Especiales Semana

NAVIDAD

12 de enero de 1987

Para los agoreros
Usted es de los que el 24 agarra una de las patas del pavo, con la mano derecha y formula un ferviente y secreto deseo?
¿O es de los que el 31 por la noche lleva ropa inTerior amarilla? ¿O de los que el mismo 31, cuando los locutores de las emisoras pierden el sentido de la prudencia y gritan porque el reloj ha vencido la curva, agarran 12 uvas y las tragan rápidamente, antes que cesen las campanadas?
¿O de los que evitan llorar porque entonces el año que entra estará lleno de lágrimas y sollozos y recriminaciones?
¿O de los que salen con una maleta y le dan una vuelta a la cuadra porque es la forma más segura de viajar durante los próximos meses?
¿O de los que hacen doce llamadas telefonicas seguidas, a doce amigos y les dicen una frase construida con doce palabras y no les da tiempo a responder?
¿O de los que estrenan obligatoriamente, no por elegancia ni comodidad, sino porque seguirá estrenando así durante el año nuevo?
¿O de los que evitan hablar de temas tristes porque entonces el año que comienza sería patético y lleno de amarguras?
¿O de los que toman un naipe y sacan una carta al azar y deducen u suerte con la figura impresa?
¿O de los que inician los primeros segundos del año haciendo lo que quieren hacer durante el año nuevo: leyendo, comiendo, haciendo el amor, jugando, bailando o lo que sea?
¿O de los que intercambian prendas con el mejor amigo?
¿O de los que llenan la casa de flores amarillas y rojas para llamar la suerte?
¿O de los que guardan durante la noche del 31, doce monedas en el bolsillo derecho de la chaqueta o en la mano para que el dinero no falte?
¿O de los que telepáticamente se comunican con amigos que están muy lejos?
¿O de los que esperan las doce de la noche sentados en la oscuridad de la playa?
¿O de los que entran a una iglesia con el fin de recibir los pitos rezando?
¿O de los que toman doce panes y salen a la calle y los entregan a las primeras doce personas que encuentran?
¿O de los que detestan la alegría ajena y se duermen temprano para escapar de todo?
Usted, lector, ¿qué aguero, qué manía, qué costumbre rara tiene para estas fiestas?
¿Se pone alguna prenda al revés y detesta que lo descubran?
Con supersticiones o no, la ropa es un elemento clave en estas fiestas y la mayoría estrena porque piensa que si recibe el año nuevo aún con las etiquetas y los precios, los meses siguientes serán de abundancia.--

En qué invertir la Navidad
Esta es la temporada ideal para salir, a cualquier parte, aunque sea a los pintorescos pueblos de la sabana bogotana o para irse a caminar por la playa, mirando las gaviotas y los turistas rezagados que intentan broncearse como sea. Esta es la época perfecta para dejar la casa o el apartamento con llave y perderse durante varios días, olvidándose del perro, los canarios, la muchacha del servicio y los cobradores, pero... hay algunos detalles que deben observarse cuando se toma la decisión de cerrarlo todo y largarse en busca de una aventura, así sea con la compañía de un buen libro y una pipa que ha conocido épocas mejores. Antes de salir, antes de perderse rápidamente, todos deben observar algunas de estas reglas:
--Desconectar todos los electrodomesticos, el gas, la estufa, cerrar todos los grifos y salidas del agua, que ninguno quede goteando con posibilidades de inundación.
--Dejar, por lo menos, una bombilla encendida con el fin de que, por la noche, la casa o el apartamento no queden totalmente a oscuras, ya que eso atrae la atención de los ladrones.
--No dejar alimentos expuestos a la corrupción y todo cuanto pueda ser llevado a la nevera, se preservará hasta el regreso.
--Si hay animales domésticos y no los llevamos con nosotros (si la ausencia es larga), entonces hay que recomendarlos a uno de esos establecimientos donde se encargan de cuidarlos y mimarlos hasta nuestro regreso.
--Cerciorarse al cerrar la puerta que todas las ventanas estén con sus respectivos pasadores y que las cortinas, todas las cortinas, estén corridas y antes de dar el portazo final, echar una última mirada.
--El pedirle al vecino más cercano que "eche un ojito" aunque haya un buen sistema de vigilancia en la cuadra o el edificio, no está de más.
--Que muy pocos sepan que la familia entera se va de vacaciones y si estamos pendientes de alguna entrega de un pedido, hay que llamar para que lo adelanten olo atrasen con el fin de evitar el espectáculo de alguien con un paquete pegado al timbre o dando golpes en la puerta, sin respuesta alguna y llamando la atención de todo el que pase.
--Si queda algún vehículo en el garaje, entonces hay que dejarle la alarma encendida y las puertas convenientemente cerradas.
--Si en su barrio o su sector funciona una dependencia de la Defensa Civil y su ausencia será prolongada, por ejemplo de más de dos semanas, entonces sería conveniente contarles con el fin de que en sus periódicas vueltas de inspección, le dediquen un poco más de atención a su residencia.
--Estas precauciones tambien deben o pueden ser tenidas en cuenta con su oficina o sitio de trabajo, especialmente en los edificios del sector comercial donde la vigilancia durante los festivos tiende a reducirse peligrosamente.
--Si queda alguna persona cuidando, los riesgos en principio serán menos, pero no está de más que, desde el sitio donde usted se halla, efectúe algunas llamadas telefónicas sólo para que esa persona se sienta más tranquila, sepa noticias de los viajeros y estos a su vez tengan la sensación de que al regresar no se toparán con una sorpresa desagradable.
--Hay personas más maniáticas que otras en esto de la seguridad y las precauciones, pero estando como están las cosas, cualquier exageración en este campo se vale, sobre todo para pasar unas vacaciones y fiestas navideñas en paz.--