Especiales Semana

SECTOR FINANCIERO

1 de octubre de 1990

A LAS PUERTAS DEL CAMBIO
Cuando una ley es violada reiteradamente en las mismas narices del Estado, sin que funcionen los mecanismos para evitarlo, no cabe duda de que dicha ley es obsoleta,o por lo menos, necesita enmienda.
Esta ha sido una de las principales causas por las cuales el actual gobierno ha propuesto reformar el decreto 444 de 1967, mejor llamado Estatuto Cambiario, mediante el cual se regulan y se controlan todas las operaciones de comercio exterior, además de las transferencias corrientes y el movimiento de capitales en el extranjero.
A los ojos de los expertos, el régimen cambiario fue muy efectivo en tiempos de crisis, y su utilización evitó las catástrofes cambiarias que llevaron a algunos países suramericanos prácticamente a la quiebra. Pero ahora, dado el crecimiento de la economía en los últimos 23 años y los retos propuestos por la nueva política de apertura, es indispensable la modernización del estatuto, adaptándolo a las circunstancias actuales.
Entre otras cosas, se pretende que el sector financiero goce de una mayor participación en el mercado de divisas, responsabilizándolo del control del mercado regulado y abriéndole la posibilidad de recibir financiación externa, mediante una moderna reglamentación.

PROPUESTAS AL RUEDO
Si bien desde antes de posesionarse, el presidente Gaviria había anunciado su propósito de reformar el estatuto cambiario, el primero en presentar la propuesta ante el Congreso fue el ex ministro- y ahora representante- Rodolfo Segovia. Su proyecto, basado en el desmonte del Decreto 444 y la total libertad cambiaria, fue considerado sin embargo por algunos expertos como arriesgado. El mismo ministro de Hacienda Rudolf Hommes manifestó su desacuerdo, argumentando que la plena liberalización del mercado de divisas no podía llevarse a cabo antes de veinte años.
Y cuando todavía los analistas no habían terminado de examinar el proyecto de Segovia, llegó la "antesala" de la propuesta del gobierno, preparada en un documento base que ya ha sido dado a conocer por la opinión pública.
Según el documento, la idea esencial de la reforma se fundamenta en la existencia de dos mercados de divisas, uno libre y otro controlado. El primero tiene por objeto reconocer un mercado que ha venido funcionando ilegalmente sin restricción alguna, como la venta libre de dólares y la tenencia de divisas en poder de colombianos. El segundo está destinado a proteger y asegurar la entrada de divisas para suplir las necesidades prioritarias, a consolidar las reservas internacionales y en términos generales, a racionalizar el uso de los activos externos.
En consecuencia, y dada la liberalización moderada,el sector financiero está llamado a ser un protagonista activo, si se pretende obtener resultados satisfactorios.
Por otra parte, la reforma contempla la incorporación de los cambios institucionales ocurridos desde que apareció el estatuto cambiario hace 23 años. Por que si bien uno de los fines del Decreto 444 es estimular el desarrollo económico y social promoviendo la diversificación de las exportaciones e incentivando la inversión de capitales extranjeros de acuerdo con los intereses de la economía colombiana, lo cierto, a los ojos de los expertos, es que las transformaciones sufridas por el país durante los últimos veinte años hacen necesaria la actualización de régimen cambiario, so riesgo de que éste se convierta en un obstáculo para el impulso de la economía.
Al mismo tiempo, el gobierno estudia la posibilidad de establecer un régimen de sanciones más amplio y flexible, que incorpore castigos proporcionales a la infracción. Con lo cual se busca un mayor grado de confiabilidad y de credibilidad en los colombianos.
LIBERTAD CON RESPONSABILIDAD
El desmonte del estatuto debe ser gradual. Se trata, según Hommes, de flexibilizar el régimen cambiario, de "hacerlo más fácil, más comercial. Vamos a comenzar a liberar el comercio de divisas en Colombia, inicialmente en forma muy moderada, experimental, pero con el ánimo de que se amplíe a medida que el país va progresando" .
Mientras los ingresos del mercado controlado por el Banco de la República estarían conformados por las exportaciones de mayor cuantía, los desembolsos de deuda externa y la inversión en divisas del sector financiero extranjero, los egresos estarían constituidos por el servicio de la deuda, las importaciones de mayor cuantía junto con sus gastos, el reembolso de capitales y los giros de utilidades de la inversión extranjera, al igual que las inversiones importantes de los colombianos en el exterior, los servicios como el leasing, los pagos por marcas, las patentes y regalías.
En consecuencia, el mercado libre abarcaría el resto de las operaciones de compra y venta de dólares. Es aquí donde el sector financiero tendrá una enorme responsabilidad; sin embargo, la libertad gozará de un control mínimo por parte del Estado, con el ánimo de poder adoptar las disposiciones necesarias si llega a presentarse una crisis.
Para muchos, la reforma al estatuto cambiario es un hecho. Pero hay quienes afirman que puede resultar peligrosa para la estabilidad económica. Por un lado, algunos especialistas consideran que "se debe mirar con cierta prevención la coexistencia de más de un mercado de divisas y el endeudamiento del sector privado en el exterior". Y por el otro, varios expertos coinciden en que "antes de concretar en proyecto de ley la reforma deseada, sería aconsejable ver qué es posible mejorar o enmendar utilizando el propio texto del Decreto 444".