Especiales Semana

Se buscan técnicos

Uno de los grandes retos es acabar con la deserción en las universidades.

4 de agosto de 2007

Menos profesionales y más gente preparada en lo técnico y lo tecnológico será la novedad que le espera a la capital en educación.

En los próximos años, los retos deberán estar enfocados a solucionar lo que la gente espera: ejercer la educación como un derecho fundamental, acceder a la universidad con mayor facilidad y democracia, y estudiar carreras con proyección laboral, para construir un futuro digno.

Según el secretario de Educación, Abel Rodríguez, la inmensa mayoría de los bachilleres se ve en la situación de que no pueden ingresar a la educación superior, por los costos, pero tampoco están preparados para el trabajo. Lo que se ha planteado es la articulación de la educación media con la superior.

De ahí que la formación técnico tecnológica, se vuelva una opción valiosa, bien para continuar con una carrera o para acceder al mercado laboral.

El gran éxito hoy, que debe continuar, es la cobertura entre la población de edad escolar, pues las cifras, según el secretario, están por el 95 por ciento. No obstante, para que la educación se ejerza como un derecho de todos, es preciso atender sectores que en la acción de cobertura todavía no ingresan a las cifras: se trata de la población discapacitada, con una oferta especializada. Igualmente los niños en situación de indigencia.

Muchos retos tendrá Bogotá a la hora de lograr más acceso a la universidad y sobre todo, menos deserción. El rector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, reconoce que este es un problema que se debe resistir. "¿Qué sacamos con tener una cobertura del 50 por ciento, si sólo se gradúa la mitad?", dice. De hecho, la universidad prepara un informe detallado sobre el tema.

Y es que la deserción va más allá de los problemas de financiación. Esta se debe enfrentar además con programas tan atractivos para los estudiantes, que nadie se sienta tentado a desertar.

De acuerdo con el académico, el esfuerzo por mejorar la calidad, y el lanzamiento de programas acreditados, que no sólo tienen el aval de una licencia, sino que cumplen con los más altos requisitos, serán una gran fortaleza en el futuro, pues permitirá graduar profesionales competentes con estándares internacionales.