Especiales Semana

MODA EN MEDELLIN

2 de agosto de 1993

ANTE TODO COMODIDAD
PROBABLEMENTE EL NOMBRE ESTUDIO de Moda, aparte de ser bastante sugerente, no diga mucho sobre las últimas tendencias. Pero al agregar que esta empresa, radicada en Medellín, tiene en el país las licencias de cuatro marcas internacionales: la brasilela Chooper, las italianas Unlimited y Diesel, y la francesa Marithe y Francois Girbaud, la situación empieza a cambiar.
¿quién no ha lucido unos jeans Girbaud con la marquilla localizada estratégicamente, o una prenda Chooper en viscosa, lino o seda, casual pero con mucha clase? Estudio de Moda le contó a SEMANA la historia de este par de acreditadas marcas nacidas de la creatividad de tres diseñadores que han trabajado arduamente para imponer sus estilos. Y, además, dió su opinión sobre lo que se está usando. Desde luego, con la fidelidad que corresponde a quienes están en contacto permanente con el diseño y la confección en los dos hemisferios.

El imperio high touch Una busqueda permanente de esta generación hay consenso al respecto entre los diseñadores es la comodidad. Y pensando en ella se desarrollo un tratamiento para las prendas y las telas que les da una apariencia liviana y una textura extremadamente suave. Esto es el High Touch, una idea inaugurada de Marithe y Francois Girbaud. A través de sofisticados procesos de lavandería o de la misma arquitectura de las telas (por ejemplo el diagonal left ) se logra una soltura sin parangón y esta se aplica incluso para los jeans.
Lo que Girbaud impone es ropa fluida, sobreposición de prendas, de colores (vinotinto, verde, amarillo quemado) o a rayas, y zapatos y tenis con suelas gruesas. Y también coordinados en varias texturas y un solo color -azul o negro- dentro de una vestimenta jeanswear. Lo que hoy se llama blue mix o black mix .
De otro lado, con Chooper, la más alta tecnología permite diseñar microfibras para construir telas espectaculares y desarrollar los novedosos estampados reflectivos.
Estudio de Moda ofrece juntas todas esas posibilidades en Colombia. Sólo hay que saber que existe cierta distancia entre las creaciones de Francois Girbaud y Therese Bachellerie (Marithe en la marca) y las de Naum Gorenstein, cerebro detrás del mundo Chooper. Mientras los dos franceses trabajan haciendo énfasis en la arquitectura de las telas, y luego de las prendas, siempre en el campo del jeanswear, el mencionado disenador brasileno tiene una línea informal internacional de este tipo, pero además es especialista en elegir los mas exclusivos tejidos y viste a la mujer ejecutiva de hoy.
Naum Gorenstein heredó de su padre la empresa. Pero ese Chooper no es el mismo de hoy. El lo transformó de acuerdo con sus inclinaciones personales: la tecnología industrial y el área de las comunicaciones.
Las prendas de su última colección -de venta en Colombia desde la semana pasada- son livianas para que se puedan usar unas sobre otras. De ahí que gran parte de las blusas lleguen con manga sisa. Todo debe ser llevado con jeans y el negro aparece en diferentes texturas.
Gorenstein y los demás diseñadores y confeccionistas de su firma viajan, miran vitrinas, se informan de lo que se usa en las calles del mundo y analizan revistas.
Cada uno sintetiza de manera personal esta información pero el resultado es siempre un ejemplo de dinamismo y gusto al estilo de los 90.

Imitaron para innovar
La historia de Marithé y Francois Girbaud tiene otro carácter. Ellos y sus socios son hoy diseñadores al mismo tiempo que industriales de la moda. Las cifras lo prueban: como casa matriz han otorgado más de 20 licencias, incluida la colombiana que está en manos de Estudio de Moda desde hace ocho años. Esto quiere decir que funcionan a través de una red controlada de distribución que maneja información, muestrario, diseños, moldes, carta de colores, material publicitario y prendas comunes en todo el mundo. Hay una docena de líneas internamente y venden, aproximadamente, siete millones de piezas cada año.
Pero lo más importante es que, desde sus inicios, han trabajado en llave con numerosas empresas. Las descubren, potencializan sus procesos e innovaciones y así van abriendo con ellas nuevos mercados. Hoy, Marithé (Therese), una dinámica mujer de 49 años, se encarga de organizar el trabajo y Francois, de 46, se ocupa de los diseños. Claro que no siempre fue de esta manera... Ellos se conocieron a principios de la década del 60, empezaron a importar prendas inspiradas en el westem americano y abrieron la primera boutique de este tipo en París. Sin embargo, su creatividad les impidió seguir copiando por mucho tiempo.
En 1967 ya estaban recorriendo todas las plantas de lavado de jeans en la capital francesa en busca de sorpresivos acabados a la altura de sus diseños. Y los encontraron: un año después se convirtieron en los precursores del stone wash -desvanecimiento natural del índigo con piedras- y los jeans bota campana. Además, trabajaban con materiales crudos para supervisar la manera en que se fabricaban las telas.
Con esa labor, que podría definirse como intervención paso a paso de las telas a las prendas, se dirigieron al resto de Europa. Triunfaron en Espana e Italia pero los demás países prefirieron mantenerse dentro de la tendencia que desde entonces se llamó Puritan Fashion.
Su primera aproximación al mercado de Estados Unidos fue en 1978, cuando diseñaron un material especial para la Nasa. Desde entonces la firma ha estado presente en ese mercado a todos los niveles. Allí impuso la moda de las chaquetas de aviador y sus jeans, entre europeos y americanos, que tienen gran demanda.
Estudio de Moda, en unión con Marithé y Francois Girbaud, planean para noviembre de este año en Bogotá un evento que han bautizado como "30 años de ingeniería jeanética" y que incluirá una muestra de una semana sobre la historia del jean. Por lo pronto, lo que hay que hacer es seguir disfrutando de la versatilidad y la comodidad de estas prendas.

Solo para niños

CREAMODA ACABA DE LANZAR AL MERcado de la confección y el diseño las líneas Giorgio Capriani y Energy junior. La idea detrás de cada una de estas prendas, para pequeños entre los cuatro y los 16 años, es la de explotar al máximo la vitalidad y el sentimiento, la espontaneidad y el talento que hay en cada uno de ellos.
Definitivamente, la opción es deseñar de manera exclusiva para el segmento infantil. Pero creando allí un sistema de moda similar al de los mayores. Es decir, uno que tenga en cuenta color, silueta y bases, los ingredientes básicos cuando se hace moda.
La inspiración de esta primera colección es el reto ecológico. Y, finalmente, las firmas esperan que su propuesta -tanto en las telas, cuidadosamente seleccionadas, como en las prendas- ayude a generar en los pequeños conciencia y sensibilidad. Las bases son frescas y fluidas. Hay índigo, algodón, tejido de punto, piqué y chambray. Fondos enteros y estampados y texturas suaves, limpias. Todas estas características pensadas desde la vitalidad y la necesidad de expresión de los pequeños.

¿Como nació la idea?
Giorgio Capriani, con ropa femenina, y Energy, con prendas masculinas, dos marcas de gran éxito en nuestro medio, optaron por hacer un exhaustivo estudio del mercado a nivel infantil y junior. Después de comprobar que allí existía un interesante campo de acción, decidieron crear las nuevas líneas y, por último, conservar tanto en lo femenino como en lo masculino los mismos nombres con que la gente asocia calidad: de nuevo Giorgio y Energy.
Esta nueva opción no hace otra cosa que pensar en las exigencias de los propios niños e imprimirles suficiente fuerza como para que llamen poderosamente su atención siempre volátil.
El lanzamiento fue el pasado 26 de mayo en la Casa Fabricato. Entonces se presentó la colección de vacaciones, que ya está teniendo gran aceptación tanto en los puntos de venta de Creamoda como en los almacenes y cadenas más importantes del país.
Nunca antes los niños habían tenido la oportunidad de comprar ropa de alta factura en los mismos almacenes que sus padres. Tampoco suele diseñarse en el país estrictamente para ellos, mucho menos con colecciones. Ya está en preparación la de fin de año, que se hará pública en el mes de agosto.
En este segmento el precio de las prendas suele ser demasiado elevado. Pero eso no está sucediendo con esta colección pues, sin estar al alcance de absolutamente todos los bolsillos, se ubica en una franja que cubre un número razonable de colombianos.
Un excelente grupo de diseño capacitado en las mejores universidades del país y con una amplia trayectoria en el mercado infantil y junior, es el encargado de proporcionar a los pequeños una serie de productos especialmente diseñados para ellos. Sólo hace falta que visiten con sus padres los más importantes almacenes del país para que empiecen a disfrutar de esta ropa, que además hermosa es ecológica.