Especiales Semana

NAVIDAD

11 de enero de 1988

LA NAVIDAD EN PAPEL
Es verdad que tanto el 24 como el 31 de diciembre, a las doce de la noche, todos desearían estar al lado de sus familiares y en general de los seres queridos, para desearles paz y bienestar por medio de un fuerte abrazo. Pero desafortunadamente los costos y las distancias de la época moderna no hacen posible este sueño en la mayoría de los casos.

Las lineas telefónicas se congestionan, el correo se atafaga, los saludos y las recomendaclones van y vienen con todos los viajeros... porque si no es posible hacer un brindis con los que se encuentran lejos, pues entonces hay que recurrir al teléfono y a las tarjetas.

La costumbre de hacer llegar un deseo de felicidad a través del correo, pero mas que esto, a través de un medio idóneo para el fin, se inició en Inglaterra a mediados del siglo pasado.
Fue entonces cuando surgieron esos pequeflos plegables ilustrados con motivos navideños que guardaban en su interior un espacio para que el remitente escribiera de su puño y letra el mensaje más apropiado y más personal, de Navidad y Año Nuevo.

Las tarjetas evolucionaron a la par con el correo, las artes gráficas y la fotografia. Hoy es posible enviarle a los abuelos una tarjeta navideña que consiste en una fotografía de sus nietos recién tomada, o los tradicionales pesebres y los arbolitos de luces plasmados en papel.

Y para vincular la comercialización de las tarjetas con un sentimiento propio de la época navideña, desde hace álgún tiempo muchas instituciones se han dedicado a editar trabajos de este tipo con el objeto de recolectar fondos para sus arcas de beneficencia.
Precisamente las tarjetas que ilustran esta nota fueron realizadas por pacientes del Instituto de Oncología de la Fundación Santa Fe de Bogotá. Los fondos obtenidos serán destinados a subsidiar los tratamientos de quimioterapia de los niños enfermos de escasos recursos económicos. --

DE SAN NICOLAS A PAPA NOEL
Probablemente a los niños no les interese si al tradicional señor gordito y de barba blanca, vestido con un curioso traje rojo y blanco como si fuera hincha del Santa Fe, y que calza unas resistentes botas negras que dan la idea de su largo recorrido, se le conoce en algunos lugares como San Nicolás, en otros como Santa Claus y hay quienes lo llaman Papá Noel.
Es más, quizás esos niños no se intriguen por saber, a la hora de la verdad, si el señor bonachón que lleva una bolsa repleta de regalos sobre su espalda descienda apretadamente por la chimenea de sus casas, se trepe a los rascacielos por una escalera mágica o sencillamente ingrese por la puerta del frente como cualquier vecino.
A ellos les basta con saber que el 24 de diciembre por la noche, ese misterioso y agradable personaje medio real y medio fabulado deja en algún sitio de sus hogares una buena dosis de regalos a su nombre, para dar respuesta de esta forma a la carta de petición que los niños debieron redactar unos días antes, y por la cual sufrieron y esperaron durante tanto tiempo, entre sobornos y promesas de sus padres para que se tomaran muy juiciosos la sopa del almuerzo con tal de no espantar al bondadoso señor barbado.

Pero la verdad es que a pesar de las fábulas y los cuentos exóticos que se han mezclado en su tradición, el personaje existió en la realidad y entre las virtudes que lo llevaron a la santidad destacaban muchas de las bondades que se le atribuyen en la actualidad.

El personaje real se llama San Nicolás y nació en el puerto mediterráneo de Patara, en la parte asiática de Turquía, a mediados del siglo III a más tardar en los primeros lustros del siglo IV. Se sabe que en sus años juveniles Nicolás se dedicó a ayudar a los pobres, compartiendo sus bienes con los más necesitados. Precisamente de estos años proviene una anécdota que le ha valido su patronato sobre los niños y su reconocimiento como secreto portador de regalos. Se encontraban en una ocasión tres hijas de un noble arruinado en el grave peligro de ser vendidas como esclavas o arrastradas por el vicio debido a su pobreza. Enterado del problema, Nicolás llegó una noche hasta la casa de las muchachas, y sin ser visto dejó caer por la ventana tres sacos que contenían oro, con el objeto de proporcionarles lo suficiente para una buena dote matrimonial. Esta leyenda es el origen de la costumbre de ofrecer regalos a los niños de una manera secreta, la cual se realizaba anteriormente en la vispera del dia de San Nicolás, que se celebra el 6 de diciembre.

Las historias y las leyendas sobre Nicolás se hicieron famosas muy pronto, y sirvieron como inspiración a poetas y escritores de todas las épocas. En 1822 Clement Clark Moore, un norteamericano de ascendencia hebrea, compuso un poema sobre el santo de los niños en una historia de navidad en la que lo pintaba con sus barbas blancas y el traje que hoy se conoce, y lo hacia venir por los cielos en un trineo tirado por ocho renos. Aunque la intención de Moore era simplemente la de entretener a sus hijos cón la composición, un amigo de la familia se encargó de dar el poema a la prensa, y desde entonces se hizo famosa esta nueva versión de San Nicolás, ahora como Santa Claus, que era el nombre que el poeta había reservado para su personaje.

La denominación de Papá Noel corresponde simplemente a una tradición de Baba Noel, término turco con el cual se designa a Nicolás como el padre de las navidades. --

EL MEZCLADOR FESTIVO
Además del derroche de alegrla, de los regalos y las fiestas que caracterizan esta hermosa época del año, la Navidad y el Año Nuevo también son ocasiones especiales para los grandes banquetes... para dar rienda suelta a nuestra imaginación gastronómica y poder probar los mejores platos del año. Y junto a ellos, las bebidas de nuestro agrado. Bien sea la gama de cocteles con infinidad de combinaciones, o los tragos puros.

VILLANCICOS
Una de las tradiciones cristianas de la época navideña más arraigada en nuestro medio es el canto de villancicos, hoy en día más identificada con las tonadas alegres que pronuncian los niños, acompañados de panderetas, en la novena de aguinaldos. Si bien anteriormente pudo verse enmarcado por el rigor poético de los siglos de oro españoles y utilizado como plegaria en el desarrollo de la Eucaristía, el villancico de hoy se ha reservado de manera especial para las fiestas navideñas, y dentro de éstas para animar las oraciones de la novena al niño Jesús.

A continuación publicamos un villancico de finales del siglo XVI, compuesto por Lope de Vega, uno de los mayores exponentes de esta modalidad poético-musical, y luego otros tan tradicionales como "Noche de paz" y tan populares como "Campana sobre campana".

Villancico (Lope de Vega)
Las pajas del pesebre, Niño de Belén, hoy son flores y rosas, mañana serán hiel.

Lloráis entre las pajas, de frio que tenéis, hermoso niño mio, y de calor también.

Dormid, Cordero Santo; mi vida, no lloréis; que si os escucha el lobo, vendrá por vos, mi bien.

Dormid éntre las pajas que, aunque frias las veis, hoy son flores y rosas, mañana serán hiel.

Las que para abrigaros tan blandas hoy se ven, serán mañana espinas en corona cruel.

Más no quiero deciros, aunque vos lo sabéis palabras de pesar en días de placer;

Que aunque tan grandes deudas en pajas las cobréis, hoy son flores y rosas, mañana serán hiel.

Dejad el tierno llanto, divino Emanuel; que perlas entre pajas se pierden sin porqué.

No piense vuestra Madre que ya Jerusalén previene sus dolores y llora con José;

Que aunque pajas no sean corona para rey, hoy son flores y rosas, mañana sarán hiel.
A LA NANITA NANA
A la nanita nana, nanita ea, nanita ea, mi Jesús tiene sueño bendito sea, bendito sea.

Fuentecilla que corres, clara y sonora, ruiseñor que en la selva cantando lloras, callad mientras la cuna se balancea:
A la nanita nana, nanita ea.

Y tu triste presagio que me torturas, Almácigo de penas y de amarguras, huyes mientras la cuna se balancea, de la nanita nana nanita ea.

Manojito de rosas y de alelíes ¿qué es lo que estás soñando que te sonries? ¿cuáles son tus ensueños dilo alma mia: más qué es lo que murmuras que te sonries?
Yo no sé lo que es eso, Niño de mi alma, más pues esa sonrisa mis penas calma, sigue, sigue soñando mi dulce Dueño, sin que nada te ahuyente tan dulce sueño.

Pajaritos y fuentes, auras y brisas, respetad ese sueño y esas sonrisas, callad mientras la cuna se balancea: que el Niño está soñando ¡bendito sea!

NOCHE DE PAZ (F.Gruber)
Noche de paz, noche de amor; llena el cielo un esplendor; en la altura resuena un cantar; os anuncia una dicha sin par: en la tierra ha nacido Dios, hoy en Belén de Judá.

Con pecho fiel reconoced al mesias vuestro Rey.
Le hallaréis por esta señal: un niño en un pobre portal, que entre pajas vuestra fe esconde su majestad.

CAMPANA SOBRE CAMPANA
Campana sobre campana y sobre campana una asómate a la ventana verás al niño en la cuna.

Belén, campanas de Belén que los Angeles tocan, qué nuevas me traéis.

Recogido tu rebaño a dónde vas pastorcito voy a llevar al portal requesón, manteca y vino.

Belén, campanas de Belén que los Angeles tocan, qué nuevas me traeis.

Campana sobre campana y sobre campana dos asómate a la ventana que está naciendo Dios.

Belén, campanas...

VAMOS PASTORES VAMOS
Vamos pastores vamos vamos a Belén a ver en aquel Niño la gloria del Edén
Ese precioso Niño yo me muero por él.
Sus ojitos me encantan, su boquita también, el Padre lo acaricia, la Madre mira en El, y los dos extasiados contemplan aquel Ser (Bis)