Especiales Semana

Sector Financiero

25 de octubre de 1993

Cambios en el ranking
AL SISTEMA FINANCIERO, EN SU CONjunto, le ha ido bastante bien en los últimos dos años. Las utilidades por lo menos en términos nominales se han incrementado de una manera importante, la mayoría de los establecimientos se han capitalizado con recursos propios y con nuevas inversiones su situación es cada vez más sólida desde el punto de vista de la calidad de su cartera. El comportamiento favorable de los distintos indicadores del sector no ha sido el mismo, sin embargo, para los diferentes grupos de intermediarios, ni para todas las entidades. Como le dijo o SEMANA el presidente de la Asociación Bancaria de Colombia, el economista César González Muñoz,"las historias individuales de las entidades son muy diferentes, y no a todos los intermediarios les ha ido igual de bien".
De acuerdo con los datos oficiales, por ejemplo, buena parte de las crecientes utilidades del sector se concentran en unos pocos establecimientos (sobre todo entre los bancos). Y no todos tienen igual comportamiento desde vista financiero y administrativo. A junio de 1993, por ejemplo, de acuerdo con el último informe de la Superintendencia Bancaria, "el crecimiento anual de las utilidades, queen términos reales había sido positivo y generalizado para la mayoría de los establecimientos financieros, dejó de serlo, aun cuando para el conjunto de intermediarios crecieron en 60 por ciento y alcanzaron un monto de 243 mil millones de pesos". Pocas veces, por eso, fue tan cierto aquel dicho popular de que no es suficiente con mirar el bosque para conocer la situación de cada uno de los árboles.
Pero igualmente cierto resulta lo contrario. Poco le dicen al lector especializado mucho menos al que no lo eslos estados financieros de un establecimiento de crédito, si no están referidos al conjunto del sector. De allí que se haya vuelto tan importante el analisis de los indicadores de comportamiento, en términos relativos.
Por fortuna, dicho análisis es posible hoy en día gracias al hecho de que, a comienzos del presente año después de haber dejado de hacerlo por un tiempo relativamente largola Superintendencia Bancaria decidió reanudar la publicación de un conjunto de indicadores de solvencia, rentabilidad, eficiencia y calidad de la cartera de cada una de las entiiticias del país, con el fin de utilizarlas en sus labores de fiscalización. Y con ello dejó el camino abonado para que los especialistas los medios de comunicación pudieran hacer estudios conceptuales de fondo sobre la eficiencia relativa de los intermediarios.
En total, Ia Superintendencia diseñó 15 indicadores -después de varios meses de revisar y probar la consistencia de las cifras- y para cada uno de ellos estableció una especie de ranking por tipo de intermediario. Pero dada su naturaleza,como ente de vigilancia oficial de la actividad de las instituciones del sistemano fue mcss aIIá en la clasificación del sector. Por ello, desde la aparición de los primeros indicadores, en marzo del presente año, SEMANA decidió, siguiendo el ejemplo de publicaciones especializadas, tanto a nivel nacional como internacional, hacer su propio ranking. Y decidió limitarlo, temporalmente, al sector bancario, que es el grupo más importante y representativo de intermediarios.
La semana pasada, Ia Superintendencia Bancaria dio a conocer los resultados de su informe para el primer semestre del año, en el cual incluye, por tercer trimestre consecutivo, los indicadores mencionados. Con base en ellos, SEMANA realizó de nuevo su ranking, con el fin de analizar cómo ha evolucionado la eficiencia relativa de los bancos en lo que va corrido del año.
También en esta ocasión, sin embargo, es preciso hacer algunas observaciones a los resultados contenidos en los cuadros. La primera, y la más importante, es que la posición final en la clasificación -realizada con la metodología indicada en el cuadrono- indica ers ningún caso que un banco esté bien o mal, sino solamente su eficiencia relativa. Por eso no se incluyen cifras absolutas para ningún indicador.
La segunda es que, como en toda clasificación, hay un alto grado de subjetividad en la ponderación de los indicadores. Como se explica en la metodología, ésta fue realizada después de una amplia consulta con especialistas del sector -tanto en el sector público como en el sector privados- las dos ocasiones anteriores ha sido de muy buen recibo.
La tercera es la inclusión, en las últimas versiones, de tres entidades que no alcanzaron afigurar en la clasifición correspondiente al año 1992.
Y la última, que los períodos de análisis de cada clasificación son diferentes -año, trimestre y semestre, respectivamente-por cuanto no existen todavía los elementos para hacer una comparación de períodos iguales.
No deja de ser interesante, sin embargo, notar que a pesar de algunos cambios importantes en la clasificacion, esta guarda una gran consistencia. Tanto los primeros como los últimos lugares del ranking son ocupados por las mismas entidades, y es en el centro de la tabla donde se produesen las mayores variaciones. Lo que tiene su lógica, si se piensa que en materia de eficiencia relativa pesa mucho la historia de las entidades y su estructura administrativa y burocrática y que estos factores son muy difíciles de modificar en el corto plazo.
Lo que no quiere decir que la clasificación deje de ser útil o que haya que renunciar a hacerla, pues por estar basada en factores objetivos -unque la ponderación de los mismos resulte relativamente arbitraria, como ya se dijo- no deja de ser un elemento esencial para calificar los esfuerzos de los intermediarios por ser cada vez más eficientes. Esa es la única preensión del ranking de SEMANA .Y eso, en últimas, es lo que le interesa al usuario.