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La tecnología es esencial para la socialización de quienes nacieron en la era digital.

9 de junio de 2012

Casi el 80 por ciento de los encuestados en el estudio de percepción de jóvenes realizado por SEMANA dedican entre una y seis horas diarias a internet, y el 73 por ciento de ellos chatea entre una y cinco horas. German Muñoz González, especialista en Estudios Culturales y Gestor de Políticas de Juventud, explica que el chat permite compartir emociones y estar juntos sin importar el tiempo. Asegura que "es un espacio protegido de las miradas adultas, un territorio soberano donde cabe la invención de un nuevo lenguaje y de formas inéditas de libertad".

La red social preferida del 86 por ciento de los encuestados es Facebook, porque, según Muñoz, les permite mostrarse como sujetos únicos, divertidos y capaces de crear mundos propios en los que construyen vida social y pueden generar movimientos de resistencia. La psicóloga Fabiola Cárdenas agrega que este sitio web es un espacio social como cualquier otro que amplía las relaciones y donde se tejen amistades o noviazgos.

El celular también cumple un rol protagónico en sus vidas. El 88 por ciento afirma tener uno. Mientras el 40 por ciento prefiere el chat como medio de comunicación con sus amigos, el 41 por ciento prefiere hablar por celular. Muñoz explica que el móvil es el aparato de la convergencia mediática: "se podría decir que es el centro de operaciones del sujeto, por eso es imprescindible en la vida social y cultural". Por su parte, Cárdenas concluye que es parte de la construcción del sello personal. "Siempre vamos creando necesidades asociadas a los estilos de vida que preferimos".

El reproductor musical también es indispensable para muchos jóvenes. El 66 por ciento de ellos tiene uno de estos dispositivos, pues "la música es socia del alma y el único patrimonio personal para los jóvenes", según Germán Muñoz, quien además asegura que llevarla en el bolsillo es un antídoto permanente contra el aburrimiento y hace posible compartir, divertirse y pensar.