Para producir más y verla mejor

Uno de los pilares fundamentales de la administración de Moreno Rojas es convertir Bogotá en una metrópoli más atractiva para la inversión extranjera. Esto no significa sólo abrir la ciudad al capital de afuera. Sino generar condiciones de seguridad que les permitan a las compañías internacionales quedarse aquí haciendo pequeña y mediana empresa.

Ya se ha avanzado en ese sentido. En Bogotá se encuentra el 54 por ciento de las industrias grandes del país y cada día la ciudad está más cerca de ser un destino ideal para el establecimiento de empresas extranjeras. Hay razones para que la ciudad tenga esa confianza: cuenta con los servicios y la estructura necesarios para que cualquier empresa se instale.

 Pero todavía puede ser más interesante para sus visitantes. Mucho más. Por eso la ciudad está decidida a aprovechar sus oportunidades turísticas, tanto en la capital como en sus alrededores. Es un hecho que los turistas que llegan a la ciudad por comercio o trabajo complementan sus actividades con el turismo. Ya la Administración está trabajando en planes estratégicos para que la gente pueda disfrutar de los atractivos citadinos y de sus paisajes vecinos.

Un tercer punto es vital para el Distrito en ese desarrollo: la tercerización de la economía local en el sector de bienes y servicios, que caracteriza a los países del primer mundo y es vital a la hora de aspirar al desarrollo económico porque genera altísimos niveles productivos. En eso, Bogotá ha tenido éxito. Sin embargo, resta una dificultad: la escasa población bilingüe de la ciudad.

Para aumentar estas tasas se está haciendo un plan piloto para entrenar a 10.000 personas en el inglés, con calificación de la Unión Europea. La idea es que los estudiantes puedan hablar con proveedores y productores. Hasta ahora se han capacitado 950 personas. La proyección es beneficiar a 100.000 más en los próximos tres años, en especial población de estratos 1, 2 y 3. 

Ese plan de desarrollo del turismo y de otras actividades económicas relacionadas ha creado el concepto de la integración entre Ciudad Región y Ciudad Global. La primera se refiere a Bogotá en conexión con sus alrededores (la vinculación productiva, vial, económica y turística entre la capital y sus municipios aledaños); la Ciudad Global se refiere a la internacionalización de Bogotá y a su ubicación como una metrópoli competitiva.

 "Hacer turismo sólo en Bogotá, sin tener en cuenta lo que se puede hacer en las cercanías, no vale la pena. La integración y la posibilidad de ofrecer el paquete en este sentido ha sido muy importante", explica Mónica de Greiff, secretaria de Desarrollo Económico.

 Desde su creación, la Secretaría de Desarrollo Económico ha tenido dos proyecciones fundamentales: intensificar la inversión extranjera, un objetivo que se ha fortalecido con la administración Moreno Rojas, y generar la instalación de estructuras productivas en varias zonas de la capital, particularmente en el aeropuerto.

 Conscientes del potencial local y motivados a maximizar los niveles de inversión extranjera en el país, el Distrito y la Cámara de Comercio de Bogotá crearon una entidad independiente llamada Invest in Bogotá, una agencia de promoción de inversiones que ayuda a posicionar a la ciudad y su región como un destino atractivo para la inversión nueva. "La iniciativa genera más empleos y trae transferencias económicas, ya que las empresas nuevas buscan socios locales y capacitan a su recurso humano", asegura Virgilio Barco, director de Invest in Bogotá.

Según De Greiff, la idea es que los recursos se gasten en un 80 por ciento en capacitaciones que les sirvan a los trabajadores en su vida laboral. El Distrito ha destinado grandes recursos para fortalecer la educación para el trabajo y el desarrollo humano.

Según la Dirección de Formación y Desarrollo Empresarial, para 2007 estos recursos alcanzaron los 85.000 millones de pesos. El programa Bogotá Emprende, que tiene por objetivo orientar a la gente para generar empresa, brindó asistencia a 7.141 personas, y asesoría puntual a 2.272, y se generaron 1.253 microcréditos por valor de 994 millones de pesos.