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PERO SIGO SIENDO EL REY

Después de 3 años de retiro, Pelé, el mejor jugador en la historia del fútbol, es ahora el "rey" de un emporio económico que también saca dividendos de España-82.

12 de julio de 1982

Su primera Copa fue en Suecia. El sabor de la gloria lo hizo llorar sobre la grama del Estadio de Estocolmo. Tenía sólo 17 años. Pero él, con su genio condujo a aquella delantera mágica -Garrincha, Zito, Didí- al primer campeonato mundial de Brasil.
A su regreso al equipo Santos lo aturdieron con propuestas millonarias. Pero el jugador que apenas dos años antes era un niño más en las "favelas", fue fiel al club que lo sacó de la miseria. Sólo lo abandonaría veinte años después.
La segunda Copa del Brasil fue amarga para él. Poco antes de que su equipo alcanzara el título nuevamente Pelé se lesionó. Una distensión muscular en la ingle lo mantuvo inactivo medio año. La sufrió en medio de un partido semifinal del Mundial chileno. "Camina como si tuviera los lobillos esposados", narró el comentarista radial Armando Nogueira. Su adversario checo Masopust, inmóvil también, no le pidió el balón que en el momento de lesionarse llevaba entre las piernas. Pelé lo pateó fuera y salió de la cancha. Eran los octavos de final contra Checoslovaquia, y Brasil, ya sin "él", ganaría su segundo campeonato mundial.
La tercera copa que jugó fue en Inglaterra. 1966. Ya para entonces era el astro, el delantero goleador más hábil del mundo. Y tuvo que luchar para sobrevivir la lluvia de puntapies que los defensas contrarios desataron sobre él, y contra la desilusión de ver eliminado a Brasil en la fase inicial del campeonato. Llegó a prometer a los periodistas que jamás disputaría otro mundial.

FINAL DIGNO
Pero le faltaba su confirmación para la gloria. En México 70 se convirtió en "O Rei", el más grande futbolista en la historia de ese deporte, el comandante de un equipo de sueño que contaba con la "patada atómica" de Rivelinho, la magia de Gerson, la suavidad de Tostao y la fuerza de Jairzinho. Brasil se coronó tricampeón mundial y se hizo dueño de la copa Jules Rimet, que pasaba de campeón a campeón desde 1930, esperando a alguien que la ganara tres veces.
Profesional serio, el "Rei" cortó su participación activa en las Copas, pero siguió brillando como astro del Santos, y posteriormente del Cosmos neoyorquino. Marcó más de 1.200 goles y se retiró dignamente, en la plenitud de sus condiciones. Dio sus primeros pasos como comentarista deportivo en 1974, y llega ahora, en todo su esplendor, como atracción principal del equipo de T.V. mexicano, como columnista exclusivo de la firma Sony para algunos periódicos privilegiados, y como el cronista de "Diario 16".
Y la verdad es que Pelé podría brillar aún sobre el césped de los estadios españoles. Todavía se encuentra en plena forma física, y su talento, mientras no se demuestre lo contrario, es bien superior al de algunos de los astros que competirán en el certamen e intentarán ocupar el enorme vacío que él dejó. Aunque cumplirá 41 años el próximo 23 de octubre, Pelé parece en plena forma.
"Lo único diferente es el pelo -dice, haciendo guasa-, que ahora lo llevo más largo. Todos me dicen que si lo corto casi al cepillo, como entonces, me vería igual que en mis primeros tiempos del Santos o en Suecia. Y, además, no tengo ni un sola cana..."
Sobre esto confiesa que hace trampas, que todos los días dedica algunos minutos a la cacería de canas. Cada vez que el espejo le denuncia una, él se la quita para no sentirse viejo.
El gran problema del fútbol mundial, cuando está a punto de darse el puntapie inaugural en Barcelona, es que se asemeja a un cielo nublado: se ven pocas estrellas. Pelé comenta que hoy apenas se habla sobre tres o cuatro estrellas en todo el mundo, cuando antes algunos países tenían más de media docena de astros de primera magnitud.

¿Y MARADONA?
"Diego es un gran jugador, pero está obligado a confirmarlo en esta copa o corre el riesgo de que lo olviden" opina Pelé, "Es el mismo riesgo que enfrentaron sin fortuna jugadores famosos como George Best, Paolo Rossi o Kevin Keegan, quienes fueron olvidados al no conseguir confirmar su valía en los tensos partidos de un mundial. La calidad de Maradona, a quien he visto jugar muchas veces, es indiscutible. Pero prácticamente, casi no ha salido de Argentina. Espero que en esta Copa de España exhiba el mismo nivel de juego y consiga confirmar su categoría, demostrar su verdadero fútbol".
Es la misma situación que enfrentarán en España algunos compatriotas del "Rei": Zico, Sócrates, Falcao... Es muy difícil predecir quien será la estrella de esta copa, y más arriesgado aun adivinar el nuevo campeón.
"Lo que podemos decir es que los finalistas seran los que están jugando bien: Brasil, Alemania, España, por ser anfitrión, Argentina..." Un breve silencio, durante el cual el rey del fútbol parece buscar en el futuro con su vaga mirada, y prosigue: "Aunque podría darles un susto un equipo como Italia. Y no hay que olvidar las sorpresas... Rusia, por ejemplo, está jugando muy bien..."
A Brasil, que él cubrió de gloria en tantas ocasiones, le augura Pelé un buen papel en España y claras opciones para alzarse con el triunfo final. Pelé, sin embargo, no ha escatimado sus críticas durante la fase final de preparación. Ha insistido en la necesidad de ensayar exhaustivamente jugadas combinadas para el ataque... en que Zico y Sócrates deberían jugar más avanzados... que no se aisle tanto al punta de lanza Zico. La importancia de que todos los jugadores del medio campo, y no sólo Cerezo, impriman velocidad a las jugadas, porque partiendo desde atrás veloces es más fácil esquivar la implacable marcación cuerpo a cuerpo. "De nada vale protestar contra el estilo de juego del adversario -aclara Pelé-. Lo importante es imponerles nuestro ritmo. Tenemos que ser ligeros en el medio campo y saber utilizar más gente al frente".
Pelé considera que cada equipo debe ser armado según la filosofía de su técnico. Pero hay algo que no le convence: la creencia de que en el fútbol moderno se acabaron los punteros (jugadores que entran por los lados hacia la meta contraria). "Si Garrincha jugara hoy, y los defensas laterales avanzaran con el, los adversarios modernos serían goleados".
Este rey de todas las copas, pasa hoy del titulo de "mejor deportista del siglo", a las más diversas actividades de negocios, publicidad, cine... "Mira -afirma con modestia- yo no me considero un hombre de negocios, un empresario. Los negocios son un campo díficil y duro: hay que subir pisando sobre los otros... Eso no combina con mi personalidad, con mi manera de ver el mundo. Mi verdadera meta fue convertirme en el mejor del deporte, porque es el medio que hallé para entenderme con las personas y sentirme útil".
No niega Pelé, por supuesto, que tiene muy buenas inversiones en Brasil y en Estados Unidos. Hasta esboza un proyecto de invertir en el cine norteamericano tras su éxito en "Fuga hacia la victoria" de Huston. Allá sigue conectado al Cosmos y ha prorrogado por cinco años su contrato con la Warner Comunication, lo que le obliga a pasar más de medio año residiendo en Nueva York y el resto en Santos.
Y en esa ciudad-monstruo que devora implacable a millones y millones de personas, Pelé sigue siendo el "Rei", con un elevado prestigio que no solamente va de Edward Kennedy a Andy Warhol, sino que hasta llega con fuerza a los taxistas, quienes prefieren que "les pague" simplemente con un autógrafo, y a los desconocidos habitantes de la gran ciudad que quieren pagarle por lo que hizo con conmovedores gestos. Por ejemplo, Pelé jamás ha pagado el peaje obligatorio en los puentes que unen Manhattan al continente, porque siempre le dicen que ya está pagado por el anónimo conductor del auto que precedió al suyo.

SU CORTE, ENTRE DOS CIUDADES
En Nueva York, en la sede de la Warner, en cuyo piso, decimoquinto despacha tras una imponente mesa redonda con teléfono empotrado, el "Rei" dispone de una corte de más de 20 funcionarios: agentes de viajes, operadores de telex, recepcionistas, secretarias... y Almir, su paisano de Minas Gerais, que maneja el Cadillac Azul Marino que de vez en cuando usa. Y, siempre junto a él, cuidando de su seguridad personal,. el guardaespaldas Pedro Garay, un cubano que, por exigencia en el contrato con el Lloyd's de Londres, lo marca hombro a hombro desde marzo a octubre, la época del año en que hace de Estados Unidos su centro de actividades.
Pero Pelé tiene otra corte, más suya, en Santos, en la oficina de "Pelé enterprises". Ahí están José Roberto Xisto, su secretario particular, y su hermano "Zoca". También integran el equipo administrativo su padre, el ex-futbolista "Dondinho", y su tío Jorge. Pelé cuenta además con la amistad y la lealtad de su excompañero Zito, su socio en la fábrica de caucho sintético "Fiolax", instalada entre Sao Paulo y Santos.
La función primordial de ambas cortes es ocultar cuánto gana el "Rei" y a cuánto asciende su patrimonio. En Nueva York, apenas sí informan que Pelé recibe el 50% de cada contrato que envuelve su marca registrada. En Santos, son mudos cuando se les toca el tema económico.
Se sabe, sin embargo, que ya en 1968, cuando quebró su tienda "Sanitaria Santista" -y acabó la amistad y la sociedad con el español José González Ozores, "Pepe el Gordo"-, Pelé ya era dueño de 38 casas y apartamentos en Santos. Hoy, es difícil calcular el monto de su fortuna, que aparte de inmuebles, fábricas e instalaciones comerciales incluye también millonarios contratos de publicidad con empresas brasileñas y con la Pepsi-Cola y la Sony. Hay que sumar también los millonarios contratos como cronista... Y hasta su más flamante profesión: la de modelo, en el equipo del francés Pierre Balmain, pero con la condición de sólo exhibir ropas formales y elegantes.
"La imagen del deportista ya la conoce todo el mundo -se justifica Pelé-, quiero que sepan que también soy un hombre elegante".