Especiales Semana

Negocios en línea

¿Hasta dónde han adoptado los empresarios colombianos las nuevas tecnologías de la información para hacer crecer sus negocios?

24 de abril de 2005

Los colombianos en el exterior encontraron una manera segura y económica de enviar remesas al país: comprar mercados en la tienda virtual de los almacenes Éxito y Carulla. Con esto aseguran que el dinero no será malgastado por los parientes y evitan pagar por los giros onerosas tasas a los bancos. El 45 por ciento de las compras de supermercado en VirtualExito.com son realizadas desde el exterior para ser entregadas a domicilio a parientes en Bogotá, Medellín o Cali. En Carulla.com, la cifra es del 34 por ciento, pero aquí prefieren adquirir bonos convertibles en mercados. Esta creativa utilización del e-commerce constituye uno de los rasgos más representativos del comercio electrónico colombiano, que por lo demás es pequeño como el resto de los indicadores de penetración de las tecnologías de la información (TI) en el país.

Apaciguadas las aguas tras el hundimiento de la ya legendaria burbuja del punto com que el mundo padeció a finales de la década pasada -que hizo creer a empresarios e inversionistas que Internet haría llover dólares a montones en pocos meses-, la adopción de tecnologías informáticas en las empresas ha retornado a dimensiones razonables. ¿En qué punto está Colombia en materia de utilización de las TI en el sector privado? La respuesta no unifica todavía a los especialistas, pues hay quienes ven el vaso medio vacío y quienes lo juzgan a medio llenar.

El más reciente informe de IDC, compañía especializada en investigación de tendencias del sector tecnológico, indica que el mercado de TI en Colombia creció 3 por ciento con respecto al año pasado, en el cual el hardware representó el 42,3 por ciento, el software, el 15,8 por ciento y servicios, el 41,9 por ciento.

En el país el sector tecnológico se expande siempre por encima de la media de la economía general, aun en los años más críticos, y la distribución entre los tres renglones -hardware, software y servicios- se diferencia notablemente de las economías vecinas, en donde las inversiones en hardware suelen superar claramente al sector de servicios. Carlos Villate, director de IDC Colombia, opina que ese tamaño notable del sector de servicios en el país se explica "por la baja capacidad de compra de bienes de capital que nos lleva a buscar la forma de compartir esos bienes, y la mejor forma es tercerizando, con lo que se aprovecha mejor la base instalada".

Hasta hace unos pocos años el outsourcing de servicios tecnológicos, es decir, delegar en un consultor externo el manejo de los sistemas informáticos de la empresa, que van desde el sitio web hasta los complejos sistemas administrativos internos y la atención de los clientes, era un lujo exclusivo de las grandes compañías. Pero la aparición de una oferta local de consultoría y servicios calificados y de bajo costo, que entró a competir con transnacionales gigantes como IBM o Unisys, ha permitido que incluso el sector de medianas y pequeñas empresas recurra a este mecanismo y se beneficie de las tecnologías de la información. Las ventas a través de Internet, que requerían monstruosas inversiones en plataformas para garantizar transacciones en línea seguras, hoy pueden ser aprovechadas por cualquier pequeño negocio que pueda pagar alrededor de un millón de pesos anuales. Es lo que cuesta el servicio que prestan varias empresas nacionales como pagosonline.net., mispagosaldia.com

o Todo1.

Henry Gómez, gerente en Colombia de la compañía SAP, que provee soluciones para la gestión empresarial, ubica en el año 2000 el inicio de una nueva fase en la "tecnologización" del sector privado colombiano. "Por efecto del famoso problema del 2000, más que por estrategia de negocios, las grandes empresas colombianas pasaron a la fase de fuertes inversiones en tecnología y ataron la tecnología a su estrategia corporativa", dice. La información ya es vista como un activo fundamental entre los empresarios colombianos, y los especialistas coinciden en señalar que las compañías colombianas han elevado su nivel de adopción de tecnologías. Buscan ya no solo los tradicionales sistemas ERP de gestión, sino también soluciones para la cadena de suministros, la relación con los clientes y proveedores, y la integración de todo esto en un sistema único. Hay ejecutivos en Colombia que se sientan cada mañana frente a su PC y reciben en pantalla toda la información del negocio, desde los reportes de ventas o de producción y los estados financieros, hasta las modernas simulaciones de escenarios probables mediante los sistemas de inteligencia de negocios tan de moda por estos días. Compañías como la alemana SAP o la norteamericana Oracle suministran estas plataformas tecnológicas con costos que pueden oscilar entre 50.000 y cuatro millones de dólares, e incluso hasta 22 millones de dólares en ciertos casos, como la tecnología implantada recientemente en Ecopetrol.

¿Compran las empresas nacionales los mismos productos que adquieren las grandes corporaciones del mundo o sólo alcanza para versiones ligeras de las grandes tecnologías? "Ecopetrol está implantando exactamente las mismas funcionalidades que utiliza Chevron, Texaco o Exxon Mobil", dice el gerente de SAP. Avianca adoptó recientemente un sistema similar al de Lufthansa y Carvajal S.A. adquirió por 17 millones de dólares una solución completa que lo pone a la altura de las grandes empresas del mundo en materia de gestión soportada en TI.

El comercio electrónico

Una prueba de que a los pequeños también les alcanza es el sitio web de Juan Fernando Zuluaga, Actualícese.com, que realiza un promedio de 300 ventas mensuales de su servicio de información tributaria. Sus clientes pagan por ello cerca de 400.000 pesos anuales, más el 1,5 por ciento por cada transacción realizada en pagosonline.net.

El comercio electrónico parece aún pequeño en el país. Probablemente representa menos del 1 por ciento del total nacional, lo cual no es tan pequeño como a primera vista parece. En el mundo, la cadena de tiendas con mayores ventas en Internet es Target, que logra en su sitio en Internet apenas el 2,3 por ciento del total de sus ventas. La gigantesca cadena Walt Mart vende a través de su tienda virtual menos del 1 por ciento, para citar un par de ejemplos representativos de la magnitud del comercio electrónico retail en Estados Unidos. En Colombia hay varios casos reconocidos de ventas por Internet promisorias, como Deremate.com, Virtual Exito o Carulla.com.

"Los latinoamericanos en Estados Unidos envían más de 18.000 millones de dólares en remesas, y los supermercados queremos una parte de esa torta", dice Camilo Child, el director de negocios en Internet de la cadena Carulla Vivero, que dispone en su sitio en Internet de un catálogo con más de 5.000 productos para entrega a domicilio en diferentes ciudades del país. La estrategia de la empresa es convertir el sitio web en una herramienta de su sistema multicanal, que complemente las ventas por catálogo y las ventas por teléfono.

Por su parte, VirtualExito ha crecido año tras año en sus ventas electrónicas. Su línea más exitosa es la de tecnología (televisores, computadores, DVD, entre otros), seguida de las ventas de víveres. El 60 por ciento de sus clientes virtuales son mujeres, según informó Luis Alberto Martínez, director de VirtualExito. quien indicó además que los colombianos prefieren comprar en horas laborales, especialmente entre 11 y 12 del día.

Como sea, parece que las nuevas tecnologías y el comercio electrónico están ayudando significativamente a la economía colombiana, aunque faltan mediciones precisas para juzgar su magnitud. Hay sin embargo voces divergentes. El presidente de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones, Ramiro Valencia Cossio, sostiene que "las tecnologías han penetrado en las grandes empresas, pero la verdad es que el grueso de las empresas colombianas son medianas y pequeñas, y allí todavía falta mucha penetración y mucha cultura tecnológica". Las razones parecen estar en factores como la poca alfabetización digital y la escasa penetración de las tecnologías en el país, pero también en desestímulos en el campo de las políticas económicas. La imposición del IVA a los computadores tuvo un impacto notable en las ventas durante el año pasado y estimuló, según Valencia, el contrabando y la piratería de software. Carlos Villate, de IDC, coincide en esta apreciación y afirma que el gobierno abandonó las políticas de estímulo a la penetración de la TI que se diseñaron con ocasión de la Agenda de Conectividad establecida hace ocho años. "Colombia se inventó la Agenda de Conectividad y otros países vecinos la copiaron , como Chile y Brasil, pero ellos ahora la impulsan a fondo y han avanzado mucho, mientras nosotros la abandonamos", afirma.

Al final, es claro que hay hoy en el país suficientes ejemplos para mostrar como las TI pueden empujar la marcha de la economía; sin embargo falta volver a darles el respaldo y el espacio suficiente para que florezcan con mayor brío.