Especiales Semana

Por un paso bien dado

El uso de nuevas tecnologías es necesario para el mejoramiento de la calidad en la educación superior. El Ministerio de Educación y las universidades del país están asumiendo el reto de aprovecharlas al máximo.

26 de agosto de 2005

Por muchos años la fuente de conocimientos de un alumno era el pizarrón verde que un profesor, cuidando no obviar detalles de su lección, rayaba con una tiza por todos lados. Muchas veces, cuando se disponía a borrarlo para escribir más, se oía en el aula el desesperado grito de un alumno que le pedía no hacerlo porque le faltaba copiar el final. El profesor, resignado, se sentaba en su escritorio a esperar.

Ahora, con la incursión cada vez más acelerada de la tecnología en la educación, los hábitos estudiantiles han cambiado sustancialmente. Recursos tecnológicos como Internet hacen que el acceso a la información sea cada vez mayor y que el docente pase de ser el dueño del conocimiento a ser el guía para que los alumnos puedan acceder a los recursos que se lo faciliten.

Para la canadiense Ethel Tayer, especialista en el tema que estuvo este mes en Colombia con motivo del Seminario Internacional de Políticas de Uso de Nuevas Tecnologías en Educación Superior, organizado por el Ministerio de Educación Nacional, "los nuevos recursos tecnológicos transforman todo y también pueden hacerlo con el sistema educativo. La idea es aprovecharlos al máximo".

Muchas universidades del país no han sido ajenas a esta tendencia. Cada vez más se incorporan desde los primeros semestres distintas asignaturas en las que se abordan múltiples saberes tecnológicos. Algunas de ellas han hecho inversiones fuertes en tecnología, lo que les da más herramientas a los docentes y a los estudiantes. La Universidad del Rosario, por ejemplo, hizo una inversión que les permite a los estudiantes tener a su disposición más de 150 computadores portátiles que pueden conectar en terminales distribuidas en toda la universidad. Para Luis Antonio Amaya, director de desarrollo tecnológico de la institución, "se nota que ahora, con el uso de las tecnologías, los alumnos pueden desarrollar más y mejor sus ideas".

Sin embargo, para Tayer y muchos especialistas más, el problema real no es que no haya recursos o que no se pueda acceder a la información, sino "que se está perdiendo una gran oportunidad porque la tecnología se está usando al mínimo". Precisamente esa fue una de las conclusiones del evento y fue un punto de coincidencia entre la mayoría de los invitados (ver entrevistas).

Esta realidad ha impulsado al Ministerio de Educación a trabajar en varios frentes. El primero de ellos es la creación de un banco de objetos virtuales en la red virtual 'Colombia aprende', que le permite a cualquier institución tomar de allí las creaciones educativas de otros planteles. La red de 'Colombia aprende' tiene acceso libre a través de la página web del Ministerio, con la intención de democratizar cada vez más los recursos tecnológicos.

Así mismo, se está adelantando la segunda convocatoria del programa de Formación de tutorías virtuales, que con una financiación en partes iguales del ministerio, la institución y el docente, ha permitido que más de 1.400 profesores universitarios se capaciten en el uso de las nuevas tecnologías y puedan contribuir al mejoramiento de la educación.

Y la consolidación de Centros regionales de educación, en los que una institución de educación superior pública o privada se encarga de llevar a zonas alejadas la tecnología necesaria, y de los cuales ya hay 44 en funcionamiento, son apenas el inicio de una ardua labor con la que se quiere que la mayor parte del territorio nacional pueda estar a la vanguardia en este tema.

Como parte de esta política, para generar espacios de discusión e intercambio de experiencias con expertos internacionales en el tema, se vienen realizando encuentros como el Seminario Internacional de Políticas de Uso de Nuevas Tecnologías en Educación Superior, que tuvo lugar hace poco en Bogotá. SEMANA habló con dos de los ponentes sobre el presente y futuro del tema en Colombia y América Latina.