Especiales Semana

Los 10 mejores discos colombianos de 2005

Las principales grabaciones hechas en Colombia estuvieron marcadas por la multiplicidad de ritmos, en los que prevalecieron los sonidos autóctonos. Así sonó este año.

Juan Carlos Garay
12 de febrero de 2006

1 Disco del año. Bahía trío: Pura Chonta. La búsqueda artística de Hugo Candelario González ha consistido en darle a la marimba de chonta una presencia importante dentro de la música colombiana. La sacó de las selvas caucanas y la llevó al estudio de grabación en 1998 con el primer disco del grupo Bahía. Pero ese primer ejercicio era el de una orquesta bailable donde el sonido de la chonta a veces se apagaba entre los potentes instrumentos de viento. Tal vez por eso es natural verlo llegar a este nuevo disco, que es un ejercicio de sencillez: la marimba aparece casi sola, acompañada apenas por una percusión discreta, facilitando de paso la improvisación. Nunca en la música colombiana se había escuchado algo así. Por esa sencillez y esa poesía que le descubre a los oyentes, no dudamos en declararlo álbum del año. 2 Improvisación más enérgica. Primero mi tía Quinteto ¿Qué tal que el legendario jazzista John Coltrane hubiera grabado un currulao? Habría sonado más o menos así. Este es el primer disco de un grupo de jóvenes muy talentosos que sin duda conocen el legado de los grandes del Free-Jazz, pero también la riqueza rítmica colombiana. El viaje musical incluye una enérgica apología del TransMilenio y hasta una pieza anónima yugoslava. 3 Mejor redescubrimiento de un veterano. Pablo Flórez & Alé Kumá: El Poeta del Valle del Sinú. Muchos habían oído las composiciones de Pablo Flórez en interpretación de otros (es memorable la versión que hizo Totó la Momposina de Los sabores del porro). Pero nos estábamos perdiendo de la voz de este trovador octogenario porque, como dice el bajista Leonardo Gómez, "nadie canta las canciones de Pablo Flórez como Pablo Flórez". De paso es el regreso tan esperado del proyecto Alé Kumá. 4 Mejor pasillo para piano. Ricardo Gómez: Santa Clara. Aparte de las piezas instrumentadas con tiple y bandola, que tienen una belleza cristalina, llama la atención el sonido menos convencional de un piano en el pasillo Katamarianando. Éste es un joven compositor que le apuesta a la música andina en la tradición de figuras ilustres como Luis A. Calvo y Adolfo Mejía, sin demasiadas concesiones modernas pero a la vez con un tono muy original. 5 Fusión más carranguera. Velosa y los Carrangueros: Surungusungo. - "Por donde lo mire le va a encontrar un tema bueno", afirma Jorge Velosa, orgulloso de su vigésimo disco. Venía de experimentar con rajaleñas y de producir un excelente álbum para niños; ahora se acerca a ritmos como la guabina y el joropo, pero siempre desde su perspectiva carranguera. Velosa tiene razón: cada canción en este disco es potencialmente una copla campesina del siglo XXI. 6 Mejor mapalé eléctrico. Nathalie Gampert: Bajos Distintos. Este disco reúne a algunos de los músicos más versados de nuestro medio: Orlando Barrera en la trompeta, Orlando Sandoval en los teclados y Luis Pacheco en las congas, bajo un concepto muy imaginativo de la suiza (pero colombiana de espíritu) Nathalie Gampert. Su bajo eléctrico, tocado con desenvoltura, es la base de un álbum que se oye como un viaje por Colombia. Y sí: hay un mapalé eléctrico. 7 Mejor conexión psíquica con Jamaica. Nawal: El fuego y la palabra. En la canción La mitad de la historia se menciona a Robert Nesta: el nombre de pila de Bob Marley. Con este impresionante álbum debut, los músicos de Nawal demuestran ser discípulos idóneos del profeta del reggae. Comparten un mismo sentimiento, abrazan la misma ideología y tienen, por ventaja, los adelantos tecnológicos que hacen de ésta una producción impecable. 8 Aproximación más colombiana al blues. The Black Cat Bone. Aquí aparecen composiciones roqueras de mucha fuerza, pero también un tema llamado La Villa que bien puede ser nuestro aporte al blues: está instrumentado con quenas y charangos. Si Carlos Vives dijo que "New Orleans se parece a Barranquilla", los músicos de Black Cat Bone parecen demostrar que la cordillera de Los Andes está más cerca que nunca al delta del Mississippi. Un disco de blues para los amantes del género... y del bourbon. 9 Premio Robert Moog a la música electrónica. Lounge.co 2005. Este año falleció Robert Moog, inventor de uno de los primeros sintetizadores y abuelo de las fiestas electrónicas. Este álbum nos muestra la pluralidad de su legado en Colombia: son los 18 ganadores de una convocatoria para encontrar las mejores propuestas en este arte. La oferta sonora es variadísima, desde el ritmo intenso de La Morocha hasta la hipnótica dulzura de Lucrecia. 10 Mejor Regreso del Año. Compañía Ilimitada: Circunvalar. Los veteranos Juan Manuel Pulido y Camilo Jaramillo, más conocidos como 'Pyyo' y 'Juancho', héroes en tiempos del llamado 'rock en tu idioma', volvieron a lanzarse a la palestra con Circunvalar, el séptimo álbum de la discografía de Compañía Ilimitada. Un regreso con mucha nostalgia pero que no niega los tiempos que corren. Además, con homenaje incluido a la Banda Nueva, a través de una versión del tema Mundo de imágenes, que sonó mucho por la radio bogotana en 1974.