Especiales Semana

NAVIDAD

6 de enero de 1992

EL CAMINO DE BELEN
POR LA GRUTA DE BELEN, CENTENARES DE caminantes avanzan cada final de año para el recibimiento de un niño. Seguidores fieles que en el encanto de un pesebre reunen sus cantos de alabanza y gloria para la bienvenida del Creador. Un paisaje bíblico que tiene el poder de reunir a todos los miembros de una familia bajo el calido camino de Belén.
Y es que a la hora de armar el pesebre todos piden la palobra. Unos se hacen cargo de la arquitectura, otros de la decoración y otros del relato de la historia. Momentos de unión familiar en su máximo esplendor.
Por eso, este símbolo navideño que congrega a su alrededor millones de cristianos merece un tratamiento especial. No se trata de poner personajes sagrados de porcelana o de cualquier material en una casa y luego poner el burro y el buey. Montar un pesebre es un arte que requiere sensibilidad, pasión y amor, No todas las personas ni todas las familias saben como hacerlo con mística.
Por eso, David Rubio, dedicado desde su niñez a la tradición del pesebre, decidió dar un impulso a las costumbres decembrinas desde hace seis años. Consciente de la importancia y el valor de la tradición, tanto en el plano estético como en el sagrado. Rubio se hizo a la tarea de difundir los encantos navideños. Para el y sus amigos es importante poner alma, corazón y vida a la hora de recrear el escenario del nacimiento de Jesús.
Su entusiasmo hizo eco en los rincones nacionales y poco a poco fueron apareciendo voces dispuestas a entonar la misma melodia.
Lo que en un primer momento para Rubio era un imposible, hoy, es una realidad con el nombre de Asociación Colombiana de Pesebristas. Una organización sin animo de lucro que tiene como objetivo principal difundir la devoción al pesebre extendiendo su importancia como elemento cultural de evangelización cristiana. Además, su meta es propender por el impulso, la permanencia del pesebre como motivo central de las festividades decembrinas.
Para ello, la Asociación Colombiana de Pesebristas con una fuerza de 300 miembros, desarrolla programas, campañas y eventos para motivar a los cristianos a participar activamente de la tradición.
Según David Rubio, presidente de la Asociación, cada pesebre debe ser un espejo bíblico. Una función donde los actores en escena cuenten su propia historia al público presente. Por eso cada uno de los pesebres que la asociación arma, tiene un guia y un montaje que permite al espectador involucrarse y forma parte del maravilloso momento que aparece ante sus ojos. Para Rubio, la musica y los diálogos desempeñan un papel importante en la creación del espectáculo sagrado. Por eso, a la par de la creación del pesebre estudia las melodias adecuadas para ambientar el momento y se preparan las voces de júbilo que anunciaran la llegada del Mesias.
Por otro lado, los juegos de luz son claves en la reproducción del pesebre. Porque como el propósito del director es contar paso a paso cada uno de los acontecimientos hasta llegar al nacimientoS la luz se convierte en un segundo telón del cuadro bíblico. Por eso, si la idea es guardar hasta el último momento la llegada del Salvador, el escenario donde duerme el niño debe permanecer oscuro.
Y todo ello forma parte del conjunto de consejos para fomentar el amor hacia el pesebre. Pues para la Asociación Colombiana de Pesebristas la meta de la representación del nacimiento de Cristo, es llegar a una experiencia vivencial. Que cada uno de los espectadores tenga un papel dentro de la historia, ya sea en el portal de Belén o en el centro de Jerusalén.
Una labor cristiana que se ve recompensada con el asombro y alegria del público que comparte con los miembros de la Asociación el encanto y gozo de vivir en carne propia las alabanzas para el nacimiento del Salvador.