Especiales Semana

REINADO DE CARTAGENA

8 de diciembre de 1986

UNA FIESTA SOBERANA
Poca fiestas tan populares, entusiastas, llenas de música y colores y comidas y mujeres hermosas como las del once de noviembre en Cartagena. Fiestas que igualan con su estruendo a los carnavales de Barranquilla y La Habana, para citar sólo dos eventos del Caribe.
Paralelamente a la realización del Concurso Nacional de Belleza, tiene lugar esa fiesta en la que participan todos los barrios de la ciudad, eligiendo una reina que competirá con otras por la corona y el cetro populares: esa muchacha irá en su carroza al lado de las candidatas de los demás departamentos que avanzan en ese desfile que recorre las principales avenidas de una ciudad que, de golpe, se queda pequeña y estrecha para recibir toda la cantidad de visitantes extranjeros que llega en aviones y barcos, y los turistas nacionales que al aparecer esta edición ya deben estar ubicados en alguno de los hoteles cartageneros.
La gente se disfraza, se arroja "maizena" y agua teñida de colores, baila durante todos los días y todas las noches, y sólo va a su casa a cambiarse de ropa, a dormir unas dos horas, a beber algo caliente y regresar a la calle donde la esperan el bullicio, las casetas, los disfraces, la "maizena", el agua teñida, los voladores y, sobre todo, ese gran símbolo de las fiestas cartageneras, un elemento que no se ve en otros lugares y sin el cual, el once de noviembre no sería lo que es: el buscapies.
Es un juego pirotécnico que se enciende y se arroja al suelo: si la gente corre, el buscapies corre detrás, para estallar en medio de aplausos y carreras y gritos. No es dañino pero sí asusta y tiene esa extraña virtud de perseguir a quienes intentan, inútilmente, rehuirlo. Con el buscapies, los cartageneros se divierten a costa, especialmente, de los extraños, para quienes resulta una increíble sorpresa descubrir que después de un estallido tienen que correr, y miran hacia atrás y descubren otra vez que esa lucecita que hace ruido no los abandona.
Las fiestas populares cartageneras, que con el tiempo han ido asimilando innovaciones de otros festejos regionales, están conformadas básicamente por los disfraces, las carrozas populares, las verbenas que se realizan en cada barrio, las fritangas en la playa, las competencias deportivas, y el pasatiempo favorito de los cartageneros: desde el primer día decir quién sera la reina porque, para eso, la gente de la ciudad tiene un ojo clínico impresionante: pocas veces se equivoca y la candidata que los cartageneros elijan anticipadamente, generalmente es la coronada.
Así, además de esos festejos, los cartageneros también tienen el desfile de las balleneras, que recorre la bahía y en el cual se mezclan no sólo esas embarcaciones sino otras de mayor tamaño, a lo cual la Armada Nacional presta su concurso. En cada ballenera van la candidata, su edecán y otros acompañantes disfrazados, en una emulación de destreza y belleza. Y después del desfile de carrozas y balleneras, está el baile de fantasía que tradicionalmente tiene como escenarios el Club Cartagena y el Club Naval, dos de los sitios más característicos de la ciudad. En este baile, las candidatas tienen ocasión de lucir las maravillas logradas por los diseñadores nacionales, quienes establecen un verdadero reto a la imaginación.
Por supuesto, el acto de elección y coronación es el momento cumbre del certamen y tiene lugar en el Centro de Convenciones. Es un espectáculo llevado por televisión al resto de Colombia y otros países.

LAS QUE HAN SIDO
Durante los 52 años del Concurso Nacional de Belleza en Cartagena, en medio de polémicas, lágrimas, pataleos, gritos de alegría, satisfacciones y frustraciones, estas han sido las 34 hermosas mujeres coronadas:

1934 Yolanda Emiliani Román (Bolívar).
1947 Piedad Gómez (Bolívar).
1949 Miriam Sojo Zambrano (Atlántico).
1951 Leonor Navia (Valle).
1953 Luz Marina Cruz (Valle).
1955 Esperanza Gallón (Santander).
1957 Doris Gil Santamaría (Antioquia).
1959 Estela Márquez (Nariño).
1961 Sonia Heidman (Bolívar).
1962 Marta Ligia Restrepo (Atlántico).
1963 Leonor Duplat (Norte de Santander).
1964 Marta Cecilia Calero (Valle).
1965 Edna María Rudd (Tolima).
1966 Elsa Garrido (Cauca).
1967 Luz Elena Restrepo (Atlántico).
1968 Margarita María Reyes (Valle).
1969 María Luisa Riascos (Antioquia).
1970 Piedad Mejía (Caldas).
1971 María Luisa Lignarolo (Atlántico).
1972 Ana Lucía Agudelo (Valle).
1973 Elsa Cecilia Escandón (Santander).
1974 Marta L. Echeverry (Valle).
1975 María Elena Reyes (Bogotá).
1976 Aura María Mojica (Valle).
1977 Shirley Saenz (Bogotá).
1978 Ana Milena Parra (Santander).
1979 María Piedad Arbeláez (Antioquia).
1980 Nini Johana Soto (Santander).
1981 María Teresa Gómez (Antioquia).
1982 Julie P. Saenz (Bogotá).
1983 Susana Caldas (Bolívar).
1984 Sandra Borda Caldas (Bolívar).
1985 María Mónica Urbina Pugliese (Guajira).