: sicóloga y actríz
Esta bogotana, de origen libanés, sobrina nieta del ex presidente Julio César Turbay Ayala, fue elegida Señorita Colombia en el reinado nacional de la belleza de 1991 y virreina en el concurso de Miss Universo en 1992. Desde su elección ha sido recordada como una de las más notables reinas de la belleza colombiana. Aunque es sicóloga, graduada de la Universidad de los Andes, incursionó hace poco en la actuación y, actualmente, protagoniza la telenovela Las noches de Luciana.

Yamid Amat
Profesión: periodista
Cargo: director de 'CM&'
"El primero en llegar fue mi padre, Mohamed Amat. Llegó a Buenaventura, no sé exactamente cuándo, pero fue entre 1929 y 1932. Él no debía tener más de 22 años y como no quería ir a la guerra se escapó con un par de pesos y la maleta debajo del brazo. Desde que llegó se dedicó a lo mismo que los demás árabes. Río arriba y río abajo vendía textiles. Se casó con Leonor Ruiz y tuvo tres hijos, pero ninguno siguió sus pasos de comerciante. Yo empecé estudiando ingeniería química, pero mi padre quebró y la posibilidad que apareció en mi vida fue la de coger un micrófono. De la cultura árabe me queda la comida y la certeza de que existe un Dios, un credo. Y la idea de escribir un libro que recoja la historia de la llegada de los árabes a Colombia.

Julio Sánchez Cristo
Profesión: periodista
Cargo: director de la 'W' FM, radio
"Mis abuelos, Abraham Abdala y Nayibe Nasser, llegaron de Beirut y Litfur en 1930. Mi abuelo decidió que Abdala no se entendía y lo cambió por Cristo, ya que Abdala en árabe significa 'enviado del Señor'. En sus bolsillos sólo traían ilusiones y sueños que se convirtieron en una familia de 12 hijos. Entre ellos, mi mamá. Entraron por Buenaventura en el Pacífico, luego fueron hacia Cali y más adelante a Bogotá. Como todos los demás, sin saber español se dedicaron a vender de todo. De la cultura árabe aún conservamos la comida, el juego y muchas mujeres. Yo tengo tres: Letizia, María y Daniela. Los árabes han aportado a Colombia su filosofía de vida que cree que todo se puede. No le temen a nada, todo es posible.

Chaid Neme
Profesión: industrial
Los libaneses nos inventamos la navegación y somos aventureros y viajeros por naturaleza. Por eso, a los 14 años, el 20 de mayo de 1927 salí de Biblos, mi ciudad natal en el Líbano. Durante 72 días navegué hasta llegar a Guayaquil. La otra razón para salir de mi país es que ser gobernado por otro país, en ese entonces Francia, conlleva condiciones muy difíciles. Cinco años después de estar en Ecuador decidí viajar al encuentro de mi hermana Nayibe, que ya vivía en Ocaña. Llegué por el puerto de Buenaventura y atravesé el país: Cali, Armero, Ibagué, La Dorada, La Gamarra y, por último, Ocaña. Cuando llegué quería irme a Barranquilla, que en esa época le decían la Puerta de Oro de Colombia, pero en Ocaña no encontré un pueblo, encontré una familia, y me quedé. Por eso siempre digo que soy libanés y ocañero. Amo mis dos patrias.

Otras historias

Zulema Jattin
Aunque es comunicadora social de profesión, se ha dedicado a la actividad política. Actualmente es la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso de la República, en donde ha sido representante por el municipio de Córdoba desde 1998. Es de origen libanés.

Shakira
La cantante y compositora barranquillera es hija de padre libanés y madre colombiana. Su nombre fue puesto como una premonición. En árabe Shakira significa 'mujer llena de gracia'. Actualmente es una de las artistas colombianas más importantes en el mundo.

Salomón Hakim
Es médico neurocirujano nacido en Barranquilla, hijo de inmigrantes libaneses. Además de haber descubierto e investigado la hidrocefalia, es el inventor de una válvula (válvula de Hakim) que sirve para controlar los niveles de compresión en los ventrículos cerebrales. Ha recibido numerosos premios y menciones por su aporte a la medicina.

José Galat
Escritor y académico. Ha sido consejero en programas sociales de los presidentes Carlos Lleras Restrepo y Misael Pastrana y cónsul general de Colombia en París. En la actualidad es el rector de la Universidad La Gran Colombia. Algunos de los libros de su autoría son Construir una patria nueva, Un país prestado y La Colombia que queremos.

Emilio Yunis
Genetista cordobés de origen sirio-libanés. Fue rector de la Universidad Nacional y fundador del Instituto de Genética de la misma institución. Ha publicado varios libros: Ciencia y política, Evolución y creación, Genomas y clonación, El ADN en la identificación humana y ¿Por qué somos así? Ha ganado varios premios en los campos de la medicina y la ciencia.

Fuad Char
Fundador de la cadena de superalmacenes Olímpica y copropietario  de la Organización Char, conglomerado de empresas creadas por él y sus hermanos. Como buen descendiente de árabe, combinó los negocios con la política. En este escenario ha sido gobernador del Atlántico, ministro de Desarrollo Económico y senador de la República.

Encuentro
Mal contados los árabes y descendientes de árabes en Colombia son cerca de un millón y medio. Los árabes en Colombia: más de un siglo de presencia y contribución en la historia nacional es el nombre de la reunión que organiza Zuleima

Slebi, colombiana de origen palestino, junto a la Asociación Unión Colombo Árabe como homenaje de gratitud a Colombia por haber recibido y alojado a sus ancestros y haberles permitido echar raíces. El evento se celebrará entre el 18 y el 20 de noviembre en Barranquilla. Su espíritu "significa hacer visible lo invisible, visibilizar los más de 100 años que llevamos en Colombia. El objetivo del encuentro es demostrar gratitud a la Nación colombiana y la exaltación de nuestros valores y contribuciones al desarrollo nacional", dice Slebi.

Este es el primer encuentro de la comunidad árabe en toda Latinoamérica, donde hay cerca de 18 millones de descendientes de los países árabes.