Especiales Semana

Regreso a lo básico básico

La física, la química y las matemáticas se vuelven cada vez más populares entre los universitarios.

26 de febrero de 2002

Hasta hace un tiempo sólo unos pocos se decidían a estudiar alguna ciencia básica. Quien decidía hacer de la física, de la química o de la matemática su profesión era calificado de excéntrico y pasaba a encajar en el estereotipo del científico loco.

Pero esta tendencia ha venido cambiando en los últimos años de manera significativa debido no sólo al nuevo tratamiento que le están dando las universidades a estas ciencias sino también al cambio de los tiempos y de los estilos de vida.

En un planeta cada vez más regido por la ciencia y la tecnología es fundamental que las personas, sin importar el área del conocimiento en que deseen especializarse, adquieran una educación que les permita moverse con soltura en un mundo crecientemente tecnificado. Hoy en día no es raro que los estudiantes de todas las carreras reciban una formación obligatoria en ciencias básicas. Para José Rafael Toro, vicerrector académico de la Universidad de los Andes, “las matemáticas son una base útil para el aprendizaje de cualquier disciplina. Pero así como un cientista social no puede desenvolverse sin conocimientos de estadística, un ingeniero no puede graduarse sin haber aprendido algo de literatura o de historia”, afirma. Agrega que un profesional con bases débiles en el área de ciencias básicas tiene un lastre gigantesco y cree que una buena formación científica es la base para acceder a todas las formas de conocimiento.

Pero las ciencias básicas no han registrado un auge sólo como formación complementaria. Ultimamente las instituciones educativas que las ofrecen como pregrado han visto un incremento significativo en el número de matriculados. Cursos avanzados de departamentos de matemáticas, que antes se impartían a no más de 15 alumnos por año, hoy cuentan con casi el doble por semestre. Esto se explica porque los estudios avanzados exigen un entrenamiento técnico muy fuerte. Y no es extraño que estudiantes que han terminado una carrera como economía y quieren hacer posgrados tengan que devolverse a tomar cursos de matemáticas de nivelación. Por eso ahora las facultades decidieron reforzar estas áreas de antemano.

También se ha registrado un aumento sensible en el número de personas inscritas en física en varias universidades del país. Esto es sólo el comienzo de un boom que es consecuencia directa del mundo moderno. Los estudiantes han empezado a ver los resultados de lo que es la tecnología, de lo que es la ciencia, y están regresando a lo básico.

Las bondades de la educación en ciencias básicas no se limitan a las personas dedicadas a disciplinas específicas. En efecto, las matemáticas desarrollan una habilidad y una forma de pensar que involucra un alto nivel de concentración, capacidad para analizar problemas con muchas variables y la habilidad para buscar alternativas en la forma de ver las cosas y para usar la imaginación. Destrezas que el mundo globalizado exige cada vez más.