Especiales Semana

¡Qué privilegio!

Colombia ocupa menos del 1 por ciento del territorio emergido de la Tierra y posee el 10 por ciento de sus especies. El reto, aprender a preservar y aprovechar de manera responsable esta megadiversidad.

Andrés Hurtado García*
25 de junio de 2005

Somos un país privilegiado. Lo hemos escrito, lo hemos oído hasta la saciedad, como hasta la saciedad es nuestra riqueza en cantidad y variedad de especies naturales, tanto animales como vegetales. Por eso somos un país biodiverso. Tal cantidad de formas de vida se halla reunida en un espacio pequeño, que con su plataforma marina apenas alcanza el millón y medio de kilómetros cuadrados; Por eso somos un país megadiverso.

Todos los manuales de ecología se regodean con las listas de nuestro patrimonio natural expresado en miles, muchos miles, de géneros, de especies de plantas y animales. Son miles también las especies endémicas que poseemos, o sea las que sólo se encuentran en nuestro territorio o en una parte de él. Así sabemos que ocupamos lugares de privilegio en riqueza en aves, mariposas, orquídeas, anfibios, arácnidos, reptiles, himenópteros (abejas, avispas y hormigas), peces y hasta en sapos, ranas y lagartos.

De todas las plantas superiores del globo, o sea las que poseen flores, tenemos la tercera parte.

El dato que mejor resume nuestra megabiodiversidad es el que dice que en el 0,7 por ciento de la superficie emergida del planeta, que eso es Colombia, poseemos más del 10 por ciento de todas las especies de plantas y animales de la Tierra. Somos, por unidad de área, el país más megadiverso del mundo. Absolutamente hablando lo es Brasil. Y el segundo lugar que ocupamos durante muchos años, ahora lo ostenta Indonesia. El descenso de la lista de honor tiene una explicación sencilla: en Colombia, el presupuesto para investigación es mínimo y son los investigadores los que aumentan con sus descubrimientos las listas de las especies nuevas y, por otro lado, la situación de violencia de Colombia hace que no vengan investigadores extranjeros con el mismo propósito; en cambio, los hay en cantidades en países como Brasil, Indonesia y Madagascar, notables por su megabiodiverisdad.

A más de la riqueza en seres vivos, Colombia posee recursos minerales destacables a nivel mundial en oro, esmeraldas, platino y también petróleo, sal y carbón. Todo este patrimonio natural que más que privilegio entraña una responsabilidad frente al planeta, se encuentra diseminado a lo largo y ancho de nuestra geografía, pero se encierra, de manera especial, en las áreas protegidas dentro del Sistema Nacional de Parques Nacionales Naturales. Se trata de 50 circunscripciones especialmente ricas en biodiversidad y algunas en tesoros arqueológicos o en comunidades ancestrales. El sistema abarca 50 espacios naturales clasificados como Parques Nacionales, Santuarios de Flora y Fauna, Reservas Naturales, una Vía Parque y una Área Natural Única.

Aunque todos los parques son veneros de riqueza natural, algunos se destacan por sus excepcionales características. La Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña litoral más alta del planeta, posee todos los pisos térmicos y sus correspondientes flora y fauna, amén de todos los productos agrícolas. Se destaca además por la presencia de comunidades de gran personalidad y espléndido pasado como los kogis y los arhuacos y por riquezas arqueológicas como Teyuna (Ciudad Perdida). La Macuira, un bosque húmedo en medio del desierto. El Parque Katíos porque a lo largo de la historia fue puente de la evolución entre Norte, Meso y Suramérica. Los Parques de los Nevados y el Cocuy, por la riqueza en ríos. El Macizo Central Colombiano que engloba el parque del Puracé y que es el lugar de nacimiento de los dos ríos medulares de la patria: el Magdalena y el Cauca. El Parque Sanquianga, por la riqueza en manglares. Las Islas Gorgona y Gorgonilla, por sus excepcionales endemismos. El Parque Tuparro que resume la riqueza de los Llanos Orientales. El Parque Chiribiquete representativo de la selva amazónica y el de la Macarena, que por ser a la vez llano, selva y casi cordillera de los Andes ha sido clasificado por algún investigador como el más megadiverso del planeta.

Pero, además de los parques, las tres cordilleras encierran gran riqueza natural. Antes se creía que la megabiodiversidad residía especialmente en la selva tropical húmeda. Ahora se sabe que es en las cordilleras porque los pisos térmicos aportan gran cantidad de especies diferentes. Nuestro patrimonio marino es igualmente, inmenso. De cara a nuestro futuro natural que hará de nuestro país potencia económica es nuestra riqueza en agua. Poseemos 1.600 ríos permanentes, amén de otras fuentes. Ahora que el agua está escaseando en el planeta y cada vez será mayor su demanda, Colombia, si sabe conservar sus bosques y sus páramos que son la fuente del precioso líquido, convertirá su megabiodiversidad y su patrimonio natural en fuente inagotable de divisas.

*Ecológo, montañista y educador.