Especiales Semana

SALUD Y BELLEZA

19 de septiembre de 1994

MAS VALE PREVENIR...
El cuidado en los dientes del bebé empieza durante la gestación y continúa durante toda la vida. Todo depende de los hábitos que se inculquen en la niñez.
La mayoría de los padres asumen el cuidado oral de sus hijos cuando a éstos les empiezan a salir los dientes de leche. Lo que la mayoría no sabe es que estos cuidados deben empezar durante el período de la gestación, ya que el esmalte de la dentadura del bebé comienza a formarse entre el tercer y el sexto mes. Por esto la mayoría de las futuras madres aumentan el consumo de flúor durante los nueve meses, sin embargo, estudios recientes demuestran que la barrera placentaria impide que el flúor sea absorbido a través de la placenta. Razón de más que obliga a la madre a cuidar extremadamente su salud, ya que una alimentación inadecuada o una enfermedad que requiera de un tratamiento médico, sí puede afectar directamente el grado de fortaleza del esmalte en los dientes del bebé.
Hay otras creencias en las madres como la de que pierden el calcio de los dientes durante le embarazo, lo que no es cierto ya que cuando el bebé necesita calcio se provee de la dieta de la madre nunca de sus dientes.


CUIDADOS INICIALES
Si los hábitos y los cuidados de la madre son ideales, los resultados se harán visibles con el nacimiento de los dientes en el bebé. Durante este tiempo también es posible continuar con los cuidados iniciados en el período prenatal, ya que se pueden limpiar con gasas o toallas muy suaves y mediante movimientos circulares después de cada comida. Esto se debe hacer para no dejar rastros de leche o cualquier alimento que se le esté dando al niño. En este punto es importante recalcar lo dañino que puede ser. el habituar al bebé a consumir alimentos muy azucarados. "Lo ideal es reducir al máximo el azúcar en la leche, en la papilla o en cualquier otro alimento que se le dé al bebé. Se trata de no habituarlo desde pequeño al consumo de este alimento que es el principal gestor de las caries y de la mayoría de problemas dentales de jóvenes y adultos", aseguró a SEMANA, Ada de Pérez, especialista en odontopediatría.
No falta la madre que, continuando con la costumbre familiar, azucara el chupo con el fin de entretener o cortar el llanto del pequeño; el truco puede ser efectivo pero es fatal para la salud de los dientes. Además el hábito del tetero se debe suprimir a los dos años de edad, como máximo. Una de las consecuencias más comunes de esta mala costumbre es el llamado 'Síndrome del biberón', que es cuando los dientes delanteros del bebé adquieren una coloración oscura y una apariencia de desgaste, que sólo se puede arreglar con un tratamiento especializado.
Durante el período de erupción, los dientes de los bebés se vuelven irritables porque sus encías están mas sensibles y blandas. Es recomendable frotarlas con el dedo limpio o con una cuchara pequeña y fría, para calmar esta molestia. En este caso el odontólogo puede prescribir algún medicamento que adormezca temporalmente las encías. De ahí en adelante, a partir de los dos años, las visitas al odontólogo deben ser semestrales.
El cuidado de los dientes va más allá de la simple cepillada y empieza antes de lo pensado. De unos cuidados sencillos puede depender la calidad dental de toda una vida.