Especiales Semana

Peldaño tras peldaño

Con tres décadas de fundada y después de incursionar en Perú y Panamá, la firma caleña llegó a Estados Unidos, donde ejecuta varios proyectos.

28 de abril de 2012

Una compañía caleña nacida hace 32 años, de la mano de dos ingenieros civiles, no solo se mantiene en el primer lugar en la clasificación del sector de infraestructura, sobre otras con más trayectoria, sino que fue la primera en llegar al exigente mercado de Estados Unidos, donde desarrolla actualmente tres proyectos. Se trata de Conalvías, que ha escalado vertiginosamente posiciones en la lista de las 100 empresas más grandes de Colombia. Hoy tiene 6.000 trabajadores en los cuatro países donde está presente y adelanta 34 proyectos, entre los que se destacan el tercer tramo de la Ruta del Sol, que en doble calzada disminuirá el tiempo de viaje entre Bogotá y la Costa Atlántica; el embalse de Bucaramanga; el Miocable; vías para la represa de Hidrosogamoso, y el TransMilenio de la calle 26 en Bogotá.

Andrés Jaramillo, su presidente, dice que la firma despegó en los últimos diez años gracias a las políticas del gobierno, a haber incursionado en nuevos sectores económicos estratégicos como minería, energía y petróleo, a su gran equipo humano y a su decisión de dar el salto internacional, a tal punto que hoy el 40 por ciento de los ingresos provienen del exterior.

Conalvías llegó a Perú y Panamá hace 12 años y hoy tiene sedes y juega como local. En Perú desarrolló el sistema de transporte masivo de Lima, removió las tierras para la minera Yanacocha y actualmente ejecuta otros diez proyectos. En Panamá participó en la ampliación del aeropuerto de Tocumen y en la construcción de la avenida de la Amistad. A Estados Unidos llegó en 2005 por medio de una de las empresas del grupo, Modern Concrete Productions, que se dedica a producir concreto. Hoy construye dos vías y una zona recreativa en el parque nacional Big Cypress.

“La ingeniería colombiana es de primer nivel tanto en Colombia como en el exterior”, dice Jaramillo, que reconoce que los problemas del sector de infraestructura están más relacionados con la compra de predios, los diseños y los permisos ambientales que con la ejecución misma de las obras. Ese es el caso de la calle 26, donde construye la tercera fase de TransMilenio. El directivo sostiene que esta obra fue un gran proceso de aprendizaje donde primaron temas ajenos a la construcción. Jaramillo ve muy buenas perspectivas para la infraestructura y asegura que para el país apenas comienza a ver los primeros pasos de una etapa muy prolongada de expansión que se prolongará por lo menos ocho años.