Especiales Semana

LO QUE SE HEREDA

Revuelo por estudio según el cual los rasgos de la personalidad estarían determinados por la herencia genética

12 de enero de 1987

De Edipo a Freud, la ciencia había creido siempre que los rasgos determinantes de la personalidad de los niños dependían en gran medida de la educación recibida. Un estudio realizado por la Universidad de Minnesota con 350 pares de gemelos idénticos acaba de revelar, sin embargo, algo que ya ha empezado a causar revuelo dentro de las ciencias dedicadas al estudio del comportamiento: la herencia genética es más fuerte que la educación en la definición de la personalidad.
El hallazgo fue posible gracias a que varias de las parejas de gemelos fueron educadas por familias diferentes, y algunos de ellos ni siquiera se conocieron antes de que los reunieran para el estudio. Desde 1979, la Universidad ha venido siguiendo de cerca el comportamiento de los pares de gemelos, pero sólo hasta ahora se han dado a conocer los primeros resultados de la investigación, próximos a ser publicados por el Journal on Personality and Social Psychology.
Durante seis días consecutivos, los gemelos fueron sometidos a toda clase de pruebas, desde análisis de sangre hasta comparación de las ondas cerebrales, tests de inteligencia y pruebas para determinar alergias. En la mayoría de los rasgos medidos se encontró que más de la mitad de las variaciones tenían un origen genético y no habían sido determinadas por influencia de los padres, el ambiente o cualquier otro tipo de experiencias vividas.
Los resultados obtenidos en Minnesota, contradicen totalmente todo lo que hasta el momento se había dicho sobre el tema, especialmente en las teorías de la era posfreudiana que otorgaban al ambiente una vital importancia en el desarrollo de la personalidad. El estudio demuestra que la educación sigue teniendo importancia, pero actúa sobre rasgos definidos hereditariamente. Es así como un niño que es tímido por naturaleza, puede convertirse por su educación en una persona aún más tímida, pero jamás llegará a ser una persona atrevida.
Dentro de las parejas de gemelos que fueron educadas separadamente, había 44 parejas de gemelos idénticos y 21 pares de mellizos. La comparación que se pudo establecer entre unos y otros fue la clave del estudio, al determinarse que a pesar de haber crecido incluso sin conocerse, eran muy similares en personalidad.
Si el ambiente hubiera sido el factor determinante, las similitudes entre los gemelos que crecieron juntos deberían ser mayores que las de los que crecieron separadamente. Los datos hallados en 11 rasgos diferentes de su personalidad demostraron, sin embargo, que no era así.
"Si en efecto las similitudes encontradas en los gemelos educados por separado son de esa magnitud, este estudio es fundamental para entender la formación de la personalidad", comentó al New York Times en un artículo sobre el tema, el sicólogo de la Universidad de Harvard, Jerome Kagan. "Esto implica que algunos aspectos de la personalidad están controlados por factores netamente genéticos".
Para medir los rasgos objeto del estudio se utilizó el cuestionario para medición de la persónalidad desarrollado por Auke Tellegen, un sicólogo de la misma Universidad de Minnesota y uno de los principales in vestigadores en el caso. El cuestionario establece los principales rasgos de la personalidad, incluyendo la agresividad, insistencia en el logro y necesidad de relacionarse con los demás.
Por ejemplo, aceptar la afirmación, "cuando trabajo con otros me gusta estar al frente del trabajo" es un indice del rasgo conocido como liderazgo, mientras el estar de acuerdo con "continúo trabajando en un problema a pesar de estar cansado" indica la necesidad de logro.
Dentro de los rasgos que se encontraron más estrechamente vinculados a factores genéticos están el liderazgo y, sorpresivamente, el tradicionalismo o la obediencia a la autoridad. "Uno jamás hubiera imaginado que la tendencia a creer en valores tradicionales y el estricto seguimiento de las reglas pudiera ser más un rasgo hereditario que aprendido" comentó David Lykken, uno de los sicólogos participantes en el proyecto. "Pero encontramos que, en una forma misteriosa este es precisamente uno de los rasgos que tiene mayor influencia genética".
Otros de los rasgos que según el estudio están más estrechamente determinados por la herencia genética son la sensación de bienestar y el gusto por la vida, la alienación, la vulnerabilidad o resistencia al estrés y el temor o la tendencia al riesgo. La capacidad para permanecer absorto por experiencias estéticas como un concierto fue, curiosamente, otro de los rasgos que se encontró fuertemente ligado a factores hereditarios.
La vulnerabilidad al estrés, tal como se mide en el test de Tellegen, viene a representar lo que se conoce como "neurotismo", de acuerdo con el doctor Lykken. "La gente que obtiene un alto puntaje en este aspecto es usualmente nerviosa inquieta se irrita fácilmente es altamente sensible al estímulo y está generalmente descontenta de sí misma mientras quienes tienen puntaje bajo se ven a sí mismos positivamente" dijo. "La terapia puede ayudar a las personas vulnerables hasta cierto punto pero estas generalmente parecen tener una susceptibilidad intrínseca que usualmente las lleva a preferir una vida mucho más calmada". La necesidad de logro, incluyendo la ambición y la inclinación a trabajar fuertemente por objetivos, aunque se encontraron también ligados a los factores hereditarios, parecen determinados en gran parte por la experiencia, lo mismo que la impulsividad y su opuesto, la precaución. La necesidad de intimidad personal es el rasgo que aparece como menos determinado por la herencia.
A ningún gene en particular le fue atribuido el transmitir la personalidad. Los investigadores de Minnesota creen que cada uno de los rasgos es determinado por una combinación de genes. Por este motivo, afirman, en estudios anteriores realizados con padres e hijos no fue posible encontrar una relación tan estrecha en la personalidad de unos y otros, ya que comparten solamente algunos genes; mientras en el caso de los gemelos, al compartir todos los genes, sí se pueden establecer claramente las semejanzas.
Los resultados del estudio de Minnesota darán lugar, indiscutiblemente, a uno de los más encarnizados debates en el terreno de la sicología. Aunque es ampliamente aceptado que el mejor método para realizar este tipo de análisis es, sin duda alguna, la comparación entre gemelos, ya hay quienes han desvirtuado los resultados por considerar que los tests de personalidad, en que son las personas mismas las que dan las respuestas, no son muy confiables, puesto que ellas pueden tratar de proyectar una imagen de sí mismas diferente a la real.
"El estudio comparó personas provenientes de ambientes relativamente cercanos y culturas y ambientes similares" adujo el sicólogo Seymour Epstein de la Universidad de Massachusetts. "Si el rango de las diferencias hubiera sido mayor el ambiente seguramente habría sido más determinante en la personalidad". El mismo doctor Tellegen estima que "de todos modos la familia tiene una gran influencia". Pero aun así, el descubrimiento de que la personalidad se hereda y no se hurta puede llegar a ser una especie de revolución copernicana en la sicología de final de siglo.--

Los 11 rasgos
Este es el grado en el que los 11 rasgos de la personalidad medidos por el "Cuestionario multidimensional de personalidad", desarrollado por Auke Tellegen, se hallaron determinados por la herencia genética.

Potencia social 61%
Capacidad de liderazgo, tendencia a ser dominante.
Tradicionalismo 60%
Seguimiento estricto de las reglas y obediencia a la autoridad.
Reacción al estrés 55%
Vulnerabilidad y sensibilidad frente a las presiones.
Absorción 55%
Imaginación, capacidad para abstraerse ante experiencias como las estéticas.
Alienacion 55%
Sentimiento de incomprensión y maltrato por parte del mundo.
Bienestar 54%
Optimismo, confianza, alegría
Actitud frente al riesgo 51%
Tendencia a buscar situaciones que representen peligro.
Agresividad 48%
Inclinación a "lanzarse al mundo", gusto por la violencia.
Logro 46%
Gusto por el trabajo arduo y la culminación de lo emprendido.
Control 43%
Racionalidad, precaución, planeación.
Sociabilidad 33%
Apertura hacia los demás.--