Especiales Semana

Negocio sobre ruedas

Goodyear de Colombia le está sacando provecho al auge de venta de vechículos y hoy es líder en la industria de las llantas en el país, y una de las principales exportadoras del continente.

28 de abril de 2007

En 1945, un año después de la fundación de la planta de Goodyear del barrio San Nicolás, en Cali, sus 12 trabajadores producían cinco llantas diarias. Para la tecnología de la época y el reducido personal era toda una proeza, pero el número suena risible si se le compara con la situación actual de la multinacional. Goodyear de Colombia hoy no sólo abastece gran parte del mercado local de las llantas, sino que también es uno de los mayores exportadores a Suramérica, a donde envía más del 60 por ciento de su producción. 

De la mano de esta multinacional y otras como Michelin, Colombia se ha convertido en una de las grandes productoras de llantas de la región, después de Brasil, país que hasta hace muy poco era el único del hemisferio que surtía el mercado latinoamericano. La llegada hasta este punto es el resultado de un plan estratégico que se viene implementando desde hace algunos años.

En los años 80 se dieron los primeros pasos hacia la profesionalización del sector, con la llegada de las servitecas  y la introducción del concepto de servicio al cliente por parte de Goodyear. Llegaron la tecnología y el entrenamiento necesarios para montaje y alineación, y se puso fin a las técnicas empíricas e instintivas con las que se trabajó por décadas. 

Hoy, Goodyear tiene conquistado el mercado de las llantas para carros y camionetas, sector que ha crecido con el auge de las ventas, que desde el año pasado está rompiendo todos los récord en el país. Según un informe de Econometría, el año pasado se vendieron 209.000 vehículos nuevos, 28 por ciento más que en 2005. Y en 2007 todo parece indicar que las cifras van a ser mucho mayores, ya que en el primer trimestre 58.559 carros salieron de los concesionarios, 40 por ciento más que en el mismo período de 2006. 

"Hemos mantenido una estrecha relación con las ensambladoras presentes en el país, y entregado importantes cantidades de llantas para la gran expansión de los últimos años. El suministro cada vez más creciente, que muchas veces ha excedido todos los estimados, ha requerido esfuerzos como hacer uso de despachos aéreos extras", le dijo a SEMANA Carlos Santiago Restrepo, presidente de la multinacional en Colombia.

En parte, es por eso que la compañía se ha mantenido como líder en el país. Según cifras publicadas por Fenalco, su participación en el mercado nacional es del 30 por ciento, mientras su más cercano competidor, la francesa Michelin, que también tiene su planta en el país, tiene un 24 por ciento. Por su parte, las importadoras Bridgestone Firestone y Pirelli tienen el 15 y el 10 por ciento, respectivamente.

La guerra de las radiales

En 2004, cuando la compañía celebró su aniversario número 60, anunció la inversión de 50 millones de dólares para la modernización y la expansión de la planta de Yumbo, Valle, inaugurada en 1956. El proyecto se planeó para ser ejecutado en tres fases, de las cuales hasta el momento ya se cumplió la primera, y su objetivo primordial era la instalación de maquinaria para la producción de llantas de última tecnología para transporte pesado.

Esto se debe a que la verdadera batalla de las llantas se está librando en el campo del mercado de las radiales para buses y camiones. Mientras en el primer mundo las cubiertas tradicionales ya son poco menos que reliquias y casi se puede decir que no existen, en Suramérica la mayoría de vehículos de gran tamaño todavía las usa y el reto es convencerlos para que se 'radialicen'.

En 2005, la francesa Michelin fue la primera en producir radiales para camiones. Un año después, Goodyear hizo lo propio en su renovada planta y empezó además a distribuir cauchos con manufactura nacional en Mercosur y la región andina. Los resultados no se hicieron esperar y hoy Goodyear exporta la nada despreciable cifra de 70 millones de dólares.

La transición hacia las radiales ha sido lenta, pero poco a poco se ha ganado terreno. En 2005, el 70 por ciento del transporte pesado de Colombia prefería las anticuadas llantas de neumático. Hoy, esa cifra se ha reducido al 65 por ciento. Si bien no parece mucho, es una tendencia irreversible y en pocos años las neumáticas pasarán a ser sólo flotadores, columpios o piezas de museo. Así ocurrió en el caso de los carros y las camionetas, que hoy usan radiales en más de un 90 por ciento.

Los frentes en los que se ha trabajado para abrir este mercado son muchos. En Colombia, la modernización del transporte masivo con TransMilenio en Bogotá, MIO en Cali y Transcaribe también ha significado una oportunidad para las llanteras. "Ha sido un reto importante debido a las condiciones tan abrasivas de las vías que utilizan estos servicios, así como los niveles de carga y temperatura. La compañía apoya esta tendencia y la favorece con productos cada vez más resistentes", dice Restrepo.

El futuro se vislumbra aun más promisorio, ya que las nuevas radiales que actualmente salen de Colombia para abastecer al continente, desde México hasta Chile, llegarán, desde el segundo trimestre de este año, hasta Norteamérica, en donde todo comenzó, para cerrar así un círculo que se empezó a trazar hace más de 60 años en la pequeña planta de San Nicolás.

Pero en la conquista del mercado también hay inconvenientes. La competencia no es fácil. Según Tulio Zuloaga, presidente de Asopartes, la desventaja que tiene Goodyear es la de sus precios, ya que hay muchos competidores que ofrecen productos más baratos y de buena calidad. "El negocio hoy día no es tan rentable como en el pasado, pero sigue siendo bueno. Hay muchas marcas de llantas, cuando en el pasado sólo había tres: Uniroyal, Icollantas y Goodyear. Esto ha hecho que la competencia sea más fuerte", dice Zuloaga.

En esto ha influido la subida del costo del petróleo, que ha hecho que los precios no puedan ser tan bajos como las fábricas quisieran. El caucho que usan no se produce en el país y toca importarlo de lugares como Hong Kong. Por otro lado, la revaluación del peso tiene dos caras para esta industria: la importación de materiales compensa la escalada del crudo, pero la exportación de llantas también les deja menos dividendos.

Pero tal vez el mayor escollo que enfrentan los competidores tradicionales es el contrabando. Los piratas están introduciendo al mercado llantas de marcas poco conocidas a menor costo. La disponibilidad de estas gomas que no cumplen con los requerimientos técnicos está afectando la formalidad y la seguridad de la industria. Disney Mina González, jefe de servicio de una de las servitecas de Goodyear, dice que "la mayoría de las llantas viene de Venezuela y China. Esto nos ha afectado porque se consiguen a un precio mucho más bajo. El problema es que esas llantas no tienen garantía y dan poco kilometraje".

Según datos de Asopartes, 800.000 llantas piratas están en el mercado nacional, por un valor de 96.000 millones de pesos. Esto representa el 20 por ciento de lo que se vende en el mercado legal, en donde se comercializan 4.000.000 de unidades, por 480.000 millones.

A pesar de los problemas, Goodyear goza hoy de muy buena salud. Sin embargo, las exitosas ventas y la supremacía en la industria no son lo único que tiene felices a las directivas. Estas sacan pecho cada vez que dicen que la planta de Colombia está entre las cinco mejores de Goodyear en el mundo, y que en los últimos tres años han estado entre las 25 mejores empresas para trabajar en el país, en el conteo que cada año hace The Great Place to Work. Todos síntomas de que el negocio rueda sobre buenas llantas.