Especiales Semana

MODA Y ACCESORIOS

26 de noviembre de 1990

90's - 60's...
Los años sesenta representaron para la humanidad del siglo XX una década controvertida, en todas sus facetas.
Fue la época en que la llamada Guerra Fría alcanzó su máxima tensión, la época de las grandes manifestaciones juveniles y de la liberación sexual, la época del Woodstoock y de los Beaties, la década en que el hombre inició su fascinante viaje por las estrellas y posó por primera vez su pie sobre la Luna.
Y por supuesto, en medio de esta gran cantidad de acontecimientos trascendentales, la moda también marcó su hito. Un hito basado en una mentalidad libre, alegre y despreocupada pero a la vez muy eleganteque ahora vuelve con toda su fuerza para imponerse en los 90.

Las siluetas en campana, las faldas cortas y las telas pegadas al cuerpo; la sensualidad del terciopelo y los paños cardados de los años sesenta se entremezclan con la soltura, la fluidez y la comodidad de los noventa, para crear una moda muy femenina, delicada en sus adornos y cuidadosa en sus formas.

Esa ha sido la inspiración de Claudia Szerer para lanzar su colección Otoño-Invierno 1990, en la cual la nostalgia de las épocas pasadas se funde en armonía con las tendencias modernas, y las siluetas, sencillas pero con telas muy elaboradas, no distraen la figura, sino que la realzan.

La moda de fin de año intenta, ante todo, rendirle un homenaje a la figura femenina. Y por eso, los pan talones, los vestidos y los sastres son fluidos en su silueta y caída, son sencillos pero al mismo tiempo escrupulosamente bordados y adornados. Es una moda que juega con las texturas, con los tejidos y los encajes, con las sedas y los chiffones. El terciopelo negro y el paño contrastan con mucha elegancia con los bordados de color oro.
Definitivamente el dorado se impone con delicadeza, pero con majestuosidad, para acompañar los tonos grises, violetas, azules, blancos, rojos y sobre todo el negro, el color sensual y elegante por excelencia.

Ahora que se acercan las grandes festividades, los grados, los matrirnonios y los cocteles, Claudia Szerer ha querido engalanar a la mujer de los noventa transportando toda la ensoñación de la década de los sesenta. Para que la libertad y la versatilidad características del final del siglo adopten el toque clásico de unos años inolvidables, colmados de romanticismo y elegancia. El resultado ha sido extraordinario. Una colección digna de observar en pasarela, y por supuesto, de lucir en todo su esplendor haciendo gala de ese encanto que sólo las mujeres son capaces de exhibir.

El toque final
En el campo de la moda, ningún detalle puede pasar inadvertido. Más cuando de esos detalles depende buena parte del éxito del vestuario de cada colección. Por esta razón ha sido tan importante, en todas las épocas, la buena selección de los accesorios que han de acompañar las últimas tendencias de la alta costura.

Y es que los accesorios son los encargados de enfatizar las virtudes de cada diseño, de cada prenda y de cada corte. En pocas palabras, representan ese toque final sin el cual determinada prenda no luciría igual. Y si los accesorios han sido indispensables en las colecciones de las décadas pasadas, ahora su valor es aún mayor. Porque la moda de los noventa está cargada de un "barroquismo" llamativo, expresado en una gran variedad de posibilidades.

La innovación para final de año la constituyen los botones de múltiples colores que combinan con cualquier prenda. Desde un descomplicado jean hasta un lujoso vestido de coctel. Todo depende del ingenio y del gusto de quien los use. De igual forma los broches son bastante llamativos, alegres y vistosos. En general, la pedrería y la pasamanería están en su furor, lo mismo que los largos hilos, las cintas y las cadenas doradas. En definitiva, la moda de los accesorios ha dejado la timidez a un lado y se ha lanzado para exhibirse con mayor libertad.
Al fin y al cabo se acerca la época de las festividades navideñas, la época más adornada del año.

Respetando la misma línea, los aretes son grandes y largos, y los cinturones anchos y adornados con pedrería dorada. Encuanto a los zapatos, no es raro encontrar broshes dorados en los tacones, con hilos o con botones de colores, al igual que las carteras de fiesta. Y para fortuna de muchas mujeres, vuelve el sombrero clásico, finamente adornado con pedrería, con cadenas y broches.

En fin, existen accesorios ideales para cualquier combinación con la prenda que se desee, dependiendo de la ocasión. La inspiración ya no está en las casas de moda, sino en la propia mente de quien va a utilizarlos. La época es propicia, y la alegría de fin de año se refleja desde ya en esta moda, llena de colores, de brillo y sobre todo, de muchos adornos.

Ilusiones
Las futuras mamás dejaron de parecerse hace mucho tiempo a las mujeres embarazadas de antaño, que se refugiaban en el hogar para permanecer en él el mayor tiempo posible durante los nueve meses de espera.

La mujer moderna, ejecutiva y audaz, pero no por ello menos femenina, ha comprendido que a pesar de la "nueva" figura que el embarazo le regala, debe lucir elegante, a la moda y radiante de alegría por ese bebé que pronto llegará.

Pensando en esos meses de espera y en esos días en que por cuestiones de su profesión debe asistir a reuniones de trabajo, incluso fuera de la ciudad, muchos diseñadores se han especializado en la línea de maternidad, utilizando en sus colecciones texturas livianas y frescas, en los colores de moda.

Al contrario de lo que muchas mujeres imaginan, la moda para maternidad también ofrece gran cantidad de alternativas para diversas ocasiones. Desde el traje clásico de dos o tres piezas, que permite combinaciones variadas entre sí, pasando por la informalidad de la ropa de verano, hasta el elegante vestuario de oficina, susceptible de ser utilizado incluso después del embarazo.

Con frecuencia, la futura madre se exime de comprar muchos trajes de maternidad, porque considera que después del alumbramiento no tienen uso alguno. Pero a los ojos de los diseñadores, esta predisposición es errónea. Hoy en día las casas de moda especializadas en maternidad están en capacidad de ofrecer líneas muy modernas de trajes holgados y cómodos que pueden ser llevados también con mucha elegancia, después de haber dado a luz.

Con más de diez años de experiencia en este campo, la diseñadora caleña Sonia Serna opina, sin embargo, que para la futura mamá son suficientes tres conjuntos bien escogidos y bien diseñados, para lucir de manera elegante y cómodamente durante los nueve meses de embarazo. "Las combinaciones entre las diferentes piezas permiten obtener nuevos estilos para vestir durante dos semanas".

Para esa época de ilusión, las tendencias de la moda también han dispuesto todo un repertorio, basado en materiales muy suaves y ligeros, como viscosas mezcladas con algodón y lino, con caídas naturales. Los colores, por su parte, van desde los tonos tierra gris, amarillo ocre, café y verdepara la ropa de calle o de trabajo, hasta los tonos brillantes amarillos, anaranjados y rojos para la ropa casual y deportiva; mientras los estampados poseen dibujos pequeños y motivos étnicos. Son igualmente importantes el blanco y el negro, dos tonos que vibran y contrastan con las distintas gamas de colores, e imprimen el toque de elegancia y distinción a cada prenda.

Si antes se pensaba que la mujer embarazada no podía estar a la moda y tenía que ceñirse a un sólo tipo de traje, ahora esa teoría ha sido desvirtuada por diseñadores y casas de moda. Porque hoy la futura mamá puede encontrar las mepres prendas y los mejores diseños en vestuario de maternidad, para que esos nueve meses de impaciente espera sean todavía más placenteros.